La vigesimosegunda edición de la Korrika, carrera popular en favor del euskera, ha llegado a su final en Dosnostia tras recorrer 2.500 kilómetros en once días bajo el lema 'HitzEkin', elegido por AEK para destacar la necesidad de impulsar la lengua vasca. En el mensaje final, la periodista y escritora Karmele Jaio ha abogado por acabar con la diferenciación entre euskaldunberris y euskaldun zaharras. “Un idioma empieza y se renueva cada día”, ha asegurado.
La Korrika arrancó en la localidad alavesa de Amurrio el 31 de marzo y, al día siguiente, entró en la primera capital vasca, en Vitoria-Gasteiz. El 2 de abril, la carrera alcanzó Pamplona, para dirigirse el 4 de abril a Donibane Garazi y Maule, y pasar el 6 de abril por Bilbao. Su penúltima etapa se desarrolló en Baiona, y este domingo ha entrado finalmente en San Sebastián.
Pasadas las 8.15 horas, la carrera ha llegado a la capital guipuzcoana para recorrer los barrios de la capital guipuzcoana, donde una multitud de personas se ha concentrado para aplaudir su paso.
La escritora y periodista Karmele Jaio ha sido quien ha portado el testigo en el último kilómetro y la encargada de leer el mensaje final que ha permanecido oculto en el testigo durante 11 días. De este modo, el acto final ha comenzado pasadas las 12.40 horas en el Boulevard, junto al Ayuntamiento donostiarra, donde se han concentrado centenares de personas.
Karmele Jaio, que ha recordado a quienes han trabajado en favor del euskera, ha invitado a que la lengua vasca “se sumerja en el barro”, se utilice y esté “viva”. Además, ha abogado por huir de “etiquetas” y acabar con la diferenciación entre euskaldunberris y euskaldun zaharras.
“Es lo que somos”
“La Korrika nos enseña que el euskera no se hace solo con palabras, también con el cuerpo, con las piernas y con las manos que han traído el mensaje”, ha expresado, al tiempo que ha incidido en que “un idioma empieza y se renueva cada día”. “El euskera no es algo que tengamos, es lo que somos”, ha añadido.
La despedida ha estado, además, acompañada de numerosas actividades, como música, comida popular, bertsos y actuaciones, en las ocho zonas dispuestas por San Sebastián: Boulevard, Alderdi Eder, Muelle, plaza Zuloaga, plaza de la Constitución, plaza de la Trinidad, plaza Gipuzkoa y plaza Sarriegi.
La primera edición de la Korrika se celebró en 1980 y se desarrolló entre Oñati y Bilbao. Esta carrera popular, que se ha convertido en uno de los actos más importantes a favor del euskera por el número de personas que logra aglutinar, ha celebrado ya 22 ediciones.