La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha insistido en la necesidad de convocar una huelga general este otoño durante el nuevo curso político porque esa movilización, que deberá plantearse “a la ofensiva”, servirá para “impulsar y unificar las luchas sindicales y sociales para acabar con la precariedad, derogar las reformas laborales y de pensiones y evitar nuevos recortes”. Aranburu, quien ha comparecido este miércoles en la sede del sindicato en Bilbao para hacer una lectura sobre las cuestiones de actualidad más destacables que están marcando el inicio del curso, ha defendido, entre otros aspectos, la necesidad de realizar la transición hacia un nuevo modelo socioeconómico que sitúe “la vida en el centro” y ha remarcado, en este sentido, que su sindicato va a defender que esa transición sea “ecosocialista y feminista”.
La secretaria general de LAB se ha referido también a la Mesa de Diálogo Social abierta en Madrid donde, desde su punto de vista, y en lo que respecta a las relaciones laborales, “en los últimos años y reforma tras reforma, se ha legalizado la precariedad, se ha optado por centralizar y debilitar la negociación colectiva y se ha dado un poder casi absoluto, para hacer y deshacer a su antojo a las empresas”. En su opinión, esa mesa ha demostrado que, para LAB, “no hay ningún tipo de equilibrio” por lo que, desde la perspectiva de su sindicato, “se precisa de una gran transformación porque hay que reconocer, repartir y dignificar todos los trabajos, cuidados incluidos”. “Para lograrlo, hay que derogar las reformas laborales de 2010 y 2012”, ha exigido, según informa Europa Press.
En su intervención, Garbiñe Aranburu ha recordado que su sindicato, ya con motivo del Primero de Mayo, puso sobre la mesa “la necesidad” de dar nuevos pasos en ese ciclo movilizador y señaló que la situación exigía abrir el debate sobre otra huelga general. Por ello, ha añadido, varios meses más tarde, “son cada vez más las voces que se suman a este idea”. “Ya somos la mayoría sindical quienes nos sumamos a la necesidad de la huelga y las y los pensionistas también se han manifestado en el mismo sentido” ha remarcado porque, en su opinión, las y los trabajadores ya están en la calle impulsando los cambios y luchando por ellos“, ha apuntado.
“A la ofensiva”
A juicio de Aranburu, esta nueva huelga general deberá ser planteada “a la ofensiva” para, entre otros objetivos, “plantar cara a la patronal y dejarle bien claro que no vamos a permitir que siga instalando la precariedad y para luchar en los centros de trabajo por el empleo digno”. También, ha proseguido, tiene que servir para “presionar al Gobierno de Madrid, para que derogue la reformas laborales y de pensiones y no establezca nuevos recortes”.
En lo que respecta a Euskadi y Navarra, esa movilización tiene que “interpelar a los gobiernos autonómicos para que utilicen las posibilidades del concierto y del convenio para dar un giro en materia de fiscalidad, fortalecer los servicios públicos e impulsar otro tipo de políticas públicas”, ha enumerado. La líder sindical ha aludido también a que entre las reivindicaciones a plantear durante dicha huelga, esa movilización debe valer para “reivindicar la soberanía y el derecho a llenar de contenido un marco propio sin ningún tipo de injerencia”.
En este terreno ha apuntado que, desde la perspectiva de LAB, en los próximos meses, “la crisis del modelo territorial del Estado y la necesidad de encauzarlo parece que cogerá centralidad en la agenda política”. En este sentido, su sindicato va a apostar por exigir que “se garanticen los intereses de los trabajadores en esa batalla política” y esa exigencia “pasa por la necesidad de competencias y capacidad legislativa en cuestiones que son troncales como el empleo, las pensiones o la protección social”, según Aranburu.