Los fallecidos con COVID-19 se duplican en una semana en Euskadi y las camas ocupadas de UCI llegan al 45%
El tsunami de positivos de coronavirus se nota en todos los indicadores. La mortalidad de la COVID-19 se ha duplicado del 10 al 16 de diciembre en Euskadi en comparación con la semana anterior. De 22 fallecidos se ha pasado a 44, aunque el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) considera que en seis casos el Sars-Cov-2 no ha sido la causa principal del 'exitus letalis'. Eran 11 -cuatro veces menos- hace únicamente tres semanas. Es un dato que supera con claridad ya el máximo de la anterior ola de verano (38 decesos semanales) pero que, por efecto de la vacunación, no llega ni a la mitad de los 108 notificados en la semana equivalente del pasado año.
Los fallecidos en los últimos días eran dos cuarentañeros, dos quincuagenarios, cuatro sexagenarios, 19 septuagenarios, ocho octogenarios y nueve personas de 90 años en adelante. El total de muertes de personas con COVID-19 asciende en la pandemia a 4.954. Son el 1,55% de los 318.903 positivos totales registrados desde el 28 de febrero de 2020 y el 0,22% de la población. En el caso de los mayores de 90 años se mantiene invariable que uno de cada cuatro infectados mueren y ahora mismo su tasa de incidencia es de 441,27 casos por cada 100.000 personas de esa edad en 14 días.
En cuanto a la situación hospitalaria, son 439 personas ingresadas por COVID-19. Hace un año eran 400 y la tendencia era a la inversa, esto es, entonces eran más las altas que los ingresos. En la UCI hay 105 casos críticos (98 hace un año). Es una subida del 45% en dos semanas, cuando eran 72. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha informado de que hay disponibles 296 camas en total, por lo que los casos de esta patología suponen el 45,06% del total. El 35% ya se considera un umbral de tensionamiento. La red hospitalaria lleva desde el viernes en escenario 3 de 5. No se ofrece el dato de cuántas camas libres hay verdaderamente, aunque se viene repitiendo que son numerosos también los pacientes con otras enfermedades. El 61,4% de los hospitalizados tiene de 60 años adelantes pero, en la última semana, cuatro menores de 18 años y 27 jóvenes hasta 40 tuvieron que ser internados. 301 personas entraron en un hospital del 13 al 19 de diciembre.
Todo esto se produce tras una escalada de positivos nunca antes conocida en la pandemia. La incidencia marca 1.179,15 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, con Gipuzkoa en 1.570,67, Álava en 1.227,40 y Bizkaia en 894,40. Los datos de la última semana muestran que la subida está lejos de detenerse, aunque ahora crezca más lentamente. El R0 -positivos originados por cada infectado- se mantiene claramente por encima de 1 (1,13) aunque en Gipuzkoa ha marcado este lunes 0,99, un primer paso para la estabilización de la cadena de transmisión antes de un descenso. Solamente 17 municipios de 251 tienen una incidencia por debajo de 150 puntos, lo que ya se considera como un nivel de riesgo. Donostia alcanza los 1.273,64, Vitoria llega a 1.199,98 y Bilbao también ha alcanzado su peor nivel en toda la pandemia este lunes al registrar 903,09 tras una subida del 76% en solamente siete días.
La semana del 13 al 19 de diciembre ha sido la que más positivos ha dejado de toda la pandemia, que dura ya 95 semanas. Han sido 14.746. Son un 37% más que del 6 al 12 de diciembre, que ya fue el récord de toda la serie. Se llegó a 9.215 en el pico semanal de la ola de otoño del año pasado. La tasa de positividad es también la más alta nunca vista. El 14,31% de los que pasan una prueba diagnóstica confirman la infección. El 73,7% de todos los positivos sigue escapando del radar de la red de rastreo, cuando se estimaba que al menos había que controlar el 50% de los brotes.
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