¿Cuáles son nuestros mayores miedos financieros?

Si un salario insuficiente, gastos que se escapan o una gestión mejorable de tus recursos son preocupaciones recurrentes y te han mantenido en vilo más de una vez al intentar dormir… no eres el único. Cuando se trata de asuntos financieros, a muchos les toca la fibra sensible.

En la actual situación de crisis es difícil que haya preocupaciones más importantes que la económica en la mente de la mayoría de nosotros: encontrarse en el paro, no disponer de una buena jubilación o perderlo todo por una mala inversión pueden traerle pesadillas a cualquiera. Estas preocupaciones también cambian según la edad y la situación: por lo general, los jóvenes sufren de más ansiedad por la deuda inmediata y la precariedad laboral mientras que los más mayores se muestran más preocupados por cuestiones como su retiro o el robo de identidad de sus tarjetas.

Estas son las 6 preocupaciones más recurrentes y muchas de ellas están relacionadas… ¡aprende a combatirlas!

1. No poder pagar la vivienda

Sentir que uno no va a poder tener una vivienda en propiedad a largo plazo es una de las preocupaciones financieras más comunes y graves.

¿Cómo combatirlo? Ahorrando hasta el último céntimo que caiga en nuestras manos, eliminando cualquier tipo de gasto superfluo y monetizando nuestros hobbies y actividades paralelas al trabajo para empezar a tejer un nido que luego nos permita realizar la inversión que queremos. Por otra parte, algo esencial que tener en cuenta es si la vivienda en propiedad es realmente lo que buscamos o si simplemente es una de tantas cosas que no hemos llegado a reflexionar y hacemos por inercia: comprar una casa es tanto una cuestión económica como de estilo de vida, ya que los hay que prefieren vivir de alquiler (porque consideran vivir en una ciudad distinta en el futuro, por ejemplo) y librarse de la preocupación de la hipoteca.

2. Perder dinero en la bolsa

El riesgo que implica una gran inversión en una situación de mercado turbulenta como la que atravesamos desde hace años puede meterle a uno el miedo en el cuerpo, y con razón.

¿Cómo combatirlo? Estudiando muy bien el funcionamiento del mercado y el comportamiento de tus acciones para reducir el riesgo en las inversiones que decidas hacer. Diversifica tu cartera de acciones, compensando según evolucionen y centrándote en tus intereses e intuición sin hacer excesivo caso al ‘ruido’ del mercado. Así harás que sea una experiencia menos estresante y le podrás sacar todo el partido a tus inversiones.

3. Ser víctima de usurpación de identidad

Esta preocupación, como comentábamos antes, aumenta según se van ganando años (y ahorros), muy especialmente en los mayores de 65 años.

¿Cómo combatirlo? Sea cuál sea tu edad, toma medidas para proteger tu identidad y tus datos personales tanto online como en los cajeros y compras, como asegurarte de que tus contraseñas son seguras, tomar precauciones al utilizar el cajero y revisar todos los movimientos de tu cuenta a menudo para que no se te escape ninguno. Pueden parecer medidas bastante obvias pero te aseguramos que marcan la diferencia entre un simple susto y un ataque a tu identidad.

4. Estar desempleado

Ser despedido o tener dificultades para encontrar trabajo o desarrollar nuestra carrera en la dirección que les interesa es una de las preocupaciones más extendidas entre los jóvenes al ser más propensos a sufrir la precariedad del mercado laboral actual.

¿Cómo combatirlo? Tener una buena reserva de ahorros (de 9 a 12 meses de tu salario) para malas temporadas y emergencias, mantenerte actualizado en tu campo laboral, ampliando tu network profesional y teniendo una ocupación secundaria que te pueda sacar de un apuro si pierdes tu trabajo. Si tienes algún imprevisto o gasto concreto una buena opción para no recurrir a tus ahorros son los créditos rápidos.

5. Vivir de paga a paga

Es la preocupación más común entre los jóvenes junto a no encontrar empleo, pero no es exclusiva: también le ocurre a muchos que cuentan con un salario cómodo cada mes, lo que quiere decir que el estrés financiero no desaparece según ganamos más – ya que el estilo de vida de alguien con buenas ganancias no es el mismo del que cobra el salario mínimo.

¿Cómo combatirlo? No hacer presupuestos realistas ni planificar bien todos tus gastos no ayudará a superar este miedo. Vigila bien cada uno de ellos, por pequeño que sea, y analiza cuánto estás gastando en cada cosa al final de mes. Hazte un plan financiero, con objetivos a medio y largo plazo, para empezar a ahorrar y salir se esa espiral.

6. No ser capaz de jubilarse

Verse obligado a trabajar hasta más allá de la edad de jubilación para poder vivir los años de retiro con algo de dinero del que poder disfrutar es una de las preocupaciones más frecuentes entre los trabajadores a partir de los 50 años, y puede suponer un problema para aquellos que no han ahorrado durante sus años de trabajo.

¿Cómo combatirlo? Mientras que es posible que ni estés pensando en esto si tienes menos de 50 años, puedes ir recortando esta preocupación meditando bien qué vas a hacer cuando no trabajes. Empezar a ahorrar desde los 20 o los 30 años, aunque sea poco, irá generando un poso en tu cuenta bancaria y una costumbre que mantener durante toda tu vida y te evitará estas preocupaciones cuando llegue el momento de jubilarte.