Medio Ambiente inicia un expediente sancionador contra Petronor por un vertido de crudo en el río Barbadún, en Muskiz
La Agencia Vasca del Agua (URA) ha iniciado la tramitación de un “expediente sancionador” a la compañía Petronor (del grupo Repsol) por un vertido de crudo al río Barbadún a la altura de San Julián de Muskiz, según ha confirmado la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, en una respuesta a las preguntas sobre este episodio formuladas por la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi. Precisamente un edil de la formación en la localidad vizcaína denunció los hechos ante la Fiscalía por si pudieran ser tipificados como delito contra el medio natural, ya que esa zona es una marisma de especial protección. Asimismo, según este mismo documento del Gobierno vasco, “se han remitido dos requerimientos a Petronor al objeto de recopilar toda la información necesaria en cuanto a los hechos ocurridos y las medidas adoptadas para minimizar el impacto en el medio receptor, así como para evitar que hechos de esta naturaleza se vuelvan a repetir”.
La refinería de Petronor se ubica entre Muskiz y Abanto-Zierbena. Fue el sábado 13 de febrero, hacia las 10.00 horas, cuando se detectó la presencia de petróleo en las aguas, según la comunicación de la propia compañía. “La causa más probable con la información disponible hasta la fecha fue un defecto interno en la unión brida-tubería [de un oleoducto], acelerado por corrosión exterior por falta de pintura”, explica la consejera Tapia, quien no da excesivos detalles del impacto ambiental de lo ocurrido.
Las tareas de limpieza se prolongaron entre el 14 y el 22 de febrero. Petronor, con carácter “correctivo” e “inmediato”, taponó la “salida del hidrocarburo al río mediante elementos absorbentes, barreras y sepiolita” y retiró el vertido “mediante camiones autoaspirantes”. Hubo que hacer poda, “retirada de vegetación afectada” y otras actuaciones de “recuperación” aprovechando las mareas bajas. En la documentación remitida al Parlamento no hay más datos sobre los análisis de laboratorio de las aguas o sobre la superficie vegetal afectada. “El Gobierno vasco, con el objetivo de evitar que este suceso vuelva a ocurrir, continuará realizando las labores de inspección y control ambiental en base al plan 2019-2026 en vigor, que tiene como visión lograr un nivel elevado de protección del medio ambiente de la comunidad autónoma del País Vasco mediante la comprobación del cumplimiento de la normativa ambiental y de los requisitos impuestos en las autorizaciones y procedimientos ambientales”, concluye Tapia.
Este periódico publicó que la Agencia Vasca del Agua (URA) ha registrado 1.671 denuncias por vertidos a los ríos de Euskadi desde 2017 hasta octubre de 2020. Cada día hay al menos un aviso de contaminación acuática. De ellos, 687 (el 41%) tienen la consideración de “relevantes” por su afección al medio ambiente. De todos los expedientes incoados, 68 han acabado en sanciones, 45 en Gipuzkoa, 16 en Álava y 7 en Bizkaia.
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