Mendia deja tras siete años la secretaría general del PSE-EE y aboca a los socialistas vascos a una bicefalia
Idoia Mendia Cueva (Bilbao, 1965) ha anunciado este martes que no continuará al frente del PSE-EE, como se venía rumoreando en las últimas horas. En el comité nacional del partido ha confirmado que no se presentará a las primarias previstas de cara al próximo congreso de noviembre, que seguirá al cónclave federal. Entre aplausos y visiblemente emocionada, ha admitido que tenía la decisión tomada desde hace un año y que la conocía ya Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder del PSOE.
“Gracias por la confianza y la libertad con la que me habéis permitido liderar este partido. Entre todos me habéis ayudado a cumplir mis compromisos. Ha sido un profundo orgullo liderar este gran equipo que ha devuelto al partido al centro decisivo de Euskadi y ha devuelto la serenidad a la sociedad vasca. Ha sido un inmenso honor ser vuestra Secretaria General. La Secretaria General del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra. Eskerrik asko”, han sido sus últimas palabras de un parlamento de algo más de media hora en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.
En su alocución, prácticamente íntegra en castellano, ha apelado a un “nuevo liderazgo” para una formación que, según ha explicado, es mucho más “robusta” que la que recogió en 2014, dos años después de salir del Gobierno de Patxi López y en plena efervescencia de Podemos. “Hemos trabajado con lealtad y confianza, como una piña, cosa que no siempre había sido lo habitual antes”, ha llegado a decir. Ha explicado que considera que en este tiempo han aparecido “nuevas caras y nuevas voces” que han de dar un paso adelante, aunque no ha mencionado en ningún momento a quien todos señalan como relevo natural, Eneko Andueza Lorenzo (Eibar, 1979), líder en Gipuzkoa y portavoz parlamentario. Su decisión no implica la renuncia a su cargo de vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo en el Gobierno de coalición con el PNV, que tiene a su frente a Iñigo Urkullu y aboca nuevamente a una bicefalia que trató de evitar el pasado año cuando optó por ser ella misma, en primera persona, quien formara parte de la cuota socialista del Ejecutivo tras una legislatura más discreta.
Mendia ha calificado como un “honor” haber sido la primera mujer al frente del socialismo vasco y también la primera en ser proclamada tras un proceso de primarias. En 2017, además, revalidó su cargo para un segundo mandato. Asegura que sale con la sensación del “deber cumplido” y con la incógnita de si el cargo habitualmente simbólico de la presidencia podría recaer en ella. Ahora lo ocupa el también consejero Iñaki Arriola.
“Hace siete años os propuse un proyecto para un nuevo tiempo, que abriera las puertas a nuevos liderazgos, y para recuperar a nuestro partido como elemento transformador y referente fiable de la izquierda vasca. Ese objetivo es el que ahora vemos en todos los Gobiernos, y hay nuevas caras y voces que han ido asumiendo nuevas responsabilidades en esta Euskadi centrada gracias al socialismo. Era mi objetivo y mi compromiso. El que he cumplido. No han sido tiempos para nada fáciles, muchos nos pronosticaban la desaparición. ¿Os acordáis? Pero con templanza, trabajo y buenas decisiones aquí estamos. Orgullosos de ser la Izquierda de gobierno, sin ningún complejo. Y como decía al principio, estamos en un punto de inflexión. Creo que este nuevo momento debe tener un nuevo liderazgo que conduzca al partido en los próximos años. La decisión es vuestra. Cada militante puede optar a este puesto, y cada militante va a decidir. Y quien sea elegido contará con mi apoyo y mi lealtad”, ha señalado también.
Como reflexión política, ha asegurado que el PSE-EE es una fuerza central en la política vasca y que ha recuperado “influencia” en estos años. Ha recordado que forma parte del Gobierno vasco, de las tres diputaciones y de los principales ayuntamientos y ha sugerido que no hay decisión estratégica de país que no pase por ellos. Asimismo, ha destacado que valores como el acuerdo, el pacto o la transversalidad son ya moneda corriente en la política vasca fruto de esa presencia institucional. “Un partido afianzado, creíble, indispensable para el progreso de la ciudadanía vasca. Seguro de sí mismo. Imprescindible para sacar adelante cualquier política, cualquier iniciativa, cualquier acuerdo que haga posible avanzar. Reconocible, para quienes nos votan y para quienes no. Porque nadie entiende la Euskadi de hoy sin nosotros. Ni en el pasado, ni en el presente ni en el futuro. Porque somos la izquierda vasca responsable y de gobierno”, ha solemnizado.
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