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Mendia avisa: si no es festivo en Euskadi el 8 de marzo de 2024 lo serán “el día del padre o el patrón de España”

La vicelehendakari, Idoia Mendia, este jueves en el Parlamento Vasco

Iker Rioja Andueza

2 de marzo de 2023 14:30 h

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Formalmente, el Parlamento Vasco ha aprobado un deseo -no vinculante, en todo caso- de que el calendario festivo de Euskadi conmemore una efeméride feminista en 2024. Pero, descabalgado Elkarrekin Podemos-IU tras comprobar las dudas verbalizadas por el movimiento feminista, nominalmente solamente el PSE-EE defiende que el día teñido de rojo en el calendario sea el 8 de marzo. El PNV, socio mayoritario del Ejecutivo de coalición de Iñigo Urkullu, ha considerado “lícito” que la parte socialista lance su propuesta porque es competencia de la consejera de Trabajo y Empleo, la vicelehendakari Idoia Mendia, pero considera que está “al margen” del necesario proceso de reflexión que debe implicar a Emakunde, el Instituto de la Mujer adscrito a las áreas 'jeltzales' del gabinete.

Mendia, al término de la sesión parlamentaria, ha afirmado que ella no habla en nombre del PSE-EE sino del conjunto del Gobierno cuando defiende esta idea y ha manifestado que está respaldada por el lehendakari en este debate. “Me siento plenamente arropada por el lehendakari. Soy yo la competente”, ha enfatizado en respuesta a preguntas de los periodistas. Su equipo ha dado inicio ya al proceso de consultas para convertir en festivo el 8 de marzo, un proceso participativo en el que se invitará también a Emakunde y al movimiento feminista, así como también a patronal, sindicatos e Iglesia católica, los 'asesores' habituales en esta materia. Y Mendia ha avisado de que si no es festivo el 8 de marzo en 2024, se cambiará el día de las mujeres por el “día del padre” (19 de marzo) o “por el patrón de España” (25 de julio, aunque ya es festivo en Vitoria).

“No sé la gente qué piensa que es el calendario laboral”, ha ironizado Mendia, que ha añadido que el Estatuto de los Trabajadores y los reales decretos que lo desarrollan “constriñen” las posibilidad y apenas dejan rendijas para innovar. Además, ha insistido en que la fecha elegida ha de tener “arraigo”, si bien ella misma ha admitido que en 2022 fue festivo el 6 de septiembre por ser el 500 aniversario de la circunnavegación de Juan Sebastián Elcano o años atrás, en 2016, el 7 de octubre como aniversario de la creación del primer Gobierno de Euzkadi. Parte del debate tiene su origen en que Euskadi no cuenta con un día propio como el resto de comunidades autónomas. Precisamente cuando gobernó en solitario el PSE-EE se aprobó por ley merced al apoyo externo del PP que lo fuera el aniversario del Estatuto de 1979, el 25 de octubre, fecha señalada también en otros momentos de la historia foral vasca. Pero Urkullu lo derogó al llegar al cargo. Mendia ha afirmado que “está acordado” que cuando se reforme el Estatuto, su aprobación pasará a ser automáticamente el festivo que ahora baila.

Entretanto, el pronunciamiento oficial de la Cámara, que únicamente ha contado con los votos de PNV y PSE-EE, es genérico, sin fechas. El debate lo propuso en su día Elkarrekin Podemos-IU, que se llegó a congratular de que Mendia fijara como propuesta el 8 de marzo. Ahora se limita a plantear erradicar “la invisibilidad de las mujeres en el calendario festivo”, en palabras de Miren Gorrotxategi. Los socialistas le han reprochado este viraje a la coalición de izquierdas, que ha optado por alinearse con EH Bildu con otro texto que alude a un “estudio” liderado por Emakunde -y no por Trabajo- para “identificar las fechas que puedan ser referentes”. Oihana Etxebarrieta, de EH Bildu, ha dejado muy claro que el feminismo no puede compartir el 8 de marzo como festivo. Ha recordado “huelgas exitosas” y ha añadido: “Estos días no son de los Gobiernos: son de la ciudadanía. Ellas no quieren esto. No por lo menos ahora. El movimiento feminista no necesita la tutela de nadie”. Además, ha considerado este debate una “cortina de humo” para tapar las reivindicaciones del 8 de marzo de 2023, ya muy próximo y ha criticado que Mendia lanzara el debate en el día contra la brecha salarial. “Será que no tenía nada que decir y tenía que desenfocar el tema”, ha aseverado.

El PNV ha considerado igualmente que esta controversia ha quitado protagonismo a la campaña institucional lanzada por Emakunde. Maitane Ipiñazar, guardando los equilibrios para no abrir una brecha en la coalición, ha señalado también que “este proceso necesita una parada para la reflexión”. El socialista Ekain Rico ha tratado de apaciguar los ánimos al recalcar lo mucho que une a la mayoría parlamentaria en defensa de la igualdad aunque no haya consenso en este punto. Ahora bien, se ha preguntado dónde está el vértigo para hacer festivo el 8 de marzo cuando lo es también el 1 de mayo -día del trabajo- y no ha perdido su carácter reivindicativo.

Desde PP+Cs, Laura Garrido ha llevado el debate al terreno de la crítica a la reforma de la denominada ley del 'sólo sí es sí'. Le ha parecido grave que Podemos, el partido de Irene Montero, los socialistas y los socios de Pedro Sánchez en las Cortes Generales busquen celebraciones feministas en un contexto de excarcelaciones y rebajas de penas de condenados por delitos sexuales. De hecho, el punto siguiente a este debate era una iniciativa de la propia coalición de derechas para reprobar a Montero por este motivo. Vox ha aprovechado la presencia de su dirigente Ignacio Garriga para incorporar al debate el 'caso Mediador' y su única electa, Amaia Martínez Grisaleña, ha afeado al resto de partidos que no denuncien los “comportamientos violentos de las mujeres”.

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