En 2023 se debatió si este viernes tenía que ser festivo en rojo en el calendario pero el 8M de 2024 en Euskadi ha sido de color morado y reivindicativo. Miles de personas han salido a las calles de las tres capitales y pueblos vascos este viernes, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para exigir un “sistema público de cuidados” y denunciar “la privatización” de los servicios en una jornada en la que se solidarizarán especialmente con las mujeres palestinas por el genocidio contra Gaza. Se trata del primer 8 de marzo tras la “histórica” huelga general feminista que tuvo lugar el pasado 30 de noviembre, en el que al igual que este viernes, también salieron miles de personas a las calles para “demandar un sistema público de cuidados”. A pesar de que la huelga no se realizó hasta noviembre, desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria aprovecharon el pasado 8M para hacer pública la convocatoria.
Tras una pancarta en la que se lee en euskera 'No al negocio de los cuidados. Haceos cargo ya' colectivos feministas han desfilado por el centro de Bilbao. Pese a tratarse de una manifestación conjunta, cada uno de ellos ha llevado a las calles sus propias reivindicaciones. Como la lucha antirracista, la abolicionista, contra la violencia machista o los derechos de las personas LGTBI+, entre otras. No obstante, la principal ha sido crear “un sistema público de cuidados”. “Vamos a seguir empujando esta idea para que en este sistema heteropatriarcal y capitalista los cuidados dejen de estar sostenidos por mujeres y además por mujeres migrantes y sin papeles. El Gobierno vasco ha hablado de un Pacto Institucional por los cuidados, pero creemos que mienten porque la realidad es que cada vez estamos más precarias”, ha recalcado al inicio de la manifestación Maite Irazabal, miembro de Bilbo Feminista Saretzen.
Ainara, Aizpea y Leire recuerdan con una pancarta en la manifestación de Bilbao que “nadie debería sentir miedo de ser quien es”. A sus 18 años cuando salen de fiesta o por la noche reconocen pasar miedo por la calle algo que, según critican “no es justo”. “Sabemos que hay mucha gente incluso chicos de nuestra edad que creen que manifestaciones como esta no son necesarias. Pero lo seguirán siendo hasta que dejemos de sentir miedo”, reconoce Ainara.
En medio de la multitud, Maitane abraza a Miren, su bebé de 6 meses, mientras grita que la “conciliación no existe”. “He tenido que dejar de trabajar para cuidar a Miren. Me gustaría que se conociera esa realidad de la maternidad, que más allá de la ayuda de 200 euros que nos da el Gobierno vasco no hay ayudas ni siquiera para la recuperación posparto, que como no tenemos rehabilitación en Osakidetza la tenemos que pagar de nuestro bolsillo. Me manifiesto aquí para que Miren tenga un mundo más feminista y más libre y lo hago siendo positiva, porque sé que podemos conseguirlo al igual que hemos avanzado en comparación con el pasado”.
Ana y Marta llevan décadas en la militancia feminista, sobre todo Ana, que a sus 67 años no niega que la lucha en ocasiones ha sido “muy dura”, pero siempre “ha merecido la pena”. “Cada 8 de marzo conmemoramos a las compañeras que han dado la vida por nosotras. Cuando yo era joven era difícil salir a reivindicar nuestros derechos, pero de una forma u otra lo hacíamos. Me ha sorprendido ver a tanta gente joven manifestándose, incluso niñas pequeñas gritando por la igualdad. Es emocionante y necesario. Vamos por buen camino. Nos llena de orgullo haber pasado toda la vida luchando”, reconoce Ana.
Una de las reivindicaciones de este año ha sido el apoyo a las mujeres palestinas. A la llegada al Ayuntamiento de Bilbao, una vez finalizada la manifestación, miles de personas han coreado “no estamos todas, faltan las palestinas”. Una de esas mujeres ha sido Ainielle mientras ondea con fuerza la bandera de Palestina a la vez que lleva al cuello una kufiya morada. “La igualdad tiene que ser para todas y las mujeres palestinas están sufriendo una doble discriminación. Una por el genocidio de Gaza y otra porque su vulneración es mayor por el hecho de ser mujeres. Desde aquí tenemos que hacer lo posible para que la violencia acabe”, denuncia.
Una vez en el Ayuntamiento de Bilbao -a pesar de que el final de la marabunta aún seguía en Moyua- ha tenido lugar un acto en el que el movimiento feminista ha exigido un “sistema público de cuidados” y ha hecho especial hincapié en la figura de las trabajadoras del hogar internas y sus precarias condiciones laborales. “Las compañeras de los sectores de cuidados son un ejemplo de organización y resistencia: las trabajadoras de las residencias, las de ayuda a domicilio, las trabajadoras del comercio, de la limpieza, de los hoteles… Mujeres que han protagonizado huelgas muy duras. Y muchas las han ganado, sí señoras, las han ganado a pesar del silenciamiento misógino de los medios de comunicación. Nos queda camino, compañeras. Y en este camino, debemos hacer un especial reconocimiento a las trabajadoras de hogar que, desde siempre, con mucha fuerza y protagonismo, son parte fundamental del feminismo organizado”, han señalado.
“¿Qué ocurre cuando los hogares con personas dependientes a su cargo no tienen los servicios públicos que necesitan? Pues, una de dos: o el cuidado recae gratis sobre las espaldas de las mujeres cercanas, o se contrata a otras mujeres en situación de precariedad, muchas veces migradas y en situación administrativa irregular, pagando salarios de miseria y sin derechos laborales. También, nos vemos en la necesidad de denunciar la decisión política de la Diputación Foral de Bizkaia, de eliminar 3 de los 4 puestos de psicólogas del Servicio Especializado para la atención de víctimas de violencia machista. Implantando un modelo que nos revictimiza aún más a las mujeres y se aleja de garantizar una atención universal, integral y especializada”, han reconocido.
“Por todo ello, denunciamos que los servicios de cuidados existentes, son escasos, están pensados para reforzar una sociedad machista, racista y profundamente desigual. Están diseñados para beneficiar a personas blancas, en situación administrativa regular y con recursos económicos. Están organizados para validar el modelo de familia nuclear hetero-normativa”, han criticado en un discurso en el que también han hablado de que pronto se celebrarán las elecciones vascas. “En breve tendremos elecciones, y volveremos a escuchar grandes discursos que nos hablan sobre la importancia de los cuidados y de cuidar a las cuidadoras. Sin embargo, son los mismos que privatizan las residencias de mayores y facilitan el desembarco de fondos buitre, que traen la precarización del trabajo y el deterioro de la calidad de la atención de las personas usuarias. Subcontratan a empresas que conciben los cuidados como una oportunidad de negocio, como una ventana para que el gran capital se haga más grande todavía”, han concluido.
La manifestación de Vitoria ha partido de la plaza de San Antón, al igual que la de Bilbao con el lema “¡Nada de negocios con nuestras vidas! ¡Haceos cargo ya!” a la cabeza y cánticos como “Menos discursos, más recursos”. La gente copaba la calle de Francia desde el punto en el que convergen las de San Ildefonso y de Arana hasta la plaza de Bilbao y se han ido sumando más y más personas con el paso de los minutos. Se han exigido, entre otras cosas, derechos laborales y pensiones dignas, un sistema de cuidados público y mejores condiciones laborales para las cuidadoras. Tampoco han faltado los gestos solidarios con la población de los países en guerra. Un par de mujeres, vestidas con camisetas que se completaban la una a la otra, clamaban que “las mujeres no son botín de guerra” y aludían a las circunstancias bélicas de lugares como Gaza, Ucrania, Etiopía, Sudán, Yemen y Siria. También había consignas más generales: “El amor se contagia, el odio se denuncia”.
Ya por la mañana, centenares de personas han tomado las calles de la capital alavesa, convocadas por el Sindicato de Estudiantes. Al son de gritos reivindicativos, han teñido las vías del centro de morado para luego acabar desembocando en la plaza de la Virgen Blanca, donde se ha procedido a la lectura de un manifiesto. Entre las pancartas que acompañaban a las manifestantes —con proclamas como “No soy la mujer de tu vida, soy la mujer de la mía” y “Somos el corazón de las que ya no están”— se podían leer también mensajes de solidaridad de las “revolucionarias feministas contra el genocidio de Gaza” y otros que llamaban al boicot a Israel. “¡Nos siguen matando y violando!”, decía, al mismo tiempo, la pancarta que encabezaba la manifestación. La lectura del manifiesto se ha centrado en denunciar que la Justicia es “patriarcal y clasista”. Han cargado, además, contra una variedad de partidos políticos: se han desligado del feminismo del PSOE y le han acusado por una parte de “recortar” la ley del ‘solo sí es sí’ y por otro de situar a una “tránsfoba”, por Ana Redondo, al frente del Ministerio de Igualdad; del PP y Vox han criticado que traten de instilar un “discurso negacionista y machista” que pone a las mujeres y a todo el colectivo LGTBI en la diana, y del PNV han dicho que no está aliado con “las mujeres trabajadoras y jóvenes”. Unas horas después, cuando la gente ya se había dispersado y el clamor se había acallado, un papel pegado a un contenedor de vidrio en la zona alta de la plaza de la Virgen Blanca apelaba a la necesidad de seguir impulsando la igualdad: “Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad que… el vídeo porno más visto del año vuelve a ser una violación grupal a una mujer. No es suficiente”, informa Rubén Pereda.
Un 8M en puertas del 21A
En el plano político e institucional, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha publicado en sus redes sociales que “frente a las corrientes que niegan la violencia de género y la desigualdad” han impulsado un “Pacto de País por la Igualdad y a favor de una sociedad libre de violencia contra las mujeres” en un 8M en el que, al igual que en el evento celebrado el pasado sábado, ha querido “destacar la valiosa aportación de tantas mujeres mayores a la igualdad”. En 2025 ya no ocupará el cargo en esta fecha.
El candidato a lehendakari por el PNV, Imanol Pradales, también en sus redes sociales, ha difundido un vídeo para asegurar que su partido tiene “el objetivo de eliminar toda forma de discriminación hacia las mujeres, promover su empoderamiento y conseguir su plena participación en la sociedad”. “Es responsabilidad de todos y todas. Desde el PNV reafirmamos nuestro compromiso con la promoción y protección de los derechos de las mujeres y de las niñas; con la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres; y con las políticas públicas que eliminen todas las desigualdades”, ha señalado a través de un vídeo difundido en redes sociales.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha manifestado durante un evento empresarial que “el avance competitivo de las empresas debe venir acompañado de la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres en el ámbito económico” y ha recordado los retos pendientes como “la participación en igualdad de las mujeres en puestos de decisión, la visibilización y valoración de su aportación, la conciliación de la vida laboral y personal o la igualdad salarial”. Desde el Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde) han animado a la ciudadanía a participar en las movilizaciones y otras actividades organizadas por el movimiento feminista y las asociaciones de mujeres y, su directora, Miren Elgarresta, ha indicado que “el empoderamiento es un requisito y una garantía para la transformación social hacia la igualdad de mujeres y hombres; sin empoderamiento de las mujeres, no hay igualdad”.
La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, Idoia Mendia, ha realizado en un evento sobre cooperativismo vasco un “reconocimiento expreso de las mujeres pioneras que abrieron paso, en el cooperativismo y en todas las demás actividades, al avance de la igualdad”, y ha alertado ante los intentos de “revertir nuestros derechos”. ·“El mejor homenaje a estas pioneras es no dejar un solo resquicio que devuelva a las mujeres a los hogares, que limite uno sólo de sus derechos, que niegue la desigualdad que persiste. No callemos ante cada intento de revertir nuestros derechos, aquí o en cualquier otro lugar. No renunciemos a la convicción de que una sociedad sólo puede progresar si integra sin discriminación de ningún tipo a mujeres y hombres, y que sólo será plenamente democrática si se comparten los mismos derechos y libertades en plenitud. La igualdad es justicia, es democracia y es una ventaja competitiva para las empresas”, ha señalado Idoia Mendia.
En cuanto al resto de partidos políticos, Elkarrekin Podemos Alianza Verde, en un manifiesto publicado este viernes ha recalcado que “los cuidados se han convertido en un nicho más de mercado explotado por multinacionales, la privatización de Osakidetza y el encarecimiento del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en muchos casos suponiendo que muchas usuarias no puedan acceder al mismo”. Por ello, ha reclamado “un sistema público de cuidados” y ha advertido de que “deben ser las instituciones las garantes de una vida digna y de unos cuidados dignos”. “No deben quedarse en manos de personas con trabajos inestables y ocultos, cuando no ser atendidos por familiares, en su gran mayoría mujeres, que se dedican al cuidado de forma 'altruista', es decir, tareas no reconocidas”, ha demandado. Este sábado la candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, conversará con la exministra de Igualdad, Irene Montero, en Donostia sobre feminismo.
Para hablar sobre el 8M, EH Bildu en lugar de al candidato, Pello Otxandiano, ha escogido Oihana Etxebarrieta, responsable de Feminismo y portavoz de la campaña para elaborar un discurso en el que ha señalado que, al igual que el movimiento feminista, “EH Bildu también tiene claro que el actual sistema de cuidados está en crisis, que no es aceptable ni justo que la mayor parte de la carga de trabajo en ese ámbito recaiga sobre las mujeres, tanto en el ámbito familiar como en el del empleo, como tampoco es ni aceptable ni justa la precariedad en los sectores laborales feminizados”.
En el caso de Sumar, su candidata Alba García Martín estuvo arropada por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en el primer acto oficial como candidata a lehendakari. Los discursos de ambas, García Martín y Díaz, estuvieron centrados en defender los derechos de los cuidados y de las cuidadoras -en su mayoría mujeres- y luchar contra su privatización. Sin embargo, no realizaron propuestas concretas más allá de llevar a cabo una “revolución del los cuidados” para “luchar contra la privatización de estos servicios” que, según denunciaron, “se está produciendo en Euskadi”. “¿Y qué han hecho en este país los mismos que llevan 40 años gobernando? Lo que mejor saben hacer, privatizar, privatizarlo todo: privatizar la educación, privatizar la sanidad y privatizar los cuidados”, criticó la candidata.
Más allá de las declaraciones de este 8M de Idoia Mendia, el candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, ha señalado en Euskadi Irratia, que el 8 de marzo “debería ser festivo”, pero “no para hacer fiesta, sino para salir a la calle a reivindicar” una sociedad “en la que vivir en igualdad”. Andueza también aseguró la semana pasada que si gana las elecciones el Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde) regresará a la estructura de la Presidencia del Gobierno vasco en lugar de depender de una consejería. “Si soy lehendakari, Emakunde volverá a Lehendakaritza, tal y como reclama la mayor parte del movimiento feminista. Porque la extensión de la igualdad a todas las políticas públicas es un elemento central en la gobernanza moderna”, argumentó.
Por último, el PP y Vox también han realizado declaraciones por el Día Internacional de la Mujer. El PP vasco en un acto en el que ha recalcado que las mujeres quieren ser “libres económicamente, iguales y visibles a cualquier edad” y Vox, a través de un comunicado en el que ha informado de que no participarán en “ningún acto institucional, manifestación o evento organizado por asociaciones feministas”. Según ha señalado Amaia Martínez, representante de VOX en el Parlamento Vasco, “si la verdadera pretensión de los actos convocados hoy fuera la defensa de la mujer, habría que empezar por la derogación de la conocida como ley del sólo sí es sí, también ley Montero, que ha dejado en libertad a 126 depredadores sexuales, sin olvidar que otros 1.233 han visto reducidas sustancialmente sus penas”, ha indicado en un comunicado en el que ha criticado que “los autodenominados partidos progresistas y los colectivos feministas, insisten en mensajes de odio hacia el hombre por el simple hecho de serlo, y en un victimismo generalizado que no se corresponde con la realidad del país”.