Los Miñones, el cuerpo policial de 1793 que todavía sigue patrullando y multando a conductores en Álava

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
23 de septiembre de 2023 22:00 h

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El cuerpo de Miñones, la Policía foral de Álava, es una institución triplemente especial. En primer lugar, es la Policía más antigua de España, más incluso que la Guardia Civil, que es de 1844. Los agentes alaveses son originarios del siglo XVIII, de 1793, concretamente. Por otro lado, excluyendo los cuerpos municipales, su plantilla real actual es de apenas 94 efectivos (deberían ser 100, según fuentes sindicales). Además, ninguno de ellos es ya miñón como tal, sino agentes cedidos por la Ertzaintza. Y es que otra rareza es que esta Policía es, desde 1992, una sección del cuerpo autonómico pero con dependencia política de la Diputación. Y los Miñones no tienen una función ornamental. Patrullan, actúan... y multan. En las carreteras de Álava, particularmente en alguna zona, los conductores de fuera del territorio –y los locales– podrían llevarse la sorpresa de ser sancionados por estos funcionarios.

Los Miñones tienen misiones muy concretas, como la vigilancia de los edificios de la Diputación, incluida la Hacienda foral en la campaña del IRPF o los museos, o las Juntas Generales, el Parlamento provincial. También custodian los eventos forales, tales como las visitas del diputado general o las fiestas de San Prudencio y otras ferias de la provincia. Realizan, asimismo, controles medioambientales, por ejemplo para evitar excesos en la recogida de setas o, ahora mismo, para proteger la berrea de los ciervos de la caza furtiva. Y tienen labores de coordinación de Emergencias con Bomberos, Protección Civil o incluso con otros cuerpos. Sin embargo, su labor más visible es la de apoyo como Policía de tráfico de la Ertzaintza. Las patrullas de los Miñones –que son muy similares a las de la Ertzaintza pero con decoración roja y con un escudo de Álava– realizan controles a los transportistas (camiones o autobuses escolares) y supervisan zonas de la provincia como los pantanos, que son parques de gestión foral.

En concreto, según indican desde la Diputación, “la sección de Miñones tiene encargada la vigilancia y control del parque provincial de Garaio, del parque provincial de Landa y la playa de Ullibarri-Gamboa en el período estival”. Eso sí, además de en los embalses, pueden ejercer como agentes de la autoridad “en toda la provincia de Álava”. En cifras, 23 conductores se han llevado una denuncia en los pantanos este julio y agosto, aunque en 2022 fueron muchos más, hasta 77. Hay multas por no tener la ITV en regla o por aparcar mal, como las de cualquier otro cuerpo. El pasado año, coincidiendo con la celebración del Iron Man, la Policía de Álava multó de una tacada a 53 vehículos estacionados en la calzada. ¿Y quién recauda ese dinero? Las sanciones de Tráfico se derivan al Gobierno vasco, como las de la Ertzaintza, y las relativas a transportistas se quedan en la Diputación, como también irían allí si las pusiera una patrulla de la Ertzaintza.

Afirma un miñón que “la gente no se sorprende” cuando es parada por una patrulla de esta Policía. “Nos conocen, sobre todo los extranjeros que se dedican al transporte. Saben que pasar por Álava es arriesgado. Si van mal aquí saben que tienen un alto riesgo de ser parados y denunciados”, indica este agente alavés. Sin embargo, aunque no haya estudios estadísticos, esta Policía no es muy conocida incluso en su propio ámbito. ¿Dónde tienen su base? ¿Cuál es el teléfono para contactar con ellos? En 2017 se modernizaron sus uniformes y se prescindió del tradicional color caqui para usar una vestimenta más similar a la de la Ertzaintza, aunque manteniendo la 'txapela' roja que ya no usa la Policía vasca de ordinario.

Y en 2018 se conmemoraron los 225 años de servicio. “La sección de Miñones constituye un nexo de unión vigente, actualizado y adaptado a los tiempos. Un nexo entre lo más genuino de las leyes consuetudinarias históricas de los fueros, nuestra tradición foral y la actual arquitectura institucional de Euskadi”, solemnizó entonces el lehendakari, Iñigo Urkullu. Y continuó: “Formáis parte de una institución apreciada y valorada por la sociedad alavesa. Es un prestigio ganado con años de servicio público eficaz y contribución a la convivencia y bienestar de la ciudadanía. La institución de Miñones es un legado que hemos recibido. Nos corresponde contribuir a que las siguientes generaciones puedan seguir haciendo de esta institución policial un motivo de orgullo para los alaveses. Nos corresponde garantizar un servicio policial bien integrado en el conjunto de los servicios de seguridad, un servicio policial y asistencial eficaz para la ciudadanía alavesa y vasca”. “Nuestro escudo foral hace una mención expresa a aquella labor de los cuadrilleros del medievo, en aumento de la justicia contra los malhechores”, dijo también Ramiro González, que situó el origen de esta Policía todavía más atrás en el tiempo.

Navarra también mantiene su Policía foral, con competencias de cuerpo autonómico, incluidas las de tráfico, seguridad ciudadana y orden público, aunque compartidas con la Guardia Civil y la Policía Nacional. Álava y Navarra mantuvieron en el franquismo su tradición foral, incluida la Hacienda, por haber sido 'leales' al golpe de Estado de 1936, mientras que las 'traidoras' Gipuzkoa y Bizkaia, que fueron conquistadas por los sublevados más adelante, la perdieron. Los Miñones vizcaínos desaparecieron en 1937, como también los Miqueletes o Mikeletes de Gipuzkoa. Eso sí, en el presente se han restituido simbólicamente ambas instituciones perdidas para cuestiones ceremoniales, si bien no tienen el peso de los Miñones alaveses. Por el contrario, en la dictadura el cuerpo alavés de Miñones era más amplio que el actual (200 efectivos a mediados del siglo XX y varios puestos repartidos por todo el territorio) e incluso colaboraba con la Guardia Civil. En 1980, el 10 de enero, ETA asesinó al comandante Jesús Velasco, jefe de los Miñones.