Navarra propone sancionar a la empresa Oleofat por llevar casi 14.000 toneladas de residuos líquidos de Tudela a Artajona
Medio Ambiente reitera en documentos oficiales que envió “grasas y aceites” como si fueran “lodos”, un caso idéntico al que se investiga en Gipuzkoa por el traslado de lixiviados desde Zubieta hasta esa misma planta de Artajona, Ecofert Sansoain
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha propuesto en marzo de este año una sanción de 30.000 euros a la empresa Oleofat por la comisión de una infracción calificada como “grave” desde el punto de vista de la normativa ambiental, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. Oleofat, con sede en Vitoria e instalaciones en Tudela y Caparroso, está dedicada a la valorización de residuos de aceites y grasas. En 2022 y 2023 envió 13.799 toneladas de residuos líquidos como si fueran lodos desde la planta productiva de Tudela hasta las instalaciones de Ecofert Sansoain en Artajona, también en Navarra, siempre según los informes oficiales.
Se trata de una denuncia coincidente con la realizada contra el denominado CMG-I de Gipuzkoa, el complejo de titularidad pública de Zubieta que incluye tratamiento mecánico-biológico e incineradora que está gestionado por el consorcio foral GHK y que envió aproximadamente 5.500 toneladas de lixiviados a Ecofert Sansoain, sobre la que pende un cierre cautelar por estas irregularidades. Los camiones de Tudela dejaron de llegar en junio pero los de Zubieta siguieron entrando hasta diciembre de 2023.
Sobre Oleofat pende también la amenaza de una segunda sanción, también de 30.000 euros. En este caso es por haber superado unas limitaciones en vertidos de sustancias NTK (nitrógeno total Kjeldahl) y N-NH3 (amoníaco). Sin embargo, la empresa ha logrado una modificación de la autorización ambiental inicial en fechas muy recientes y los datos de las mediciones quedan ahora dentro de los máximos que le han sido concedidos por el propio área de Medio Ambiente del Ejecutivo foral.
Los hechos se iniciaron con una inspección realizada en Tudela el 23 de marzo de 2023. Oleofat está en la ciudad agroalimentaria de la segunda localidad navarra. Los técnicos forales constataron en su informe cuatro irregularidades. Dos de ellas no han sido contempladas finalmente como infracciones, en concreto un “vertido continuo en la red de pluviales de aspecto gris o marrón oscuro con irisaciones” y otro “vertido de color gris oscuro” en una zona no pavimentada próxima a un canal y en el norte de la planta. Sí lo ha sido el asunto de los excesos de NTK y N-NH3 a expensas de que se pueda reconducir la situación a la luz de la nueva autorización ambiental y, sobre todo, el problema de los residuos líquidos enviados a Artajona.
El Gobierno de Navarra, en reiterados informes, explica que Oleofat ha generado un residuo llamado “concentrado de evaporador”, técnicamente catalogado con el código europeo común (LER) 190809 pero que fue enviado a Artajona en camiones cisterna con el código 190814, el equivalente de “lodos” de tratamientos de aguas residuales. Oleofat tiene autorización para generar tanto los unos como los otros, pero Ecofert Sansoain no la tiene para recibir líquidos. Es exactamente el mismo problema al que se enfrenta por la llegada de lixiviados desde Zubieta. Allí se ha llegado a abrir una investigación penal contra GHK -incluido su presidente, el diputado foral de Medio Ambiente José Ignacio Asensio, socialista- porque se estima que además del posible delito ambiental pudo haberse cometido otro de falsedad documental al alterar el código de los lixiviados.
“El envío del concentrado del evaporador a Ecofert [Sansoain] incumple las condiciones establecidas en la autorización ambiental integrada de Oleofat”, resume el informe del Gobierno de Navarra, que también ha actuado contra la instalación de destino con sanciones y una propuesta de cierre cautelar por la recepción de residuos líquidos. Además, se descubrió que Ecofert Sansoain movía los residuos desde su balsa hasta otra de una empresa hermana llamada La Coya y que, desde luego, no tenía tampoco las autorizaciones exigibles.
Más de 450 camiones
Oleofat, a cuyo frente está el empresario alavés Rafael Lavín, que fue en las listas del PNV cuando José Antonio Ardanza era candidato a lehendakari, está autorizada para generar tanto los residuos 190809 como los residuos 190814. Ecofert Sansoain, por el contrario, solamente podría recibir los segundos... y no siempre. Como su actividad es el compostaje y la generación de fertilizante, solamente podría importar lodos de la industria alimentaria, algo que podría no encajar enteramente con el objeto social de Oleofat y que se ha puesto encima de la mesa en algunos documentos internos. En todo caso, Medio Ambiente insiste en que ha habido un envío irregular de camiones cisterna -más de 450- independientemente de este matiz.
Desde la compañía niegan cualquier tipo de irregularidad e insisten en que no van a acogerse al descuento del 50% en las sanciones por pronto pago porque ello implicaría un reconocimiento implícito de culpabilidad. De momento, a finales de marzo presentaron alegaciones. Insisten en que los “lodos” son en un “95%” residuos también líquidos. Y recalca que “no es cierto” que se hayan cambiado los códigos para colar como 190814 partidas que en realidad eran de “mezcla de grasas y aceites”, es decir, 190809. Como prueba, indican que apenas hay 142 gramos de aceite en cada tonelada enviada, según sus analíticas. Además, razonan que sería incoherente que se desprendieran de “grasas y aceites” cuando es su materia prima para ganar dinero. “La autorización ambiental integrada de Ecofert [Sansoain] no limita en absoluto la aceptación de residuos en base a su grado de liquidez”, sostienen desde la compañía.
El consejero navarro José María Aierdi, de la coalición que integra al PNV (Geroa Bai), ha pasado de acudir en diciembre de 2022 a visitar las instalaciones de Tudela y a anunciar nuevas inversiones en su calidad de vicepresidente y responsable, entre otras carteras, de Proyectos Estratégicos, a tener que firmar y explicar las sanciones a Oleofat como titular de Medio Ambiente. De hecho, este mismo mes de mayo y a instancias del principal grupo de la oposición, UPN, tendrá que comparecer en el Parlamento para detallar este caso como antes lo ha hecho con motivo de la investigación abierta por los lixiviados de Zubieta.
Investigación de la Guardia Civil
Oleofat se promociona como un proyecto verde que contribuye “al desarrollo de un mundo más sostenible y amble con el Medio Ambiente”. Preguntados por la contradicción que ello supone con las sanciones, desde la empresa sostienen que “Oleofat dispone en estos momentos del que probablemente sea el sistema de depuración más eficiente de Navarra” y que apuestan por la economía circular y la valorización de residuos. “El funcionamiento general de la empresa contribuye de forma muy importante a la mejora del Medio Ambiente”, abundan.
Entretanto, el Seprona de la Guardia Civil, la unidad especializada en delitos ambientales, ha iniciado una investigación no ya de la balsa de residuos de Artajona sino de su lecho. Se buscan posibles sustancias contaminantes en la decantación, tales como metales pesados. Oleofat no los produce pero sí Zubieta, por ejemplo. Más allá de por recibir residuos aparentemente irregulares, Ecofert Sansoain ha sido sancionada también por su gestión. El Gobierno navarro explicó también públicamente que la balsa con los lixiviados se había desbordado y que había derramado líquido a las parcelas agrícolas vecinas, por ejemplo.