La nueva estación del AVE en Donostia obliga a desmontar una de las pocas estructuras de Eiffel en España
Las obras han supuesto también la demolición de la antigua terminal del Norte de la ciudad, que data del siglo XIX, aunque el Gobierno vasco promete reconstruir su fachada y preservar la marquesina del autor de la torre de París
El paso del ingeniero civil mundialmente conocido Gustave Eiffel por España dejó tras de sí no muchas pero sí significativas construcciones a lo largo del siglo XIX. Una de ellas, la marquesina que hasta ahora decoraba la entrada de la Estación del Norte de Donostia, inaugurada en 1864 y que se ha mantenido en pie al borde del río Urumea hasta su demolición esta semana con motivo de la transformación de la terminal para que pueda acoger la llegada del AVE a la ciudad. Aunque el emblemático edificio se ha convertido en escombros, la estructura de Eiffel ha sido desmontada y, una vez las obras de la nueva estación finalicen, será reformada y se volverá a colocar, según explican fuentes del Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno vasco a este periódico. La ciudad ya había discutido en los últimos años sobre la protección o no del Bellas Artes o de los cuarteles de Loiola.
“La fachada de la Estación del Norte se ha demolido porque era un paso indispensable para la ejecución de la obra y se volverá a reconstruir con las características arquitectónicas anteriores”, aseguran estas mismas fuentes. La operación se ha realizado dentro del Plan de Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido (PEPPUC) de 2021 del Ayuntamiento de Donostia, que permite específicamente la demolición y posterior reconstrucción de la fachada de la estación original. Ese texto recoge que “se conservarán o bien se reconstruirán las fachadas del edificio de viajeros, permitiendo un levante”. En este caso, el proyecto contempla levantar dos plantas adicionales y su objetivo es “adaptar las nuevas funcionalidades del edificio respetando la normativa en materia de restauración del patrimonio urbano”, según recalcan.
A pesar de las justificaciones del proyecto realizadas por las instituciones, desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública llevan años -según aseguran, quince- tratando de evitar el proyecto y el derribo de la antigua estación. “Llevamos años intentando evitar este desastre. La estación es de Adif, la competencia es del Ministerio de Cultura, no nos han hecho caso. Solo se mantendrá la fachada. Es un fachadismo. Solo quedará lo de fuera. Desde el puente se verá bien, pero hay que garantizar todos los volúmenes. Vendrá el AVE pero se puede garantizar el conjunto”, ha criticado Javi Puertas, miembro de la asociación.
En el marco de la llegada del AVE a la capital guipuzcoana, el pasado noviembre se inauguró la estación provisional de Atotxa, ubicada frente al edificio ahora derribado en el Paseo de Francia. El acceso se realiza por la Plaza Néstor Basterretxea, junto al edificio de Tabakalera. La provisional supondrá, hasta el año 2024, la antesala de la futura terminal ferroviaria de alta velocidad. La nueva estación se prevé que esté operativa para finales de 2024 o principios de 2025, sin embargo, la 'Y vasca' por la que circularán los trenes de alta velocidad no estará disponible al menos hasta 2027.
“La intervención de Eiffel en San Sebastián fue ocho años anterior a la construcción de su torre para la Exposición Universal de París, que le dio la fama imperecedera. Incluyó tanto la marquesina metálica situada en la fachada del Paseo de Francia, como la gran cubierta sobre los andenes. No puede hablarse de preservación de la obra de Eiffel cuando la restitución de la marquesina exterior parece más que dudosa y el hangar sobre las vías se desplazará de su ubicación original, insertándolo en un entorno de nueva construcción. Tal como afirma Juanjo Olaizola [del Museo Vasco del Ferrocarril], la estructura metálica sólo puede ser entendida formando parte del conjunto de instalaciones ferroviarias que la vio nacer. Algo que no es, ni mucho menos, incompatible con la modernización del ferrocarril. En un momento en que otras capitales se esfuerzan en restaurar su patrimonio edificado, recuperando incluso elementos desaparecidos, en San Sebastián el desprecio hacia la propia historia ha alcanzado un grado desolador”, sostienen desde la asociación Áncora, que indican que en Bilbao y en Vitoria sí se preservarán con el AVE elementos históricos de las estaciones.
Y añaden: “En San Sebastián nos dolemos de haber perdido nuestros mercados de hierro del siglo XIX, y ahora nuestros munícipes deciden sacrificar otra infraestructura del mismo período, con un valor cultural equiparable. Áncora lleva tiempo denunciando que el PEPPUC no protege eficazmente el patrimonio donostiarra. La ficha urbanística revisada en 2021 reconoce el valor individual de la Estación del Norte, al tiempo que permite derribar y reconstruir sus fachadas, previsión insólita en cualquier Plan de Protección que es contraria a las Cartas Internacionales e infringe la legislación sectorial en materia de patrimonio cultural”.
Llegada del AVE a las capitales vascas
La de Atotxa será una de estaciones de alta velocidad que se construirán en Euskadi. De las de las capitales, es la más avanzada. Eso sí, la estación de Ezkio-Itsaso -pueblo de menos de 600 habitantes- se daba por casi “finalizada” tanto en lo tocante a la “obra civil” como la “urbanización de los accesos”. Aún quedarían por construir la de Vitoria -soterrada en la misma ubicación que la actual, Eduardo Dato- y la de Bilbao -soterrada hasta Abando lo que obligará a que temporalmente el tren se quede en Basauri-. Habrá también terminal en Irún, punto de conexión internacional. Los proyectos de Donostia y Ezkio-Itsaso los ejecuta el Gobierno vasco fruto de la encomienda de gestión realizada por el Estado del ramal guipuzcoano de la 'Y vasca'. Hay un acuerdo para que se encargue también, por delegación del Gobierno central, de los acceso a Bilbao y Vitoria. El AVE es una infraestructura financiada íntegramente por el Estado, por lo que las encomiendas se descuentan del Cupo.
Según han informado desde el Gobierno vasco, Atxotxa dispone de una superficie aproximada de 1.200 m2, que será reutilizada en las fases posteriores de las obras como parte del vestíbulo subterráneo definitivo de la nueva estación hasta completar una superficie total de 7.200 m2, solución que también supondrá la recuperación del paso inferior de Egia con una mayor amplitud, desde los 4,5 m. anteriores hasta los 12,5 m. futuros en su parte más estrecha. En lo que se va construyendo la nueva estación, será necesario acceder a esta estación provisional a través de la pasarela metálica temporal sobre el corredor ferroviario, ubicada en el Paseo de Francia 21 junto al Hotel Terminus.