Nuevo Animalario de la Universidad vasca: 2.700 ratones para buscar cura al Alzheimer, el Parkinson o la ELA

Belén Ferreras

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Los ratoncillos que ocupan las nuevas instalaciones del Animalario de la UPV/EHU están protegidos con las más altas medidas de seguridad y de higiene para que ningún elemento extraño de exterior se cuele en el sistema y dé al traste con la que es su función vital: salvar vidas, o, al menos, contribuir a mejorar la calidad de vida de muchos humanos que sufren graves enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson, la ELA, la isquemia cerebral, el cáncer o problemas del sistema inmunitario. En total son 2.700 animales, en su mayoría ratones y algunas ratas, muchos de ellos ya genéticamente modificados, que nacen, crecen y se reproducen con el único fin de servir a los humanos para conseguir los ansiados avances en la biociencia para atajar estas gravísimas enfermedades. No es casualidad que el nuevo Animalario, en un edificio anexo a la Facultad de Medicina de Leioa, lleve el nombre de Rita Levi-Montalcini, una de las neurólogas más prestigiosas del siglo XX que recibió el premio Nobel de Fisiología y Medicina por el descubrimiento de los factores de crecimiento nervioso, como si el nombre quisiera ser ya un adelanto de lo que se espera del sacrificio de estos ratones al servicio de la ciencia.

El nuevo edificio inaugurado este lunes tiene 885 metros cuadrados. Empezó a construirse en 2012 y ha constado 5,85 millones de euros, de los que 3,5 millones ha aportado el departamento de Educación del Gobierno vasco, y 2,3 los ha puesto el Gobierno de España ha través de los Fondos Feder. Acoge ya a 130 proyectos de investigación autorizados por la Diputación Foral de Bizkaia, en este caso la encargada de dar el visto bueno a investigaciones que suponen la experimentación con animales ante de probar las terapias en humanos.

El Animalario de la UPV/EHU, que cuenta con instalaciones en los tres campus, tiene como objetivo ofrecer a la comunidad investigadora los animales de experimentación necesarios en la investigación y la docencia. Proporciona asesoramiento técnico sobre los animales objeto de experimentación y sobre el entorno que estos necesitan, y es el encargado de velar por el cumplimiento de la normativa vigente sobre protección de animales usados para fines científicos. Por eso, durante la inauguración oficial todos los participantes han insistido en que esta labor “absolutamente necesaria” para el avance científico, se hace cumpliendo todas las medidas de la ética en la experimentación en la utilización de estos animales. De hecho, han señalado que se aplica el principio de las tres erres: Reemplazo, es decir, buscar métodos alternativos al uso de animales; Reducción, utilizar, en cada experimento, el mínimo de animales necesarios; y Refinamiento, eliminar o reducir al máximo posible cualquier posible dolor, sufrimiento, angustia o daño duradero a los animales. En la UPV/EHU no se puede utilizar ningún animal en proyectos de investigación sin el informe favorable del Comité de Ética en Experimentación Animal de la universidad y la autorización de la administración competente, que en el País Vasco es la Diputación foral de cada territorio.

Dudas de los animalistas

Pese a la insistencia de la UPV/EHU de que estos trabajos de experimentación se realizan cumpliendo con todas las garantías de ética, colectivos animalistas han mostrado sus dudas sobre la necesidad de seguir experimentando con animales. Desde Pacma, han asegurado a elDiario.es/Euskadi que pese a estar de acuerdo en invertir en investigación creen que deberían “incrementarse las partidas presupuestarias encaminadas al desarrollo y validación de métodos alternativos a la experimentación con animales, como cultivos in vitro de células, tejidos y órganos; estudios comparativos de población; estudios epidemiológicos; o la investigación clínica con voluntarios humanos, además de las alternativas ya existentes como modelos matemáticos e informáticos o distintos tests que ayudan a prevenir diversas enfermedades”, ha señalado el responsable del colectivo, Asier Esparza.

En su opinión, la “sustitución de animales vivos en el campo de la experimentación por métodos alternativos es ya un hecho”. Además ha considerado que son “numerosas las voces de la comunidad científica” que consideran que la extrapolación de los resultados conseguidos en animales a humanos “conlleva numerosos errores”. En cualquier caso Esparza critica que “el ser humano se considere evolutivamente en la cúspide y con el derecho a someter al resto de animales para su propio beneficio”. “Precisamente por la posición que ocupamos en dicha evolución, debemos de ser conscientes y cuidar y respetar al resto de especies y el medio ambiente como no se ha hecho en la historia de la humanidad. Si hubiéramos entendido esto, hace tiempo que por una cuestión de necesidad, la creatividad infinita del ser humano ya habría inventado alternativas viables como parece demostrar el sector científico que como digo va dando pasos en esa dirección”, asegura.

El nuevo edificio del campus de Leioa cuenta de dos plantas: La Planta O es la que contiene el animalario propiamente dicho, con tres zonas principales: La zona de cría con salas donde los animales se alojan y se reproducen. Es una zona de acceso totalmente restringido al personal de esta unidad, bajo estrictas medidas de higiene. La zona de experimentación, donde se llevan a cabo los procedimientos con animales por parte de los equipos de investigación. Y otra zona de servicios comunes no implicados en la experimentación, como vestuarios, sala de control, almacenes, zonas de lavado, dispensadores de pienso, desinfección, etc.

En la planta primera se encuentran los sistemas de control de climatización e iluminación, muy importantes para los animales, el circuito de filtrado del agua de bebida, cableado de voz y datos, sistemas de alarmas, etc. En la inauguración ha estado presente la rectora Eva Ferreira, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso y el viceconsejero de Educación de Gobierno vasco, Adolfo Morais, además de la vicerrectora de Investigación, Inma Arostegui, que han destacado la importancia de estas instalaciones para potenciar la investigación en Euskadi y que la UPV/EHU sea referente a nivel mundial en este campo.