El 'número dos' del SUP en Euskadi dimite y denuncia la “deriva ultra” del sindicato policial tras el acuerdo con Desokupa
El secretario de Organización del SUP de la Policía Nacional en Bizkaia y en Euskadi, uno de sus dirigentes de referencia en los últimos años, ha redactado una carta en la que renuncia a su cargo y a su condición de afiliado después de que trascendiera un acuerdo de formación entre esta central y Desokupa. En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico y que está datada en Bilbao este lunes, denuncia la “deriva ultra” del sindicato principal del cuerpo al haber forjado una alianza “con una organización que busca debilitar a un Gobierno legítimamente constituido”.
“La razón principal de mi renuncia es la deriva ultra que ha tomado el SUP en los últimos tiempos. Me duele profundamente ver cómo el sindicato que una vez fue la punta de lanza en la formación en materia de seguridad en España, y que siempre se caracterizó por su independencia y su compromiso con los derechos de los policías, se ha convertido en un instrumento político al servicio de intereses personales. La reciente alianza con la organización ultra Desokupa es, a mi juicio, el punto de no retorno en esta deriva. Me parece inaceptable que el SUP se alíe a una organización que busca debilitar a un Gobierno legítimamente constituido”, escribe.
Y añade: “Lo que es aún más grave es que Desokupa es una organización que se caracteriza por su ideología, denunciada en varias ocasiones por coacciones, intimidación y lesiones. Me parece inaceptable que el SUP establezca alianzas con una organización que promueve la discriminación y el odio hacia determinados grupos de personas. ¿Cómo podemos justificar que un sindicato que se supone que defiende los derechos de los policías se una a una organización que ataca los derechos de los demás?”.
“Este pacto se produce en un momento político muy concreto. Me hace pensar que algunos responsables sindicales están utilizando la organización en beneficio de su ideología. Me parece que se está utilizando el sindicato para promover una agenda política que no tiene nada que ver con los intereses de los policías. Lamentablemente, creo que el SUP ha perdido su rumbo y su identidad. La alianza con Desokupa es un ejemplo claro de cómo el sindicato ha abandonado sus principios y se ha convertido en un instrumento político. Pienso que esta decisión trasciende al propio sindicato, trasladando a la sociedad una imagen distorsionada del SUP y de la Policía Nacional”, abunda.
El dirigente del SUP en Euskadi realiza una reflexión más general sobre el papel del SUP, que en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa también vio mermada su representatividad tras el surgimiento del movimiento Jusapol. Demanda que la central “reflexione” y “vuelva sus orígenes” como “sindicato independiente”. En este sentido, el ya exresponsable de Organización entiende que en Euskadi sí ha preservado esa “independencia” y que ha trabajado en pro de la plantilla “en momentos muy difíciles”. En suelo vasco, la Policía Nacional, que sufrió de manera directa la amenaza de ETA, tiene competencias más limitadas por la condición de la Ertzaintza de cuerpo “integral”. Gestiona fronteras, inmigración, extranjería, DNI y pasaportes e investigación de asuntos de carácter suprautonómico, como el crimen organizado, la trata de mujeres, la lucha contra el yihadismo y otras operaciones especiales.
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