El obispo de Vitoria condena la violencia homófoba y la “exclusión” de los inmigrantes en el acceso a la vivienda
“La Iglesia -católica- es casa abierta a todos, sin excepción”. Es el mensaje del obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, que este jueves ha oficiado la misa por el día de la Virgen Blanca en la parroquia de San Miguel, palabras que en otras circunstancias abrirían el día grande de las fiestas de la ciudad. En una inusual jornada que por segundo año consecutivo se ha celebrado con aforo limitado, el prelado ha incluido un mensaje de condena a la violencia por motivos de orientación sexual y a las dificultades de las personas extranjeras para alquilar viviendas. Ha mostrado su preocupación por una “sociedad polarizada” que “coloca constantemente” a los ciudadanos “en trincheras”.
“Los reproches continuos, la batalla encarnizada ideológicamente, la aniquilación del contrario, la violencia entre jóvenes, por su orientación sexual o hacía la mujer, hijos y ancianos, y muchos más mensajes de intolerancia son actitudes opuestas al estilo cristiano de vivir en sociedad”, ha denunciado durante el sermón.Y ha subrayado que la Iglesia “es parte del tejido social de Vitoria y del mundo” y que la labor “más importante” de un cristiano es “no callar ante las injusticias y los atropellos del mundo”. “Siendo tolerantes denunciamos la actitud del intolerante. Siendo generosos, denunciamos la actitud del egoísta. Siendo ecologistas denunciamos los abusos de un sistema que maltrata nuestro ecosistema y tratando de ser buenos denunciamos la maldad del mundo”, ha animado.
En este contexto, ha destacado las “dificultades” a las que se enfrentan “muchas familias para acceder a una vivienda”. “Ni que decir los inmigrantes”, ha añadido tras incorporar una referencia expresa a los problemas de los extranjeros para encontrar un alquiler en muchas ocasiones. Elizalde también ha sido crítico con la “avaricia”, que “crea una burbuja que asfixia a las nuevas generaciones y condena a la exclusión a quienes vienen a labrarse un futuro mejor”, y ha aludido a que debe fomentarse “el acceso a precios no abusivos”, en relación con la vivienda.
Durante la homilía, el obispo ha apelado a las instituciones públicas “a no perder la centralidad de la sagrada dignidad humana de todos los ciudadanos” y ha señalado la secularización como “amenaza”. “No solo del ADN de nuestras fiestas patronales, sino también de nuestra cultura, de nuestras relaciones familiares y personales, y de nuestros valores”, ha añadido.
El alcalde, el Gorka Urtaran, el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi, el abad de la Cofradía de la Virgen Blanca, Ricardo Sáez de Heredia, y otras autoridades locales han asistido a la principal celebración religiosa del día de la Blanca y a la homilía del obispo, que ha comenzado a las 10.30 después de una breve procesión desde la sacristía hasta el altar mayor. La celebración ha finalizado con el canto del himno a la patrona, una ofrenda floral y la petición de ayuda de Elizalde a la virgen. “Crecer con nuevas vocaciones a sacerdotes santos, hombres y mujeres para la vida consagrada, jóvenes fuertes y firmes en su fe, familias que hagan de su hogar una cuna de amor y respeto, mayores y enfermos atendidos y nunca solos, y excluidos y migrantes siempre en la acción social de la Iglesia”, ha concluido.
0