“Obligar a una mujer a tener un hijo fruto de una violación fuera de su voluntad es constitutivo de tortura”, ha afirmado Marian Sanz, técnica de género de Medicus Mundi Bizkaia en referencia a las declaraciones del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, en las que ha valorado el anteproyecto de Ley del Aborto del PP como “injusto”, puesto que a su juicio, “la defensa de la vida no puede tener excepciones” incluso en caso de violaciones.
En este sentido se ha manifestado la técnica de Medicus Mundi Bizkaia, que esta semana ha ofrecido una charla en la Casa de Cultura de Getxo junto a Anabel Sanz, representante de la plataforma en favor del derecho al aborto, sobre los derechos sexuales reproductivos en la que valoraron la reforma de la Ley del aborto diseñada por el actual ministro de justicia Alberto Ruiz-Gallardón.
Según explicó Marian Sanz, la Iglesia católica ha ido cambiando su posición a lo largo de la historia. “En el siglo XVI, existía algún obispo que aceptaba que hasta que el feto se moviese, la mujer pudiera decidir si tenerlo o no”, señaló. Es el caso de Antonino de Córdoba quien en el siglo XVI dijo que “se podría tomar medicina abortiva incluso más tarde en el embarazo si la salud de la madre lo requería”, según detalla la web 'The Religious Consultation'. “La Iglesia católica va cambiando sus posicionamientos sobre rechazar el aborto, por lo que es muy hipócrita, porque detrás no sólo hay una defensa a la vida, sino un posicionamiento político claro”, añadió la técnica de género.
En relación a las declaraciones del obispo Munilla, Anabel Sanz manifestó que “a la Iglesia solo le importa la vida antes y después de la vida, es decir, solo le importa el aborto y la eutanasia, pero poco interés tiene por los niños de los desahuciados que se quedan en la calle”. En palabras de la portavoz de la plataforma en defensa del aborto de Bilbao, “uno de los grandes aliados del PP en este tema siempre ha sido la Iglesia y los grupos antielección en contra de los derechos de las mujeres en general”.
Para la portavoz de la plataforma, “la campaña” que están haciendo actualmente los grupos antielección es “muy similar”. “Se organizan internacionalmente, en Estados Unidos han llegado a asesinar a médicos que practicaban abortos”, ha apuntado. “Lo que hacen es crear un contexto absolutamente hostil para que las mujeres nos sintamos culpables. Es eso, precisamente, con lo que la Iglesia nos lleva machando toda la vida”, aseguraba la portavoz sobre lo que considera “una táctica habitual que hay que desenmascarar”. A su vez, la representante comentaba que es “importante cuidar el lenguaje” porque “una mujer embarazada no es una madre, un feto no es un niño y los antielección no son provida”.
“En España se ha abortado siempre”
En este punto, Sanz como miembro también de la asociación feminista Feministalde de Bilbao, ha dicho que “en España tenemos que enfrentarnos a un desafío importante por este nuevo proyecto de Ley que intenta retrotraernos a treinta años atrás”. “Lo que tenemos que hacer es recuperar la Segunda República porque en 1937 ya existía el derecho al aborto y la defensa de las libertades de la mujer. Posteriormente, la dictadura franquista ata a las mujeres al más férreo control de su cuerpo y de su vida durante sus 40 años de duración en los que el aborto estaba penado con cárcel, lo que no quiere decir que no se abortara porque en España se ha abortado siempre”, cuenta la miembro de Feministalde.
“En 1982 se presenta la primera ley de despenalización del aborto, que no se aprobó hasta 1985 por un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por José María Ruiz-Gallardón, padre del actual ministro de justicia que como vemos busca hacer lo mismo que su progenitor”, ha declarado Sanz. Tomando la trayectoria histórica como referencia, la representante ha señalado que el aborto en España es “un continuo que va y viene”. “La ley de Zapatero de 2010 en esta materia fue un avance terrible, pero ahora quieren devolvernos treinta años atrás y no lo podemos permitir”, aseguró Sanz a la vez que apelaba a la movilización de las mujeres ante “una reivindicación vital que afecta a todas”.
NOTA: En una versión anterior de esta misma noticia aparecía que “en el s.XIX existía algún obispo que aceptaba que hasta que el feto se moviese, la mujer pudiera decidir si tenerlo o no” cuando en realidad fue en el siglo XVI.