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Ocho acusados aceptan una condena por “sabotear” un mitin de Vox en Bilbao y un noveno se enfrenta a un juicio

Juicio por un delito electoral contra Vox en 2019 en Bilbao con nueve acusados

Maialen Ferreira

Bilbao —

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Vox ha sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Bizkaia a nueve personas acusadas de intentar sabotear un mitin electoral el 5 de noviembre de 2019 (había generales) en el barrio de Atxuri, en el centro de Bilbao. Todos ellos están acusados de un delito electoral y algunos también de maltrato de obra -agresión sin lesión-, amenazas leves, delitos de odio y resistencia. Por estos hechos la Fiscalía solicitaba penas de entre siete y 16 meses de prisión, mientras Vox, presentado como acusación particular, pedía entre 4 y 8 años de cárcel. Antes de la celebración del juicio, este lunes, ocho de los nueve acusados han reconocido los hechos y han llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que en su escrito de acusación ha eliminado los delitos de odio y de resistencia, por lo que las penas han sido rebajadas. Al no superar los dos años de condena, ninguno de ellos irá a la cárcel.

El único acusado que no ha aceptado el trato con la Fiscalía, Xabier Monje, se enfrenta a una petición de Fiscalía de siete meses de cárcel por un delito electoral y tres meses de multa por amenaza leve y a petición de Vox tres años de cárcel por delito de odio y un año por delito electoral. “No puedo aceptar esos delitos por mi conciencia. Yo solo me acerqué a debatir con ellos. Soy una persona del barrio, soy maestro en la escuela, trabajo con colectivos de personas vulnerables y de personas migrantes. Para mí aceptar que lo que hice fue un delito personalmente sería morir”, ha explicado a este periódico Monje.

Según ha reconocido, se acercó al mitin de Vox para “preguntar por las políticas sobre migración y sobre qué tipo de acciones querían llevar a cabo en el barrio”. “Fui a esa plaza a hablar sobre las políticas que querían realizar en Atxuri. No sabía que iban a estar ahí, salí del trabajo y los vi de camino a casa. Quería contrastar con ellos los puntos que tenían que ver con el barrio. Si soy sincero yo no estoy a favor de lo que proponen porque en nuestro barrio hay personas migrantes, ha habido casos de violencia machista y contra las mujeres y por eso quería debatir y contrastar con ellos lo que querían proponer. Me siento muy implicado con el trabajo social, he trabajado en asociaciones con personas y jóvenes con riesgo de exclusión social y he sido maestro en la escuela de Atxuri y me siento una persona activa en el barrio, me preocupan las cosas que ocurren en él”, ha detallado durante la primera sesión del jucio, en la que no ha declarado porque ha pedido declarar una vez finalicen las pruebas para tener una “mejor garantía a la hora de ejercitar el derecho de defensa”.

Antes de comenzar el juicio el abogado de Monje ha interpuesto una queja porque una de las representadas por la acusación particular, la que fuera candidata al Congreso de los Diputados por Bizkaia en las elecciones de 2019, Nerea Alzola, exparlamentaria autonómica del PP y muy próxima a Santiago Abascal, se ha dirijido en su red social X a los acusados como “terroristas”, “batasunos agresores” o “proetarras”. Sin embargo, el juez ha considerado que la queja “no ha lugar” al entender que “no afecta al desarrollo de la vista”. “Para nosotros deberían poner unos límites. Que antes de que empiece el juicio se diga que todos los acusados son terroristas o proetarras son inaceptables. Ahí sí que se puede ver que hay odio. Nosotros entendemos que la justicia es no aceptar este tipo de insultos. Nos da pena porque creemos que los magistrados deberían haberse pronunciado contra esos comentarios y deberían haber dicho que son inaceptables”, ha explicado el abogado.

Durante la primera jornada han declarado seis testigos: la que fuera candidata de Vox al Congreso por Bizkaia, Nerea Alzola, y otros dos miembros de Vox, además de tres agentes de la Ertzaintza que participaron en el suceso. Según han explicado, “una veintena de personas” acudieron a la carpa que el partido político estaba montando en Atxuri y comenzaron a increpar a los políticos que allí había con “insultos y amenazas”. “En los actos de campaña nos desplazamos por distintos lugares de Euskadi con una furgoneta. Poníamos música, el himno del partido y canciones características de nuestra ideología. Nuestro objetivo era que todo el que pasara tuviera información de lo que hacíamos. En este caso no pudimos hacerlo porque desde que aparecimos con la furgoneta ya hubo gente que empezó a gritar y a llamar por teléfono a más personas para intimidarnos. Les gritaron a nuestros compañeros y nos estresarnos un poco. Hasta que cuando estábamos montando la carpa nos agredieron unas cuantas personas y apareció la Ertzaintza. Tuvo que establecer un cordón policial y no pudimos repartir los programas. Nos dijeron fascistas fuera de nuestros barrios, degenerados y una señora me llamó asquerosa. También escuché que me dijeron: ”Nerea sabemos dónde vives, márchate de aquí, no te queremos“, ha testificado.

La fiscal le ha preguntado si “sintió temor”, a lo que ella ha respondido: “No puedo negar que sientes miedo, eso es humano”. “Gracias a que llegó la Ertzaintza nos sentimos un poco más protegidos, pero no dejas de estar estresada toda la tarde. Éramos 6 o 7 y estuvimos bastante nerviosos. Si no hubiera estado la Ertzaintza nos hubieran linchado seguro”, ha reconocido tras asegurar que les “tiraron objetos desde las casas como una tuerca, piedras y huevos” y que “una señora” fue “corriendo” y le “empujó”.

Como el resto de los acusados han reconocido los hechos y aceptado la pena propuesta por la Fiscalía, el juicio se ha centrado en el caso de Monje y en su participación en los altercados. En este sentido, Alzola ha reconocido que vio a Monje aquella tarde, pero que “estaba tranquilo”. “Este señor concretamente me llamó la atención. Le vi porque estaba muy tranquilo, con los brazos cruzados. Estuvo toda la tarde. Formaba parte de la marabunta que nos decía que nos fuéramos. No puedo concretarle qué hizo, pero estuvo toda la tarde”, ha señalado.

Los otros dos testigos, también miembros de Vox, han reconocido que no pudieron llevar a cabo el acto por los altercados que tuvieron lugar en el barrio bilbaíno. Sobre Monje, uno de los dos testigos ha asegurado que “se saltó el cordón policial y ya está”. “No le vi hacer nada más aparte de eso. Quiso avanzar y ya está. Alguna cosa decía, pero no recuerdo. De todo lo que había allí no recuerdo que sería lo peor, ni de lejos”, ha subrayado. Mientras que el último testigo de los miembros de Vox la plaza “se convirtió en una ratonera” de la que no podían salir y en la que no pararon de escuchar “insultos y amenazas”, pero que Monje, quien como ha recordado el testigo “portaba un instrumento musical”, “iba y venía de buenas”.

En la actuación policial, según han confirmado los tres agentes de la Ertzaintza que han declarado como testigos, estaban asignados dos policías y una patrulla que iba “de paisano”. A la espera de aviso se encontraban tres patrullas de la Brigada Móvil por si hubiera “algún incidente”. Finalmente, tras ver las protestas y que se estaba “tensando la situación”, activaron a la Brigada Móvil y acudieron al acto de Vox 18 agentes de esa unidad a “proteger la carpa” que habían instalado. “Estaban intentando impedir el acto, estaban tratando de que la gente no se animase a participar el acto. La situación no era pacífica, era tensa. Había cabecillas que hacían que la gente se animase cuando todo se calmaba. Se detuvo a los que animaban a seguir increpando y agrediendo, a los que estaban más alterados”, ha detallado una de las agentes que intervino en el suceso.

“Yo vi un grupo de 20 o 30 personas alrededor de la carpa de Vox, zarandeando la carpa e intentando impedir el acto. Pusimos un cordón policial, apartamos al grupo, pero luego fue viniendo más gente y se calentó el ambiente. Intentaban rebasar el cordón policial con gritos y amenazas. Muchos insultos iban dirigidos a los miembros de Vox a los que les decían Fascistas, alde hemendik (”Fuera de aquí“, en euskera)”, ha indicado el responsable de una de las furgonetas de la Brigada Móvil.

Sobre Monje, uno de los ertzainas ha confesado que “recuerda” que “insultó a los miembros de Vox llamándoles fascistas”. “Estaba en una zona del cordón policial, intentó saltarlo. Le dije que se calmara y que respetara ese acto, que tenía derecho le gustara o no. Primero se tranquilizó y luego se puso peor diciendo que no lo podíamos consentir. Dijo que solo quería hablar y a informarse sobre el partido, pero evidentemente no quería hablar. En cuanto avanzaba un metro se ponía a insultar”, ha concluido el ertzaina.

En un primer momento el juicio se iba a desarrollar en tres sesiones y finalizaría el miércoles, pero al haber aceptado el trato con la Fiscalía ocho de los nueve acusados, la mayoría de los testigos han sido descartados y tan solo declararán este martes algunos agentes de la Ertzaintza más. Después Monje realizará su declaración una vez finalicen todas las pruebas y será el alegato final de su abogado, el Ministerio Fiscal y la acusación particular.

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