Oihane Agirregoitia, candidata europea del PNV y de la coalición CEUS: “¿Por qué no nos van a votar incluso en Madrid?”

Es viernes a mediodía en Landaburu Etxea, la sede del PNV en Vitoria en plena plaza de la Virgen Blanca. Un parlamentario sale de allí con una bicicleta para hacer campaña con una gran fotografía de Oihane Agirregoitia (Bilbao, 1980). Es la candidata de la coalición CEUS (Coalición por una Europa Solidaria), que integra a su formación, a Coalición Canaria, a los socios de Geroa Bai en Navarra y al PI balear y que tiene algunas adhesiones de formaciones pequeñas de Galicia o del sector moderado de la extinta CiU en Catalunya. Otra dirigente del Araba Buru Batzar reparte sin parar folletos, globos, caramelos, bolígrafos y papeletas. “Si por ti, lo que sea”, le dice en euskera a la aspirante, que recibe agradecida el cumplido y se ríe cuando le sacan parecido con la cantante Laura Pausini. La hasta ahora desconocida Agirregoitia, exconcejal en Bilbao y excargo de la Diputación de Bizkaia, ha sido la elegida para sustituir a la veterana Izaskun Bilbao, que acumulaba tres legislaturas en Bruselas y Estrasburgo. El PNV y CEUS se enfrentan al reto de intentar salvar el escaño europeo en unas elecciones con circunscripción única en España y en las que, además, la perspectiva es de una muy baja participación. A pesar de la muy reciente satisfacción de que Imanol Pradales ganara las autonómicas del 21 de abril, en el PNV no se escapa que son ya varias citas consecutivas con las urnas con caídas. En la entrevista, en la que Agirregoitia se hace acompañar de un portátil y de una libreta donde dibuja algunos esquemas para ordenar sus ideas, la candidata insiste en que CEUS es la única oferta con propuestas concretas para Euskadi y recalca la larga tradición europeísta del PNV. Pone en valor que son también los únicos con lista “en los siete 'herrialdes' vascos”, en referencia a la candidatura del PNB en la circunscripción francesa dentro de una coalición ecologista. Y minimiza también las diferencias entre las dos principales patas de CEUS, PNV y CC, que votaron lo contrario con la amnistía y que tienen discursos diferentes sobre “inmigración irregular”. Muestra también su “absoluto respeto” a que Junts haya decidido ir en solitario y priorizar su agenda soberanista catalana.

El otro día participó en un debate en ETB1 con seis formaciones políticas. Podría darse la paradoja de que el PNV gane las elecciones en Euskadi y que sea el único de esos seis que no tenga escaño.

No nos planteamos ese escenario. Nuestro objetivo es mantener el escaño.

¿Creen que habría que poner fin al sistema de circunscripción única en España?

Sí. Es algo que hemos venido reclamando desde hace tiempo. Lo seguiremos defendiendo. En el proceso que abrió Europa sobre el futuro, en el que se pudo participar para hacer propuestas concretas, el Partido Nacionalista Vasco presentó un documento con distintas líneas y una de ellas era ésa.

¿Y cuál sería esa circunscripción?

La que venimos defendiendo como país y como nación.

¿Pero sería de tres territorios, de cuatro territorios o de siete territorios?

Tenemos que resaltar que somos el único partido que nos hemos presentado en los siete 'herrialdes'. Por lo tanto, es lo que defenderemos.

En las europeas no hay un listón mínimo de votos. En otras convocatorias es del 3% o del 5%. Esto le beneficia al PNV. De hecho, en las últimas elecciones europeas no llegó al 3% y sacó el escaño.

Lo venimos diciendo en todos los actos que hemos hecho de campaña: hacemos un llamamiento a la participación. Es el acto con el que la ciudadanía puede comprometerse y decidir quién quiere que sea su voz en Europa en los próximos años. De forma natural, nuestro objetivo es que vaya el mayor número de personas a votar, porque es un derecho y porque es una forma de implicarse en el futuro de Europa y de Euskadi. Nos jugamos muchas cosas.

Uno de los puntos del acuerdo de investidura del PNV con Pedro Sánchez fue precisamente que, si se reformaba la ley electoral de cara a las elecciones europeas para fijar un mínimo, ese listón se pactase con con el PNV. ¿Se ha avanzado algo en esta cuestión?

Desconozco los avances que ha podido haber en esa materia. Si estaba entre los acuerdos con Sánchez, entiendo que, al igual que en el resto de puntos, estarán trabajando para ello.

Volviendo al tema de la participación. ¿Cómo se moviliza a la ciudadanía para unas elecciones que en principio siempre se ven como las más lejanas y que, además, llegan muy pocas semanas después de las elecciones vascas?

Es cierto que, si hacemos esa mirada un poco con perspectiva, ha habido muchos procesos electorales en los últimos años. Sí se puede percibir esa sensación de ‘ya vienen otras elecciones más’. De ahí nuestro reto y nuestro deber de conseguir que la ciudadanía vasca vea con claridad que nos jugamos muchísimo como Euskadi en las elecciones europeas. Casi el 80% de las normas que allí se aprueban tiene un impacto directo después en nuestro día a día. Las últimas encuestas que hay a nivel europeo sí que marcan, por ejemplo, un interés mucho mayor de la franja más joven por las elecciones europeas y por cuestiones globales.

El PNV ganó el 21 de abril pero no puso fin a varios ciclos electorales seguidos de caídas y de desgaste. ¿Teme que EH Bildu pueda ganar estas elecciones en el ámbito vasco?

El Partido Nacionalista Vasco fue el ganador de las anteriores elecciones. Ante unas elecciones europeas -y reforzando el mensaje que decía anteriormente de que Euskadi se juega mucho en ámbitos muy estratégicos- no nos planteamos esto como una segunda vuelta de nada. Lo mismo que pensamos que a nivel estatal no es una segunda vuelta de nada. El Partido Nacionalista Vasco tiene una larga trayectoria como partido europeísta que no la pueden demostrar o evidenciar otras formaciones políticas. Ahí está nuestro histórico. Con respecto a nuestra representante en Europa, Izaskun Bilbao Barandica, el otro día salía publicado un 'ranking' de quiénes han sido los europarlamentarios más activos y ella estaba en unas posiciones buenísimas. Nuestro objetivo es dar a conocer las 160 propuestas que tenemos en nuestro programa electoral. Sabemos que es lo que nos diferencia. Además de nuestra trayectoria europeísta, el resto de formaciones políticas no tienen programa electoral.

Ha citado a Bilbao. ¿Le ha pedido ya esa agenda de contactos que ha labrado en quince años?

Estoy trabajando con ella codo con codo. Estamos todos los días. Hablamos y  hablamos. Si no nos vemos presencialmente, lo hacemos por WhatsApp. Llevamos ya tiempo trabajando juntas. Limitarlo a un consejo o a un trasvase de agenda sería muy injusto con respecto a todo el trabajo que estamos haciendo.

¿Se imagina interviniendo en euskera en el Parlamento Europeo?

Sí, sí, sí.

¿Y cómo lo va a conseguir?

Hay que seguir avanzando. Primero, hay que mantener el intergrupo de minorías, en el que hemos estado participando activamente y desde el que hemos conseguido que el euskera esté presente en el Museo de la Historia Europea, por ejemplo. O desde el que se impulsa que creaciones culturales en euskera puedan acogerse a programas de industrias culturales y creativas. Tenemos una hoja de ruta clara para que las lenguas minoritarias -oficiales, cooficiales o en procesos de serlo- puedan tener presencia y reconocimiento oficial en las instituciones europeas. Esto es parte de esa Europa diversa, la del lema ‘Unidas en la diversidad’.

¿Por qué cree que solamente el PNV puede ser la voz de los vascos en Bruselas y en Estrasburgo?

El histórico del Partido Nacionalista Vasco viene desde antes de los propios orígenes de la Unión Europea. [José Antonio de] Aguirre y [Francisco Javier de] Landaburu ya participaron en los primeros movimientos europeos. Siempre hemos sido europeístas. Con visión crítica cuando hemos creído que las cosas se podían hacer de otra manera, igual que los seguimos haciendo en estos momentos, pero europeístas. Es lo que nos ha permitido siempre tener representación y llevar y defender los intereses de vascos y vascas. Tenemos partidos políticos que tienen un programa electoral a nivel estatal donde no existe ni una sola mención a Euskadi. Ante eso, lo que proponemos y lo que presentamos con absoluta transparencia y honestidad son 160 medidas.

Ha utilizado la palabra “Euskadi”. ¿La prefiere a “Euskal Herria”?

Si miramos la historia del Partido Nacionalista Vasco, podemos ir incluso a “Euzkadi”, con zeta.

En las papeletas de Navarra no sale su nombre. Y, al revés, en las papeletas de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa no salen los candidatos del PNV de Navarra. ¿Por qué?

Precisamente por eso defendemos también una circunscripción y el poder presentar las candidaturas de otra forma. Amaia, que es la persona que aparecerá en Nafarroa, es una compañera de viaje maravillosa para defender los intereses que tenemos en común y que venimos defendiendo históricamente.

¿Pero por qué no utiliza el PNV sus siglas en Navarra?

En la coalición, es la forma en la que nos encontramos cómodos y cómodas.

En la circunscripción electoral de Francia, ¿qué objetivos se marca el PNV?

Nuestro objetivo a nivel global es poner en valor que somos el único partido que nos hemos presentado en los siete 'herrialdes'. Como decía, nuestro reto es mantener el escaño y ser la voz de Euskadi en Europa para poder defender los intereses de los siete 'herrialdes'.

El PNV va en coalición allí con fuerzas ecologistas francesas. ¿Qué objetivos se marca esa coalición?

Hay unos pilares comunes que tienen que ver con la defensa de la esencia europea y de los valores democráticos como la libertad, la justicia social o el fortalecimiento de la identidad vasca en Europa. Bajo ese lema de ‘Unidas en la diversidad’, queremos el fortalecimiento de la competitividad de Europa para que sea un agente económico ante los modelos de China y Estados Unidos. También defendemos el papel de Europa como un agente de paz ante los conflictos que se están originando a nivel mundial y ante el recrudecimiento de guerras como la de Ucrania o como la de la franja Gaza.

Hablemos de la coalición CEUS. ¿Qué tienen en común Coalición Canaria y el PNV? Lo digo porque este jueves, en el Congreso, Coalición Canaria votó con el PP, con UPN y con Vox contra la amnistía. El PNV votó a favor. El presidente canario hizo después unas declaraciones muy críticas contra la amnistía.

En lo que ponemos el foco ante unas elecciones europeas es en todo aquello que nos une. Tuve la ocasión de estar con Carlos [Alonso, candidato de CC], que se acercó al acto de cierre de campaña de las elecciones al Parlamento Vasco. Tuvimos la posibilidad de compartir qué es lo que pensamos con respecto a ese derecho que tenemos a que las realidades nacionales y regionales como las nuestras tengan su espacio en Europa. Como Partido Nacionalista Vasco también, y dentro de las políticas comunes que tiene Europa, defendemos que las regiones ultraperiféricas e insulares sean reconocidas con un estatus específico. Eso les abriría las puertas a programas presupuestarios y a financiación para hacer frente a problemas que viven mucho más intensamente.

Coalición Canaria también apoyo el 155 en Catalunya. ¿No hay problema con eso?

Para las elecciones europeas no tenemos ningún problema.

"El Partido Nacionalista Vasco forma parte de una coalición llamada CEUS pero, además, forma parte del Partido Demócrata Europeo desde sus orígenes, desde hace más de 20 años. Y del grupo RENEW, la tercera fuerza de centro, liberal y proeuropea que ha estado dando estabilidad a todos los acuerdos que salían del Parlamento Europeo"

¿Por qué el PNV no va en coalición con Junts cuando históricamente sí que han concurrido con lo que era CiU?

Con Junts existe una buena relación. El propio [Jordi] Turull estuvo en el mismo acto que mencionaba recientemente. En cualquier momento y en cualquier espacio nos encontraremos con Junts si existen objetivos comunes y proyectos comunes. Se trabajará conjuntamente. Pero en las anteriores europeas no estuvimos ya con Junts. Ellos, en estos momentos, tienen una realidad catalana y unas prioridades que puede que no coincidan con las primeras prioridades del Partido Nacionalista Vasco. Deberíamos verlo con normalidad. Si en un momento determinado hay alguien que tiene una preferencia por poner su 1-2-3 en su realidad nacional, absoluto respeto.

En 2019, CEUS obtuvo unos 3.000 votos en Catalunya. ¿Qué cifra aspiran a alcanzar ahora que han logrado algunos apoyos entre exdirigentes relevantes del mundo más “pragmático” de lo que era el PDeCAT o similares?

Hay unos partidos políticos que formamos parte de la coalición CEUS, Coalición Canaria, el PI de las Islas Baleares, Geroa y el Partido Nacionalista Vasco, por supuesto. Luego tenemos adhesiones a la coalición por parte de distintos tipos de formaciones, tanto gallegas como catalanas. El objetivo es representar a todos aquellos catalanes y catalanas que sientan que lo que se defiende por parte del Partido Nacionalista Vasco y en la coalición tiene encaje con sus prioridades y con su forma de hacer política, con su estilo. Hablamos de defensa de la esencia europea y de los pilares económicos, de equilibrio social hacia la modernización, hacia el desarrollo económico y hacia nuevos servicios avanzados. De descarbonización de la mano del sector industrial. Bienvenida sea cualquier formación que se encuentre alineada y comparta los objetivos.

Estando en una circunscripción única, a CEUS se le puede votar en Madrid, en Andalucía y en otros sitios donde el PNV no tiene implantación. ¿Se animaría a pedir el voto a un ciudadano de Madrid, por ejemplo, que nunca se hubiera imaginado votando al PNV y que ahora tiene la oportunidad de hacerlo?

¿Por qué no? Si esa persona siente que los proyectos que se presentan en nuestro programa de electoral son positivos… Por cierto, el Partido Nacionalista Vasco forma parte de una coalición llamada CEUS pero, además, forma parte del Partido Demócrata Europeo desde sus orígenes, desde hace más de 20 años. Y del grupo RENEW, la tercera fuerza de centro, liberal y proeuropea que ha estado dando estabilidad a todos los acuerdos que salían del Parlamento Europeo. ¿Por qué no lo van a hacer? Además, en Madrid hemos tenido votos también ya históricamente.

En los mítines se está repitiendo bastante la idea de que hay ciertos riesgos políticos asociados al auge de la extrema derecha. Pero añaden también que hay populismos y extrema izquierda igualmente. ¿A quién se refieren?

El Parlamento Europeo está perfectamente identificado con siete grupos. Y los hay quienes se encuentran en la extrema izquierda y en la extrema derecha. Ya lo hemos dicho en varias ocasiones respecto a declaraciones como las de Ursula von der Leyen, en la que jerarquizaba los grupos de extrema derecha, por ejemplo. Para nuestra coalición no existen jerarquías. Nuestro candidato a presidir la Comisión Europea es Sandro Gozi y con él hemos marcado claramente las rayas rojas. Las hemos marcado en Madrid, las hemos marcado en Euskadi y las marcaremos también en Bruselas y en Estrasburgo.

Sí, pero, por concretar. Por ejemplo, ¿cree que EH Bildu, Podemos o Sumar son la extrema izquierda?

Los grupos a los que pertenecen la extrema izquierda y la extrema derecha han votado en el Parlamento Europeo a veces incluso en el mismo sentido precisamente por no ser capaces de encontrar esa centralidad y ese equilibrio al que llamamos una y otra vez desde el Partido Nacionalista Vasco.

Lo decía porque, por ejemplo, el PNV gobierna con Podemos en Navarra. Y ha habido acuerdos con EH Bildu en leyes o en las bases para la reforma del Estatuto. No sé si es un poco incoherente esta posición.

No, no es incoherente. ¿Por qué ponemos el foco una y otra vez en buscar qué es lo que nos separa en vez de aquello que nos une? Da igual que sea un municipio o una provincia: se intenta abrir una grieta en vez de valorar los esfuerzos que se realizan para buscar elementos en común y conseguir sacar adelante proyectos que sean beneficiosos para el colectivo al que les afecta. Eso es la política.

Me imagino que conocerá que Coalición Canaria tiene algunos acuerdos con Vox en municipios de la isla Tenerife, por ejemplo.

Los acuerdos con Vox en ningún sitio nos van a gustar. Nosotros, como Partido Nacionalista Vasco, hemos marcado la raya roja.

¿La inmigración “irregular” es un problema europeo?

La política de migración nos tiene que preocupar y ocupar a nivel europeo. En la última etapa del mandato se estuvo trabajando en el pacto migratorio. Es una realidad que existe. Y es un tema lo suficientemente complejo como para que se trate de una manera tranquila y sosegada. Como Partido Nacionalista Vasco hemos defendido siempre el modelo de acogida. Entendemos que la política de migración se tiene que gestionar exactamente igual que otras políticas que son comunes, como en su día fue el euro. Defendemos también el trabajo que realizan entidades como Zaporeak o el Aita Mari, que lo que hacen es intentar que no haya personas que pierdan su vida en el mar, por ejemplo. Ante llegadas masivas de personas, pedimos que se garanticen los derechos humanos de las personas ante todo y por encima de todo. Y, en segundo lugar, que exista una acogida que sea repartida y gestionada por los países miembros de la Unión Europea en base a unos criterios y de cumplimiento obligatorio.

Preguntaba por la coletilla “irregular” porque es una de las diferencias que he visto entre el programa de CEUS en Canarias y en Euskadi. En Canarias se habla de inmigración “irregular” y en el programa del PNV no. Me parece un matiz relevante.

A mí lo que me parece más relevante es hablar de la dignidad de las personas.

"En las anteriores europeas no estuvimos ya con Junts. Ellos, en estos momentos, tienen una realidad catalana y unas prioridades que puede que no coincidan con las primeras prioridades del Partido Nacionalista Vasco. Deberíamos verlo con normalidad. Si en un momento determinado hay alguien que tiene una preferencia por poner su 1-2-3 en su realidad nacional, absoluto respeto"

Citaba el grupo RENEW. En 2019, apoyaron la presidencia de Ursula von der Leyen en la Comisión Europea. ¿Les sigue convenciendo esa figura?

Nuestro candidato es Sandro Gozi, como le mencionaba anteriormente. Lo mismo que los cambios en las circunscripciones, también se proponían una serie de cambios para que el proceso a través del cual se elige la presidencia de la Comisión Europea fuera más transparente. Que una persona cuando va a votar supiera ya con claridad a quién está votando, cosa que a día de hoy no sucede. Habrá que verlo, en función de los resultados electorales, cuál es la propuesta que llega para presidir la Comisión.

Si, como decía usted antes, Ursula von der Leyen categoriza extremas derechas y se acerca a una en concreto, a la italiana de Giorgia Meloni, ¿sería eso una línea roja?

Hemos marcado líneas rojas con respecto a movimientos populistas y extremistas.

En 2022 hubo una votación en el Parlamento Europeo sobre la denominada “taxonomía verde”. El PNV votó a favor de ello y se planteaba también la defensa, por ejemplo, de la energía nuclear hasta que no fuera posible un 100% de energía renovable.

Con respecto a la energía nuclear, las actuaciones que se han llevado en este país han sido muy claras y es lo primero que hay que poner encima de la mesa. Dicho esto, tras los acontecimientos de la última legislatura, entre ellos la guerra de Ucrania, lo que se ha visto es una de las mayores vulnerabilidades de Europa es la dependencia del gas, con el impacto que tuvo en el coste de la energía. Por eso, se alcanzan acuerdos que tienen que ver con la descarbonización de los procesos industriales, con llegar a esas metas de emisiones cero para el 2050, el Pacto Verde Europeo. Cuando hablamos de hacer esa transición a las energías renovables y a reducir esas dependencias y avanzar hacia la soberanía estratégica, lo que hay que tener en cuenta es que esas nuevas energías o esa soberanía estratégica requieren de infraestructuras para su generación, para su distribución y para su almacenaje, que son distintas a las que tenemos. Europa no puede ser autosuficiente a día de hoy. Hay otros países, como Francia, de los que sabemos cuál es su postura con respecto a la energía nuclear.

Se lo decía porque aquí en Vitoria y en Álava el PNV ha sido muy beligerante contra la energía nuclear y particularmente contra la central nuclear de Garoña.

El Partido Nacionalista Vasco ha sido muy claro, como ha dicho usted, con respecto a la energía nuclear en Euskadi. Dicho esto, la realidad europea a un nivel macro es que existen unas dependencias que hay que subsanar y una pérdida de competitividad. En Euskadi, el modelo por el que hemos optado es el de llegar a unos acuerdos con las empresas y el de utilizar los fondos europeos en todas esas líneas que tienen que ver con el impulso de energías renovables para poder hacer esa transición. Aquí aprovecho para hacer una petición que siempre hacemos: que esos fondos europeos vengan directamente, que los PERTE sean directamente canalizados a las comunidades autónomas y podamos gestionarlos bajo el mismo modelo que se gestionan los FEDER o los FSE. Es un modelo con el que tenemos buenos resultados y proyectos de éxito en Euskadi, que tiene un buen posicionamiento en la gestión de fondos europeos a nivel global

Otro debate muy relevante es el tema de la alta velocidad. ¿Cuándo se podrá conectar la 'Y vasca' con Francia?

Esta pregunta habría que hacérsela a distintas formaciones y Gobiernos que han estado poniendo dificultades al desarrollo del tren de alta velocidad y que no han cumplido con compromisos que estaban avalados por Europa. Porque el tren de alta velocidad es una infraestructura estratégica que está reconocida por la Unión Europea. Existía incluso una fecha propuesta, que era el 2030, para que eso sucediera. Cada una de las partes tendría que hacer frente a los compromisos de inversión correspondientes y ahí es donde ha habido un incumplimiento. Como Partido Nacionalista Vasco y como coalición vamos a seguir defendiendo la Macrorregión Atlántica y el Corredor Atlántico. Estamos trabajando para que no se derive toda la competitividad y todo el comercio internacional y logístico a la zona mediterránea. Y, por supuesto, defendemos el tren de alta velocidad como infraestructura crítica y estratégica que tiene que tener Euskadi, porque lo necesita para avanzar y mejorar en su competitividad.

Hubo también otra votación en el Parlamento Europeo esta legislatura sobre esas redes estratégicas europeas y con el voto del PNV se dibujó en el mapa que la conexión entre la ‘Y vasca’ y Pamplona tenía que ser por Ezkio/Itsaso y no por Vitoria, como defienden otros cargos del partido. ¿Cuál es la postura del PNV en este momento?

Nuestra posición es que la solución por la que se optará será aquella que tenga una mejor integración con el entorno, que cumpla con toda la normativa que tiene que cumplir y que dé la mejor solución a la conexión con la alta velocidad.

En el programa han vuelto a incluir la necesidad de una directiva de claridad. Es algo que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido también en estos doces años.

Lo mismo que decía anteriormente sobre el euskera, que se habían conseguido pequeños logros y avances, esto es un trabajo de pico y pala. En el caso de la directiva de claridad, lo que venimos defendiendo es que existe ya un ejemplo que está basado en el acuerdo, el de Quebec. Se posibilitó que fuera la ciudadanía quien decidiera el futuro de su pueblo. Y creemos que es lo mismo que hay que garantizar para el pueblo vasco. Defendemos esa Europa de los pueblos y, por lo tanto, lo que defendemos es que tengamos la capacidad para poder decidir nuestro futuro con las garantías jurídicas que sean necesarias. La directiva de claridad puede servir para otras regiones o realidades nacionales que están en Europa y que están en la misma situación. Por lo tanto, sería dar solución o procedimentar y dar estabilidad y garantías jurídicas a diferentes realidades nacionales.

¿Cree el PNV que en una Europa que ahora es más de los Estados que otra cosa eso podría tener recorrido?

¿Por qué no va a tener recorrido si además tenemos ejemplos como las macrorregiones? Por eso también pedimos un último empujón a la creación de la Macrorregión Atlántica, que sería la quinta reconocida por Europa. Las macrorregiones tienen partidas presupuestarias específicas asignadas y nos podríamos sentar al mismo nivel, de tú a tú, que los Estados.

Hablemos de pesca y primer sector. ¿Cree que se ha extendido la sensación de que la normativa europea pone en peligro a determinados sectores frente a la competitividad exterior de terceros países?

No necesariamente de manera generalizada. La política europea tiene un debe, analizar el impacto que esas normativas están teniendo en los sectores afectados e introducir, en su caso, las modificaciones que correspondan para buscar esos equilibrios de los que tanto hablamos. Probablemente Europa tiene deberes que hacer, ‘etxeko lanak’, en materia de nuevos modelos de gobernanza pública. Mayor apertura, mayor transparencia, que Europa pueda ser más participativa en los distintos procesos a la hora de elaboración de las normativas. Vengo del ámbito municipal y de esa política de pie de calle, de contacto directo, en donde esos procesos son muy naturales para desarrollar las distintas ordenanzas municipales, para mejorar las estrategias. Europa tiene un reto ahí. Tiene que haber una conversación continua con el sector, con el primer sector, con los agricultores, y también con los ‘arrantzales’. Por eso también pedimos la creación de un comisario para la pesca.

elDiario.es/Euskadi

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