Los sindicatos de la Ertzaintza Erne, Esan, Euspel y Sipe -el conjunto de la representación salvo la pequeña parcela que mantiene ELA- se han visto forzados a renunciar a sus diferencias en cuestión de horas y a retomar la “unidad sindical” ante el gran movimiento “asindical” que sacó a la calle a entre 2.000 y 4.000 agentes -en función de la fuente oficial o los convocantes- el pasado lunes en Bilbao, el equivalente a entre el 25% y 50% de la plantilla. “Estamos acojonados”, admiten fuentes de estas organizaciones, todas ellas corporativas y que ahora asumen como reclamación propia presionar con boicotear el Tour de Francia -que saldrá de Euskadi en julio- como abanderan desde la plataforma 'Ertzainas en lucha'. Quieren tomar como rehén el gran evento internacional del año para arrancar mejoras laborales para la Policía vasca, aunque siempre desde la perspectiva de que el derecho a la huelga no está reconocido para los policías y militares.
“Los 4.000 eran de todos los sindicatos. Hay un movimiento fuera de nosotros que nos está diciendo que sin unidad no hacemos nada. Nos dicen que como no tenemos fuerza, el Departamento nos humilla y nos ofrece migajas en la negociación. Ese espacio que no hemos sabido ocupar lo ha ocupado esta gente”, explica una fuente sindical interna de la Ertzaintza, que recalca que incluso había gente próxima al PNV entre los manifestantes. Este colectivo nació en Brigada Móvil pero está arrasando en todos los niveles del cuerpo. El convocante de la marcha fue un ertzaina jubilado.
El acuerdo de unidad sindical oficial es pedir al vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que desconvoque la mesa de negociación prevista para la semana que viene -ahora llamada “mesa 125”- porque no hay “contenido real” en las propuestas. También apuntan que solamente con la firma de “todas las organizaciones” corporativas habrá acuerdo con el Gobierno y no, como históricamente, aplicando juegos de mayorías. Se trata de convertir el “sin sindicatos, ertzainas todos a una” en un “con sindicatos, ertzainas todos a una”, aunque está por ver si estas organizaciones son capaces de subirse a la ola o quedan arrasadas por ella.
La parte no oficial del comunicado es el deseo de no hacer más declaraciones al respecto y de asumir como propio que el elemento para presionar sea el Tour de Francia. Es el evento del año y al que las instituciones están dando máxima prioridad para la proyección internacional de Euskadi. “Sin acuerdo regulador justo no hay Tour”, se podía leer en la pancarta que encabezó la multitudinaria manifestación. Hace unos meses ya el sindicato Esan, el segundo del cuerpo, había planteado también movilizaciones coincidiendo con la principal carrera ciclista del mundo, que celebrará tres etapas por tierras vascas y obligará a movilizar a más de un millar de agentes de casi todas las unidades, así como a atender a varios cuerpos franceses que trabajarán sobre el terreno. Pero hasta ahora no era una reivindicación del conjunto de las organizaciones.
El movimiento tectónico ha llegado también a otros cuerpos, como la Policía de Vitoria, donde empiezan a oírse voces para organizarse al margen de los sindicatos. ELA, la única central de clase que sobrevive en la Ertzaintza aunque con mínima representatividad tras las últimas elecciones, afirma que estos hechos son un toque de atanción para el Ejecutivo pero también para el “sindicalismo”. La central entiende que en la Ertzaintza se ha articulado un modelo sindical “clientelar” frente al suyo, el de las movilizaciones y huelgas y encaja de modo positivo la manifestación.
En el otro lado, el Gobierno de Iñigo Urkullu insiste en que hay un ámbito de negociación tasado y una representación legítima de los ertzainas salida de las recientes elecciones, así como que ya se han mejorado con 26 millones de euros las condiciones salariales del personal policial. Es más, pocos ámbitos como la Ertzaintza presentan porcentajes tan altos de sindicación y participación en los comicios internos. Con todo, el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, admitió que se trata de un movimiento “nuevo para todo el mundo”.
“Esto es el principio del comienzo”, han dejado escrito desde 'Ertzainas en lucha', que emplaza a los sindicatos a consensúen con el “movimiento” los posibles acuerdos con el Gobierno. De momento, sin portavoces oficiales ni caras visibles, operan en Twitter y otras redes sociales y, en sus comunicados, han llegado a llamar “traidores” a algunas organizaciones sindicales.