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Un paseo por la Vitoria franquista en color: unas películas escondidas de los Alfaro muestran la ciudad antes de 1960

Cartel de entrada a Vitoria en la década de 1950

Iker Rioja Andueza

31 de marzo de 2023 21:46 h

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La familia Alfaro-Fournier es una de las más señeras de Vitoria y Álava, aunque el chalé familiar –casi el único que sobrevive en el centro– pelea contra el abandono y los planes urbanísticos. La saga la inició Heraclio Founier con la conocida fábrica de naipes, que han dado la vuelta al mundo. Su nieto Félix Alfaro dio continuidad al negocio mientras sus hermanos Heraclio y Tomás descollaban como aviador el primero y como pintor y político el segundo. Aunque es un hecho olvidado, Tomás Alfaro Fournier era el alcalde legítimo de Vitoria el 18 de julio de 1936 cuando se produjo el golpe de Estado y la ciudad fue la primera de España en ser controlada por los sublevados. Fue encarcelado aunque por su parentesco noble evitó el fusilamiento que se decretó para otros republicanos tal día como este 1 de abril en 1937. Y el biznieto de Fournier era Juan Manuel Alfaro. Fallecido en 2011, quiso donar información de sus negocios y actividades al Archivo provincial. Y fue en ese trasiego de información –“cuatro furgonetas”– cuando, escondidas en un armario, aparecieron unas bobinas de película.

Para sorpresa de quienes las visionaron, eran grabaciones de la Vitoria de las décadas de 1950 hechas con material muy delicado –no hay negativos para sacar copias– pero de altísima calidad. Y, sobre todo, eran filmaciones a todo color. Son unos documentos únicos que han sido estrenados este jueves en el cine más antiguo de Vitoria, los Florida, que llevan proyectando películas desde hace 127 años. El Archivo provincial, que agrupa los fondos de la Diputación y también los de los organismos estatales en Álava, enseguida se puso manos a la obra primero para encontrar cómo reproducir esas grabaciones y, después, para analizarlas, editarlas, ordenarlas y prepararlas para ser exhibidas.

El resultado es el proyecto 'El color auténtico', ocho pequeños documentales que muestran cómo era la Vitoria franquista antes de expandirse e industrializarse para ser la ciudad que es todavía hoy. El trabajo, precedido por un reportaje de cómo se ha rescatado este material, fue presentado en la sala más grande de los Florida con un auditorio casi repleto. Según explicó Pepe Sainz, director de la entidad, cada viernes desde ahora serán difundidas en las redes sociales todas las ocho piezas. Eso sí, se ha dejado claro que el material era mucho más amplio pero que se ha descartado todo lo relativo con escenas domésticas.

Cuenta Sainz que, salvo por las personas más mayores que pudieron vivir en aquella época, el espectador va a descubrir una ciudad que antes solamente se había recogido en blanco y negro. El Deportivo Alavés, efectivamente, jugaba también entonces de albiazul y los colores rojo y amarillo de las banderas españolas con las que la dictadura llenaba las calles decoraban cualquier evento o festividad. Se destaca también de las filmaciones que, a diferencia del NO–DO franquista, este trabajo casero carecía de cualquier intencionalidad propagandística o política.

¿Y qué se ve en los vídeos? Alfaro grabó un partido entre el Deportivo Alavés y el FC Barcelona en 1954 en el que el club, que acaba de ascender a Primera División, plantaba cara a uno de los grandes, aunque no jugaba su estrella Kubala. Las gradas de Mendizorroza, mucho más reducidas que las actuales, estaban a rebosar y el marcador era un contador manual que, a falta de rótulos, Alfaro enfocaba con cada gol para documentar el resultado a sus espectadores. Y también está recogida una etapa de la Vuelta Ciclista a España, incluida una exhibición previa de unos motoristas que hacían piruetas temerarias en la carretera. En aquel momento, el líder llevaba jerséi amarillo, como en el Tour.

Las cintas muestran también el 4 de agosto de 1957, el día en que se celebró la primera bajada de Celedón, el arranque de las fiestas de Vitoria. Entonces el muñeco descendía desde San Miguel hasta el Ayuntamiento. Allí estaban los gigantes y cabezudos, algunos muy reconocibles aún ahora. Y en las fiestas el Gargantúa, que acaba de cumplir cien años, se tragaba a niños a pares frente al chalé de los Alfaro. Hay muchas corridas de toros, un entretenimiento muy popular en la época y que encandilaba a las cuadrillas de blusas.

El mito de Vitoria como ciudad muy religiosa y muy militarizada está también muy presente. Está grabada una visita a las obras de la catedral nueva, incluido un paseo por la parte superior que ofrece unas vistas generales de la ciudad, y una ceremonia en su interior, todavía con la estructura inacabada. Y, no lejos de allí, en el parque del Prado, Alfaro recogió con sumo detalle un desfile y una jura de bandera. Por lo demás, las filmaciones permiten pasear por los nuevos polígonos industriales de Gamarra y Betoño, por las obras que crearon la actual calle de General Álava o por los cafés y comercios de la calle de Eduardo Dato. La fascinación entonces por las pastas de la confitería Goya no ha variado en la actualidad. Había muy pocos coches –en las imágenes aparece uno de los primeros Seat 600 matriculados en Vitoria, de color turquesa– y bastantes vecinos se desplazaban en bicicleta.

El público recogió con aplausos el estreno de 'El color auténtico'. Aunque las películas son mudas, se han sonorizado con “ambiente”. Se ha procurado añadirles sonidos de coches de la época y las grabaciones de fiestas incluyen canciones populares. Eso sí, se ha preferido no recrear posibles discursos o diálogos para evitar un producto artificial. En todo caso, hay otra versión con explicaciones locutadas por la periodista Jeni Prieto.

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