Un lehendakari siempre es lehendakari. Es una distinción vitalicia. Pero Patxi López (Portugalete, 1959) tiene el recordatorio de aquella etapa entre 2009 y 2012 en los pósteres de las paredes del pasillo que lleva a su despacho en la sede del PSE-EE de Bilbao y en la fotografía oficial, con la ikurriña de fondo, que guarda en una balda. Tiene también otra imagen, en blanco y negro, con los fallecidos Alfredo Pérez Rubalcaba y Rodolfo Ares. Pero, en su mesa, lo que salta primero a la vista es el informe Chequeo a España. Hace ya años que López dio el salto de Vitoria –o de Bilbao– a Madrid. En este tiempo ha sido presidente del Congreso y, en los últimos años, portavoz del PSOE en el Congreso. También peleó contra Pedro Sánchez para liderar al partido, pero de debatir contra él en Ferraz ha pasado a debatir en su nombre en TVE.
López es el candidato de referencia de los socialistas en Euskadi en estas elecciones generales. Llega a la entrevista maquillado de grabar un debate –otro– en ETB2 y con poco tiempo para desplazarse más tarde a Donostia a recibir a José Luis Rodríguez Zapatero. Después le espera un viaje a Ermua y de nuevo a Donostia para mitinear con el propio Sánchez en su única visita a Euskadi en esta campaña, organizada en el Kursaal. En la conversación emerge un López beligerante. No orilla que fue lehendakari gracias al PP pero arguye que aquel era otro PP. Al de ahora, al de Alberto Núñez Feijóo, lo considera similar a los movimientos detrás de Donald Trump o Jair Bolsonaro. “Va de moderado, pero es un radical antisistema”, dice del líder 'popular'. Cree que este temor a un Gobierno de la derecha puede movilizar a la izquierda y hacer que el PSE-EE gane las elecciones en Euskadi. Les ayuda a creer en ello un PNV “desubicado”, según su análisis. Y zanja: “La mejor voz en Madrid para defender a Euskadi es la de los socialistas”.
Como lehendakari, ¿qué le viene a la mente cuando al PNV afirma que son la única voz de Euskadi en Madrid y que sólo ellos representan los intereses de los vascos?
Esto lo han intentado hacer siempre... Lo que pasa es que ahora le ha salido un competidor y también [EH] Bildu dice lo mismo. Pero vas a Catalunya y ERC dice lo mismo. Y supongo que, si vas a Teruel, Teruel Existe dirá lo mismo. Pero lo que es evidente es que nada hubiera sido posible sin el PSOE. Todo lo que le ha venido bien a Euskadi ha venido de la mano de los 120 diputados del PSOE. La mejor voz en Madrid para defender a Euskadi es la de los socialistas.
No quiero demorar más la pregunta. Por mucho que sea chocante en el escenario actual, usted fue lehendakari con el apoyo del PP.
Claro. Y nunca he renegado de ese acuerdo. Nunca he renegado de ese PP que era capaz de llegar a acuerdos en asuntos fundamentales, en esas cosas que se llaman asuntos de Estado. Pero, ¿dónde está ese PP hoy? Ahora el PP pacta con Vox. Y pactan seguramente justo todo lo contrario de lo que acordamos aquí en Euskadi. Me adelantaré seguramente a otras preguntas, pero en esa alianza de extrema derecha lo preocupante ya no es que el responsable de todo esto sea Vox, sino que es el PP. Es el PP el que ha puesto en cuestión la limpieza de las elecciones y el voto por correo al mejor estilo trumpista.
¿Le preocupa este cuestionamiento de Correos?
Claro. ¿Qué será lo siguiente? Si pierden las elecciones, ¿asaltarán el Congreso de los Diputados? Así empezó en Estados Unidos con Trump. Así fue en Brasil con Bolsonaro. El problema no es Vox. El problema es el PP, que es el que ha puesto en circulación al señor Feijóo. Va de moderado, pero es un radical antisistema en estos planteamientos. Fíjese, es el PP el que pone en cuestión la limpieza de las elecciones en el país más garantista de todos. Lleva cinco años sin cumplir la Constitución al no renovar los órganos del Poder Judicial. Se van a Europa a decir que no vengan los fondos europeos a España. Utilizan a las víctimas del terrorismo para agredir al adversario político. El problema de esa radicalización de extrema derecha es el PP.
¿Cómo valoran los altos datos del voto por correo [Bizkaia y Álava son dos de las tres provincias con más peticiones] y cómo prevén que será la participación teniendo en cuenta que las elecciones son una fecha tan singular como un 23 de julio?
La gente tiene ganas de votar y estoy convencido de que lo que hay es una reacción a lo que pasó en las municipales. Mucha gente progresista y de izquierdas no fue a votar y ahora ha reaccionado. Porque el voto sirve para construir, para seguir avanzando y también para parar a aquéllos que nos quieren hacer retroceder. Estoy convencido de que tanto en el voto por correo como en las urnas va a haber una reacción.
Las encuestas apuntan a un Feijóo ganador y a una bajada socialista. Pero no precisamente en Euskadi. El último EiTB Focus pronosticaba un empate en cabeza entre ustedes, el PNV y EH Bildu. También el Sociómetro. ¿Por qué existe ese factor diferencial?
La ciudadanía vasca, cada vez que ha estado en una encrucijada en la que se jugaba tanto, ha demostrado saber escoger y ha aplicado el voto útil. Puede que en las elecciones municipales hayan votado otra cosa, al PNV, a [Elkarrekin] Podemos o incluso a [EH] Bildu o al PP. Pero, sabiendo que o hay Gobierno progresista o viene la extrema derecha, va a haber un voto útil hacia el partido socialista. También me interesa decir que, como ha pasado en las últimas elecciones, hay mucha gente que va a decidir el voto en los últimos días, si no es el mismo día de las elecciones. Es decir, hay más de un millón y medio de indecisos en el conjunto de España que no saben si van a ir a votar o no. Y la inmensa mayoría –la inmensa mayoría– son progresistas. Son de izquierdas. Por eso, en estos últimos días de campaña, nos vamos a volcar en movilizar ese voto para que, estando toda la derecha movilizada, en la izquierda no seamos tontos y perdamos las elecciones por quedarnos en casa.
También habrá abstencionistas deliberados...
Todos somos hipercríticos en la izquierda. Pero hay momentos en la historia en los que, por encima de la crítica, del 'me quedo en casa y que se joroben', hay que poner algo más de nuestra parte. Hay que lograr que no vuelva la Inquisición o la censura a la cultura. Que no volvamos a retroceder en los derechos de los colectivos LGTBI. Que no se ponga en duda la igualdad y las políticas que combaten la violencia machista. Que no se niegue la emergencia climática.
Ustedes ganaron las elecciones en 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Puede ocurrir de nuevo ahora?
Hemos ganado dos elecciones generales. Podemos también ha ganado dos veces. Es decir, podríamos ganar. Claro que sí. Estamos haciendo una campaña y lanzando mensajes a la gente para eso, para que entienda lo mucho que está en juego. Es que no está en juego sólo una alternancia en el Gobierno. Está en juego nuestro propio modelo de vida. Nos quieren imponer cómo tenemos que ser, a quién tenemos que querer, cuál es la religión que tenemos que profesar, qué es lo que tenemos que pensar, qué tenemos que leer o qué no tenemos que leer.
Cuando llegó a Ajuria Enea, ETA amenazó a todo su Gobierno. Eran más de 200 altos cargos. En 2010, incluso había un plan concreto para asesinarle a usted con un francotirador. ¿Qué piensa cuando hay quien afirma ahora que ETA sigue viva?
Me produce una enorme tristeza porque a ETA la derrotamos los demócratas. Y, cuando uno niega esa victoria y dice que ETA sigue viva, está negando el reconocimiento de la propia democracia, de los resistentes, de los que nunca quisimos sucumbir y renunciar a nuestra libertad y a nuestros derechos en este país. Y me parece muy triste que el PP utilice permanentemente esto para agredir a los socialistas. Y no hay nada más inmoral que lo último que han hecho. Como ha habido unas víctimas que han salido a decir que, por favor, no se use eso de '¡Que te vote Txapote!' porque les hace daño, han buscado otras víctimas para que saquen otro comunicado diciendo que sí, que se use. Es enfrentar a unas víctimas contra otras. No hay mayor inmoralidad que ésa. Y eso lo hace el PP.
¿Diría que ha hecho más EH Bildu por las pensiones o por el salario mínimo de los españoles –de todos los españoles– que PP y Vox?
Bueno, [EH] Bildu votó a favor y PP y Vox votaron en contra. Por mucho que a Feijóo le crezca la nariz cada vez que habla, el PP votó en contra de la ley que reconoce que las pensiones tienen que subir con el IPC. Y, sin embargo, [EH] Bildu votó a favor. Pero esto lo quiero explicar. Porque nosotros hemos llegado a acuerdos con [EH] Bildu... pero para hacer las políticas que quería hacer el Gobierno, como subir las pensiones y los salarios o aprobar la ley de vivienda. Sin embargo, el PP llega a acuerdos con Vox para hacer no sus políticas, sino las de Vox. Y eso es radicalmente distinto.
¿Y cómo ve al PNV? ¿Está en crisis?
Les veo desubicados en estas elecciones. Cuando uno va al colegio electoral, puede tener muchas papeletas, pero de las urnas sólo pueden salir dos cosas. O un Gobierno progresista liderado por Pedro Sánchez o una alianza de ultraderecha. Y eso le pone nervioso porque ahí no están ellos. Quien quiera un Gobierno progresista tiene que votar al PSOE. Con todo el respeto para el PNV y para otras formaciones políticas, aquí la única papeleta que impide que haya una alianza de extrema derecha gobernando es la que va directamente a Pedro Sánchez.
Hay cantos de sirena también desde el lado del PP hacia el PNV. Si eso ocurriera, ¿estaría en riesgo toda la arquitectura institucional vasca y los acuerdos con ustedes?
Hemos colaborado con ellos pero el PNV también votó a [José María] Aznar o pactó con [Mariano] Rajoy. Han llegado a acuerdos con el PP. Lo que pasa es que esta ocasión el PP trae regalo. El PP viene con Vox y creo que al PNV se le haría muy difícil apoyar un Gobierno en el que esté la extrema derecha de Vox.
¿Pero qué ocurriría si se diera el caso con las coaliciones en el Gobierno vasco, diputaciones o ayuntamientos?
La política ficción no es buena. Si pasa, hablamos, pero sabiendo que efectivamente hay líneas rojas.
¿Monarquía o república?
No está en juego en estas elecciones.
¿Euskadi es una nación?
Tampoco está en juego... Quiero decir: ¿para qué entramos en esto en este momento? ¿Para despistar? ¿Para desviar? Ya sabe que yo diferencio entre una nación cultural y una nación política. ¿Qué consecuencias tiene cada una de ellas? Hay constituciones como la alemana en la que el término nación no aparece ni para referirse al propio país. Pero, ¿adónde nos lleva en este momento este debate?
El PNV y el Gobierno de Urkullu se están quejando de que quedan transferencias pendientes del Estatuto desde 1979 y que en esta legislatura no se ha cumplido el cronograma prometido.
Mire, con el Gobierno de Rajoy, en ocho años, cero transferencias. Con este Gobierno se pactó un calendario y hemos conseguido ya 11. Se han cerrado, entre otras, algunas tan importantes como la de Prisiones, la gestión del Ingreso Mínimo Vital, la AP-1 y la AP-8, líneas de ferrocarril y alguna otra. Otras están muy avanzadas y estamos convencidos de que lo vamos a poder resolver en la siguiente legislatura.
Supongo que se referirá a Cercanías. Pero, otra cuestión, ¿está dispuesto el PSOE a abrir el debate sobre la gestión económica de la Seguridad Social?
Eso aparece en el Estatuto,. Pero aparece como convenio. Eso implica que dos acuerden. Si no hay acuerdo, no hay acuerdo. Para nosotros, por ejemplo, una cosa que es sagrada es la 'caja única' y eso nunca puede estar en cuestión en una negociación.
Recientemente se ha conocido que la anterior alcaldesa de Lasarte-Oria, Ana Urchueguía, ha admitido que durante años cometió delitos con los fondos de Cooperación. ¿Se arrepiente de haberla nombrado como alto cargo del Gobierno vasco?
Uno nunca controla al 100% sus nombramientos... En todo caso, que la Justicia se aplique y perfecto.
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