“Me lo llevo para hacerle la prueba del oído y así poder darle el alta mañana”. Con estas palabras, según una fuente conocedora de los hechos, una joven de 24 años con un uniforme con logotipos de Osakidetza ha accedido a una habitación del pabellón Iturrizar del hospital de Basurto de Bilbao y ha logrado llevarse a un bebé con la anuencia de la madre. Finalmente, después de unas horas, el menor ha regresado con su familia y en buen estado de salud.
Un tiempo después de que la mujer se llevara al bebé, el padre del recién nacido ha salido a preguntar al equipo de guardia por la tardanza en la finalización de la prueba. Ha sido en ese momento cuando familia y sanitarios se han dado cuenta del secuestro, que se ha saldado con la aparición del bebé diez horas después en un felpudo del octavo piso de un bloque del barrio de Santutxu, bastante alejado del hospital y de lo que oficialmente nada se ha explicado. La secuestradora, que no tiene antecedentes y que exhibió ciertos conocimientos médicos en su interacción con la madre, ha sido finalmente localizada más de doce horas después con una amiga en una plaza en Zorroza.
Sin que las fuentes consultadas puedan precisar el tiempo real transcurrido desde el secuestro hasta que se conoció la desaparición, en un momento determinado Basurto alertó de lo ocurrido y la Ertzaintza -en colaboración con la Policía de Bilbao- ha activado un dispositivo extraordinario de búsqueda. Se incide en que la respuesta fue bastante rápida, en todo caso. Mientras Euskadi amanecía con las novedades de lo ocurrido por la noche, finalmente a las 8.30 horas ya se ha informado de que “el bebé ha sido hallado en el barrio bilbaíno de Santutxu”. Y unas horas después, hacia las 10.30 horas, se ha confirmado el arresto en un tercer punto, Zorroza, de la autora de los hechos.
Esta mujer accedió uniformada de Osakidetza. Llevaba prendas claras, sin que se pueda precisar si eran de facultativa o de celador. No eran de enfermera. Se desconoce dónde las adquirió. No consta que tuviera antecedentes penales ni vinculación previa con el Servicio Vasco de Salud. Las cámaras de los alrededores la han grabado. Salió del recinto, sin embargo, cambiada de ropa, con vestimenta de calle.
En la mañana de este jueves se han sucedido dos ruedas de prensa del consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y una tercera de la de Salud, Gotzone Sagardui. En ellas han exhibido diferencias de matiz ya que el primero ha dejado muy claro que la arrestada había intentado previamente llevarse a otros bebés del mismo ala del hospital. El consejero, en su primera rueda de prensa en Vitoria, ha detallado también que “intentó secuestrar a varios bebés en la misma noche” pero que “su objetivo se vio frustrado en varias ocasiones”. Iba de habitación en habitación proponiendo llevarse a los neonatos para unas supuestas pruebas y desistía cuando las madres quería acompañar a sus hijos hasta que dio con una que no opuso resistencia. Sagardui, desde el propio hospital, ha manifestado que “ha andado por la planta pero sin pruebas de que haya estado tratando de robar más bebés”. El titular de Seguridad, en su segunda intervención, ha insistido en que “ha abierto varias puertas” de diferentes habitaciones pero, en todo caso, ha querido puntualizar que esto es relevante para indicar que la víctima elegida no lo había sido de manera deliberada. Fuentes sanitarias recalcan que solamente hay constancia de que merodeaba, no de que intentó otros secuestros.
Conocidos los hechos, la Policía había solicitado en la noche del miércoles al jueves colaboración ciudadana para localizar a la mujer. Se ha difundido la fotografía -que es la que acompaña a la información- y se había pedido que se contacte con el 112 en caso de tener información. También se había habilitado el correo electrónico colabora_app@ertzaintza.eus. El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha dicho en el Parlamento Vasco que las aportaciones ciudadanas han sido “intensas” y decisivas para la resolución satisfactoria de los acontecimientos.
De hecho, así ha sido hallado el bebé. La mujer lo ha dejado en el felpudo de un octavo piso de un bloque de Santutxu elegido aparentemente al azar. La dueña de la vivienda ha contactado con la Ertzaintza. El bebé ha sido trasladado desde allí a Basurto en una incubadora móvil y se encuentra “aparentemente en buen estado de salud”, según las fuentes oficiales.
El perfil ofrecido de la secuestradora era el de una mujer de 24 años con “1,60 metros de altura aproximada, complexión obesa y pelo rizado largo, recogido en una coleta o moño” en el momento de los hechos. “En el momento del secuestro llevaba un uniforme de médico de color blanco, pero posteriormente ha sido vista con una camiseta de manga corta blanca, mallas ajustadas de dibujos geométricos estampados, zapatillas deportivas y un bolso negro pequeño, con forma de media luna, cruzado a modo de bandolera. Llevaba al bebé en sus brazos y también portaba una bolsa rectangular de tipo rafia”, se ha indicado. Estaba perfectamente identificada y en doce horas ha sido arrestada. No se ha entregado. Se hallaba “agitada” y “nerviosa” en la plaza del Mercado de Zorroza. Estaba acompañada de una amiga. Los datos aportados a los buzones abiertos muestran que “había sido vista en diferentes lugares de Bilbao”, ha informado Erkoreka.
“¿El móvil? No vamos a especular”, ha respondido Erkoreka sobre las presuntas motivaciones de la detenida. Ha eludido también responder sobre la manifiesta facilidad con la que una tercera accedió a un hospital, se vistió con un uniforme de Osakidetza y fue de habitación en habitación sin levantar sospechas. A este respecto, Sagardui ha preferido dejarlo en un “caso aislado”. Una sanitaria explica a este periódico que los hechos, eso sí, se produjeron en pleno cambio de turno. Fuentes oficiales no ven importancia a este hecho porque el secuestro se produjo con el equipo operativo. Sagardui ha indicado que “siempre que ocurre” un incidente semejante se reúne un comité interno para “establecer medidas” preventivas. La consejera ha recalcado que los profesionales han arropado a la familia en todo momento y ha agradecido el trabajo también de las fuerzas del orden.
Inicialmente, en un primer comunicado, el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha descrito así lo sucedido: “Sobre las 22.00 horas de la noche, el equipo sanitario del Hospital de Basurto constató la ausencia un bebé recién nacido. Según el relato de la familia, una persona entró en la habitación de la madre haciéndose pasar por sanitaria y se llevó al bebé con la excusa de realizarle una prueba. Osakidetza en cuanto tuvo conocimiento de los hechos activó el protocolo de seguridad del hospital y se puso en contacto con la Ertzaintza”. A ello se añadía: “Según las primeras investigaciones llevadas a cabo, la autora de los hechos accedió al hospital sobre las nueve de la noche y, haciéndose pasar por personal sanitario, secuestró un bebé de la planta de Ginecología y huyó del lugar”.
Basurto es el principal hospital de Bilbao. Sin embargo, tiene una configuración arquitectónica que lo hace singular, ya que está dividido en pabellones. La Maternidad está en el pabellón Iturrizar. Se da la circunstancia de que a la salida misma del recinto hay posibilidad de acceder al tranvía de Bilbao, al metro, a Renfe y a la estación de autobuses de media y larga distancia, con conexiones casi constantes a decenas de puntos. La secuestradora, en cambio, no se movió de la ciudad.
A las ocho de la mañana dos patrullas custodiaban las entradas y salidas de la estación de metro y autobuses Termibus, la más cercana al hospital de Basurto. En la entrada del hospital se apilan los trabajadores que salen del turno de noche para comentar lo sucedido entre ellos y los pocos periodistas que desde primera hora buscan información sobre el caso. “Nos han avisado de que había desaparecido un bebé y que se ha activado el protocolo. No sabemos mucho mas, pero el mal cuerpo se te queda, hemos estado toda la noche preocupadas”, asegura una de las enfermeras que ha preferido no desvelar su nombre, antes de montarse en su coche para regresar a casa. A las once y media, la seguridad privada es visible en el acceso peatonal del recinto y en los alrededores de los pabellones. “Tenemos que quedarnos aquí, aunque creo que ya no pintamos nada”, indican.
Hace una década hubo un antecedente en Donostia y se creó un protocolo por el cual se insta a los progenitores a acompañar en todo momento a los neonatos cuando son trasladados a pruebas fuera de la habitación. Sin embargo, según Sagardui, es luego cada centro el que regula la seguridad interna siguiendo este criterio general. La consejera se encontraba en Madrid y, ante este suceso, ha regresado con urgencia a Bilbao. Más tarde ha acabado también en Vitoria, en el Parlamento.
Fuentes sanitarias indican que la prueba que alegó para llevarse al niño, la del oído, se realiza siempre en la habitación. Explican desde Osakidetza que se prima que todas las intervenciones se hagan en la misma estancia y, si hay que practicar un traslado, siempre va un progenitor con el bebé. Es más, se informa siempre a las ingresadas de la importancia de no separarse del niño. Ahora bien, estas fuentes indican que en este caso la secuestradora ofreció una imagen de “confianza” y “credibilidad” a una mujer cansada tras el parto.
La vecina que se ha encontrado al bebé en el felpudo de su casa, por su parte, ha explicado a Europa Press que sobre las 08.00 ha sonado el timbre de su casa, ha mirado por la mirilla y, al no ver a nadie, se ha extrañado. Al abrir la puerta, se ha encontrado con el bebé sobre el felpudo. “Lo he cogido en brazos, me he emocionado por verle y, en seguida, he caído en que era el bebé desaparecido porque acababa de ver la noticia. Cuando lo he visto, he dicho 'tiene que ser el del secuestro”, ha detallado la mujer, que ha indicado que su hijo ha bajado corriendo las escaleras para tratar de dar con la persona que lo ha dejado ahí, pero “ya no había nadie”. Posteriormente han llamado a la Ertzaintza. “Ha sido rapidísimo, no habíamos colgado el teléfono de la Ertzaintza y ya estaban aquí. Luego han venido los sanitarios y en media hora ya se habían llevado al chiquillo”, ha asegurado la vecina. Según ha detallado, el bebé se encontraba “en muy buenas condiciones y se notaba que le habían dado biberón porque estaba muy tranquilo”.