La plantilla de Bilbobus endurece las movilizaciones con más paros totales ante el silencio de empresa y Ayuntamiento
La plantilla de Bilbobus ha realizado este jueves la primera jornada de huelga de 24 horas del nuevo año y ha decidido endurecer su calendario de movilizaciones hasta mayo añadiendo a las huelgas convocadas cuatro jornadas de paros totales más. Es decir, que además del llevado a cabo este jueves, los autobuses de Bilbobus pararan 24 horas -salvo servicios mínimos- los días 5, 13 y 27 de febrero, el 5, 18 y 21 de marzo, el 8 de abril y el 29 de mayo, además de otras 21 jornadas de huelga de ocho horas, cuatro por turno, a lo largo de estos meses. Este aumento de la intensidad de los paros quiere forzar a la empresa Biobide a negociar, y al Ayuntamiento de Bilbao a buscar fórmulas para desbloquear un conflicto que permanece enquistado: “Levamos 16 días de huelgas y aquí no se mueve nada”, dice el presidente de comité de empresa, José Fernández.
El representante de la plantilla asegura que no hay ningún movimiento que permita aventurar un fin del conflicto. La última reunión con la empresa se produjo el día 20 de diciembre, y el 29 de ese mes mantuvieron un encuentro con representantes del área de movilidad del Ayuntamiento, sin que se propusiera ninguna solución. “Hasta cuándo se va a mantener el silencio por parte del Ayuntamiento?” se pregunta. “Hay una inacción y una falta de respuestas total. Y no es que no nos diga nada a la plantilla, es que tampoco hay ningún tipo de explicación por parte del consistorio hacia los usuarios de un transporte que es público”, critica.
Biobide es la concesionaria del servicio de autobuses de Bilbao, que depende del Ayuntamiento, pero que lo tiene externalizado. Los trabajadores quieren un convenio que les permita recuperar el poder adquisitivo y se quejan de que la empresa “ni negocia uno nuevo ni cumple el que está prorrogado”. “Las tablas salariales llevan sin actualizarse dos años”, según denuncia Fernández. Al tratarse de la concesión de un servicio público, como ocurre con otros conflictos laborales de casos de externalizaciones, la empresa se aferra a que el acuerdo firmado con el Ayuntamiento no le permite afrontar estas subidas salariales porque no contemplaba subidas del IPC como las que se han producido estos dos últimos años. A la vez, el Ayuntamiento señala que es la empresa la que debe negociar con los sindicatos. Pese a ello, el alcalde Juan Mari Aburto se ha mostrado públicamente en varias ocasiones dispuesto a “cancelar el contrato y sacar uno nuevo”, pero siempre lo ha condicionado a que no haya huelgas y ha recordado que para eso “se necesita tiempo”. Pero más allá de esas manifestaciones no se ha concretado nada más.
Los trabajadores se han manifestado este jueves por las calles de Bilbao y han criticado que “estemos en el mismo punto que en octubre cuando empezamos con los paros”. “Es inentendible”. A la vez han pedido disculpas a la ciudadanía por las molestias que les están causando las huelgas. Este jueves ha sido una nueva jornada de paradas de autobús repletas de gente a la espera de los servicios mínimos.
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