La plantilla de Mercedes-Benz votará una subida salarial propuesta por la empresa y avalada por la mayoría sindical

La plantilla de Mercedes-Benz votará una subida salarial, después de que la dirección haya alcanzado un acuerdo con la mayoría sindical a partir de una propuesta de la empresa. El acuerdo, suscrito por UGT, CCOO, Ekintza y PIM, incluye, según han dado a conocer estos sindicatos, una paga única no consolidable de 4.000 euros correspondiente al año 2021, un incremento salarial consolidado del 6% para 2022 y un incremento anual del 2,25% desde 2023 hasta 2026. ELA, LAB y ESK se han descolgado del acuerdo y mantienen los paros previstos para los próximos días. “Yo hablaría de un acuerdo, no de preacuerdo. Esperamos que lo ratifique la plantilla, porque nos ha costado mucho trabajo y se ha generado mucho conflicto”, ha expresado Iñaki Andrés, representante de UGT, que se ha mostrado “muy contento” y que emplaza a “hablar de futuro” y a sacar adelante la inversión de 1.200 millones de euros que hay prevista.

Desde ELA, uno de los tres sindicatos que ya ha anunciado que va a seguir adelante con los paros, se han felicitado por haber acabado con la sexta noche de trabajo, pero señalan que la empresa “sigue sin garantizar” el poder adquisitivo de la plantilla. “Ha ofrecido más dinero no consolidable y alguna décima en la subida fija, sin revisiones y un 0% de subida para el 2021. Nos pretenden vender grandes cantidades a la firma del convenio, que nos va a suponer mucha más pérdida”, se han quejado en un comunicado publicado poco después de que se conociera el acuerdo alcanzado por la mayoría sindical y la dirección. También acusan a la empresa de no haber querido siquiera hablar de las condiciones propuestas para los fines de semana y los días festivos.

Andrés, de UGT, se ha mostrado muy crítico con ELA, LAB y ESK, a los que acusa de valerse de “presión y coacción” y de “hacer apología del IPC”. “El miedo está latente. Sin piquetes, veríamos cómo sería. Dianas, pintando taquillas, señalando... Al estilo de la 'kale borroka'; es una 'kale borroka' interna”, ha añadido. “Cualquier trabajador se puede ver reflejado en alguno de los aspectos del acuerdo, que va dirigido a tres colectivos: a quienes salen con contrato relevo, a quienes estarían en disposición de entrar al contrato indefinido y a los fijos recientes que pueden ver mejoradas las condiciones económicas”, ha explicado, y ha cifrado en 7.000 euros los atrasos.

Mercedes-Benz llegó a romper la semana pasada la negociación mientras se mantuviesen las huelgas, pero días más tarde reculó y aceptó retirar la sexta noche para retomar la negociación. Después de que en la reunión del pasado jueves se suspendieran las negociaciones mientras no se retomara la producción, los sindicatos CCOO, UGT, Ekintza y PIM trasladaron de forma conjunta a la empresa que “la única posibilidad de mantener la negociación activa pasa por eliminar de la plataforma la sexta noche”. “Si la empresa cede a esta petición haremos un llamamiento a la plantilla a retomar la producción”, señalaron entonces estos sindicatos.

Semana “determinante”

La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, había expresado la mañana de este martes su confianza en que la “voluntad de acuerdo” mostrada por la dirección de la planta de Mercedes-Benz de Vitoria y la “mayoría” sindical del comité de empresa permitiera alcanzar un acuerdo sobre el convenio colectivo de la fábrica. Tapia, que ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, ha considerado que esta semana puede ser “determinante” para el futuro de las instalaciones de la multinacional en la capital alavesa.

En este sentido, ha recordado, según recoge Europa Press, que la empresa baraja la posibilidad de invertir 1.230 millones de euros en la planta, una inversión que puede “condicionar” el futuro de numerosos empleos directos e indirectos. Además, ha explicado que “en paralelo” a estos planes de inversión, se desarrolla la negociación del nuevo convenio colectivo de la planta, dado que las condiciones laborales y la forma de trabajar se han de adaptar a las nuevas líneas de producción que se abrirían en la factoría.

En este sentido, ha recordado que la dirección ha retirado de la negociación “el punto más conflictivo” —en referencia a la exigencia de una sexta noche de trabajo—, mientras que por parte de la “mayoría” sindical también existe “voluntad de acuerdo”. La consejera ha expresado su confianza en que la “voluntad” de acuerdo mostrada por la dirección y la “mayoría” sindical del comité de empresa permita alcanzar un acuerdo sobre el convenio colectivo de la fábrica. Tapia ha subrayado, por todo ello, que esta es una fase “muy relevante” para determinar y garantizar el futuro “a larguísimo plazo” de una actividad industrial “de primer nivel” y de “alta tecnología” en Vitoria.