El PNV exhibe los apoyos de los “pragmáticos” de la antigua CiU y hará dos actos de campaña en Catalunya
El PNV comparece a las elecciones europeas del 9 de junio con la coalición CEUS, en la que está Coalición Canaria (CC) y otras formaciones pequeñas de Baleares o Galicia, aunque no ningún partido catalán. El 'procès' rompió los puentes con Junts y en los últimos meses se ha dado un acercamiento, si bien insuficiente para retomar las viejas alianzas que siempre existieron con la extinta CiU. Por el contrario, su gran rival, EH Bildu, sí acude en una candidatura compartida con el BNG pero también con ERC. Este sábado, sin embargo, el principal partido vasco ha querido mostrar que sí tiene aliados también en Catalunya y ha exhibido el apoyo de un centenar de excargos de CiU y de lo que luego fue el PDeCAT como Marta Pascal, Santi Vila o el propio David Bonvehí, que ocupa un puesto simbólico en la lista de CEUS.
En concreto, este sector “pragmático” del catalanismo que se siente “huérfano” ante la nueva deriva de Junts y articulado en torno a la plataforma Treballem per Catalunya ha suscrito un manifiesto pidiendo el voto para CEUS, cuya candidata es Oihane Agirregoitia. Al igual que EH Bildu hará campaña con ERC, están ya cerrados al menos dos mítines del PNV en Barcelona para los días 1 y 6 de junio con presencia de Andoni Ortuzar y Aitor Esteban, respectivamente. Antes, se irán desvelando todos los nombres de quienes pedirán el voto para CEUS desde ese espectro político, cuya representación actual en Catalunya se limita a una decena de alcaldías y dos centenares de ediles.
Encabezan este movimiento la exsecretaria general del PDeCAT y fundadora de una formación que simbólicamente se llamó PNC (Partido Nacionalista de Catalunya), Marta Pascal, y otro exdirigente del mismo sector, David Bonvehí. En 2017, ambos y el entonces consejero con Carles Puigdemont Santi Vila colaboraron de modo muy activo con la vía abierta por el lehendakari, Iñigo Urkullu, para mediar entre Madrid y Barcelona para evitar una declaración unilateral de independencia y el consiguiente 155. Se pueden leer aquí más datos sobre ello.
Las fuentes consultadas indican que Treballem per Catalunya es una “plataforma cívica” y no un partido. Añaden que la circunscripción única en España permite que quienes son nacionalistas pero se ven “huérfanos” por Junts, ERC y la CUP voten una candidatura “pragmática”, como definen al PNV. A la contra, al PNV le viene bien intentar sumar unos miles de papeletas adicionales en un contexto en que las encuestas no le garantizan el escaño. En 2019, CEUS apenas arañó 3.500 sufragios en las cuatro provincias catalanas, exactamente las mismas que en Madrid.
Desde este colectivo vinculado en el pasado a la extinta CiU entienden que el PNV defiende la oficialidad del catalán a nivel europeo y el impulso de la política industrial y agraria, que son dos de sus reivindicaciones. También una Unión Europea de los pueblos y no tanto de los Estados. Añaden que es necesario “defender en Europa un proyecto político englobado en la familia liberal-demócrata europea, donde el catalanismo político había perdido su voz en los últimos años”.
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