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El PNV exigirá el control de los impuestos a las energéticas y la banca si se quieren hacer permanentes

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

Belén Ferreras

Bilbao —

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El PNV quiere que las tasas a las energéticas y a la banca se conviertan en impuestos concertados, es decir, que queden bajo el control de las Haciendas vascas, si finalmente pierden el carácter temporal con el que nacieron y se convierten en impuestos permanentes, una intención que corroboró el pasado viernes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Estas tasas se tramitaron en un principio no como impuestos, sino con la figura de prestación patrimonial pública no tributaria, un gravamen temporal que no pueden ser recaudado de forma directa por las Haciendas forales vascas porque el Concierto solo reconoce la competencia foral recaudatoria y normativa para los impuestos. Otorgarle ahora el carácter de impuesto y concertarlo en la Comisión Mixta del Concierto permitiría a las Haciendas vascas recaudarlo, pero también modificarlo mediante bonificaciones o exenciones a una tasa que nunca ha gustado en exceso a los nacionalistas.

Las tasas a la banca y a las energéticas tienen fecha de caducidad, el 31 de diciembre de este año, por lo que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene que poner el acelerador en las negociaciones para que su propuesta de alargarlos en el tiempo cuente con todos los votos de los grupos de la investidura en el Congreso de los Diputados y salga adelante con el difícil juego de mayorías que componen ahora la Cámara. Y en este juego de mayorías los cinco escaños del PNV son fundamentales.

Fuentes de PNV recuerdan que el acuerdo que suscribió su grupo en diciembre de 2023, dentro del pacto para aprobar el decreto anticrisis, suponía integrar los gravámenes a la banca y a las energéticas en el sistema tributario vasco y navarro -porque se firmó para ambas comunidades-, y que fueran concertados -o convenidos en el caso del Convenio navarro-. Es decir, que se conviertan en tributos para concertarse o convenirse en el caso navarro con las haciendas forales. Este acuerdo pretendía solventar una normativa que enfadó mucho en su momento al PNV porque la fórmula prevista de prestación patrimonial pública no tributaria sorteaba el Concierto y las competencias forales. Si ahora este gravamen se convierte en permanente será el momento de que pase a ser impuesto y ceder su competencia a las Haciendas forales. Para ello será necesario primero un acuerdo en la Comisión Mixta del Concierto para modificar el Concierto Económico. Una modificación que deberá ser ratificada en el Congreso de los Diputados ya que el Concierto Económico se trata de una Ley Orgánica.

Cuando esto ocurra está por ver qué es lo que hacen las Haciendas forales con estos impuestos, pero el PNV siempre se ha mostrado muy crítico con esta fórmula por considerar que puede poner en peligro inversiones muy importantes de empresas como Iberdrola o Repsol en Euskadi. En el caso de esta última, tiene prevista una inversión de 200 millones a través de su filial Petronor, que se ha puesto en duda más de una vez por parte de sus dirigentes si el impuesto se hace permanente. Por ello, todo parece indicar que los nacionalistas, conseguida la competencia normativa de este impuesto, intentarían mitigar los efectos sobre estas empresas a través de bonificaciones para no poner en riesgo las inversiones. De hecho, en la normativa actual ya introdujeron enmiendas para suavizar el impacto. El PNV gobierna en coalición con el PSE-EE en los tres territorios forales. El equipo de gobierno tiene mayoría en Bizkaia, territorio en que recientemente la diputada de Hacienda, Itxaso Berrojalbiz, cargaba contra estas tasas en una jornada sobre Fiscalidad y Energía organizada por Repsol y Petronor.

“La filosofía es esa. Que se trate de impuestos concertados para que desde las Haciendas forales tengamos capacidad de recaudación y también normativa. Y ese es lo que queremos que se cumpla”, señalan fuentes nacionalistas. De momento, lo que se ha hecho en estos dos años de vigencia es aplicar el porcentaje que se aplica al cupo, el 6,24%, a los ingresos previstos por estos gravámenes, al no ser todavía impuestos concertados. A la espera del cierre de este año, la previsión para estos dos años de vigencia -2023 y 2024- era que las Haciendas vascas recibieran en este periodo 400 millones.

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