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PNV y Junts vuelven a entenderse pero no tienen aún cerrada una coalición para las europeas de junio

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
2 de enero de 2024 21:45 h

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PNV y Junts han reencauzado claramente sus relaciones en los últimos meses. Andoni Ortuzar ha visitado a Carles Puigdemont en Waterloo y una delegación 'jeltzale' estuvo en la Diada del 11 de septiembre en Barcelona. También Jordi Turull ha estado en Sabin Etxea -precisamente trascendió la noticia de que Iñigo Urkullu no iba a ser el candidato estando el dirigente catalán reunido con Ortuzar- o incluso en la fiesta del Alderdi Eguna. Los puentes que se rompieron en 2017 cuando Urkullu sobre todo pero también otros dirigentes del PNV mediaron entre el entonces 'president' y Mariano Rajoy para frenar tanto la declaración unilateral de independencia como el 155 se han recompuesto, aunque Urkullu y Puigdemont nunca hayan vuelto a hablar. Sin embargo, fuentes de ambas formaciones no garantizan ni mucho menos que esta nueva etapa vaya a permitir retomar las coaliciones europeas con la extinta CiU de 2004, 2009 ó 2014 de cara a las elecciones ya convocadas para junio de este año.

A la luz de informaciones que apuntan ya a una candidatura separada, fuentes oficiales del PNV indican que no tienen “nada que comentar” a este respecto al menos hasta la primera reunión del Euzkadi Buru Batzar (EBB) en 2024, prevista para el lunes 8 de enero. Otras fuentes internas asumen ya que es perfectamente plausible que los nacionalistas vascos tengan que hacer como en 2019, es decir, liderar una candidatura conjunta con Coalición Canaria (CC) y otros partidos pequeños de Galicia, Baleares o Valencia. En Navarra el PNV está integrado en Geroa Bai. En este lustro se ha reconfigurado ese espacio con el surgimiento del partido propio Socialverdes liderado por la expresidenta Uxue Barkos, aunque no hay dudas de que formará parte de la misma plancha.

Desde Junts indican que, en efecto, “hay una nueva relación” con el PNV, que nunca rompió con los otros partidos surgidos de los restos de la antigua CDC, como el PDeCAT. “Se ha recuperado una relación normal y también de coordinación en temas de Congreso y de Senado”, señalan desde Catalunya. Pero una posible coalición es otro tema. “Si vamos juntos, bien; y, si no, no pasa nada. No hay nada decidido y todo está un poco verde. No hay prisa tampoco y ellos tienen antes otras elecciones”, abundan estas fuentes en referencia a unas autonómicas para las que no hay fecha pero que podrían celebrarse en abril. Preguntados por los otros posibles socios, particularmente por CC, un partido que votó a favor del 155 y que ha criticado duramente a Junts hasta fechas muy recientes, esta formación recalca: “Nosotros sólo hablamos con el PNV”.

Las elecciones europeas se celebran en España con circunscripción única. Son las más proporcionales en cuanto al reparto de escaños en función de los votos obtenidos pero también las más complicadas para los partidos de ámbitos territoriales acotados, aunque pueden rascar apoyos en provincias donde habitualmente no se presentan. En 2019, la coalición del PNV y CC, llamada CEUS, logró retener el escaño. En 2024 se repartirán más escaños, 61. En 2019 la entonces candidata, Izaskun Bilbao, salvó el asiento con 54 en juego, que luego subieron a 59 por efecto del Brexit. CEUS llegó al 2,82% de los votos. Junts sacó dos escaños de inicio y subieron a tres con el reparto posterior a la salida de los electos británicos del legislativo comunitario. Con los votos de las elecciones generales, PNV y CC podrían sacar un escaño también sin Junts.

El porcentaje es otro elemento relevante porque Europa exige ya a los estados fijar un mínimo para entrar a la Eurocámara. El listón es una realidad en los procesos internos. Es del 3% habitualmente pero llega al 5% en las municipales. La horquilla ha de ir entre el 2% y el 5% en países con más de 35 eurodiputados, como es el caso de España. En una de las cláusulas pactadas entre el PNV y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez los nacionalistas arrancaron a los socialistas potestad para poder decidir sobre esa cifra en caso de que haya “necesidad” de aplicarla, aunque apuestan por no tocar el asunto salvo que se articulen circunscripciones de ámbito inferior al estatal. “El PSOE se compromete a no impulsar ninguna modificación de la LOREG, y en caso de extraordinaria necesidad, lo hará con acuerdo previo con EAJ-PNV”, se estipuló.

El PNV encarará las europeas después del examen de las autonómicas. En 2023 se vio una tendencia descendente tanto en las municipales y forales de mayo como en las generales de julio. Como adición, los nacionalistas siempre han obtenido peores datos en generales o europeas, lo que achacan a la fuerza tractora de los grandes partidos y al alejamiento del debate del foco vasco. Las europeas, en este sentido, serán la segunda vuelta de las generales y evaluarán medidas como la amnistía.

Las bases del PNV están votando estos días los nombres propuestos por el partido para una lista europea. Es un proceso simultáneo al que hará a Imanol Pradales candidato a lehendakari y en el que se ratifican también las listas al Parlamento Vasco, con Bakartxo Tejeria aspirando a una cuarta legislatura como presidenta de la Cámara vasca. Ante la retirada de Izaskun Bilbao tras tres legislaturas en Europa, no hay un nombre que sobresalga entre las varias decenas propuestos. Presentados en orden alfabético, figuran Daniel Innerarity, Xabier Ezeizabarrena, Mikel Burzako, Rakel Molina, Luis Javier Tellería o Luke Uribe-Etxebarria. Está previsto que el sistema de doble vuelta termine para el día de San Sebastián, el 20 de enero.

Lo que sí se da por hecho es que EH Bildu y ERC volverán a concurrir en coalición. Ambas formaciones mantienen una estrecha relación desde hace años e incluso hicieron actos conjuntos en las generales. Bajo la marca Ahora Repúblicas y con Oriol Junqueras como cabeza de lista, la confluencia en la que también se incluía el BNG gallego llegó a tres escaños, dos de ERC y uno de EH Bildu, Pernando Barrena, que relevó a Josu Juaristi por unos mensajes “fuera de lugar y sin consentimiento” a su expareja. ERC ha sido el socio más habitual de EA, formación ahora integrada en EH Bildu, aunque en 1999 el PNV (y EA) fueron de la mano con ERC.

El nacionalismo vasco en la historia de las europeas

2019: El PNV lideró la coalición CEUS, conformada también por CC y las formaciones socias de Geroa Bai en Navarra, además de por el PI de Baleares, Demòcrates de Valencia y Compromiso por Galicia. Units, partido heredero de Unió, apoyó desde fuera a CEUS aunque esté integrado en el PSC. Con Izaskun Bilbao como candidata, lograron 633.000 votos, menos del 3% del total. EH Bildu participó de Ahora Repúblicas con ERC y BNG. Obtuvo el 5,58% y 1,2 millones de sufragios.

2014: El PNV concurrió con CiU y CC bajo la marca CEU y con el catalán Ramón Tremosa al frente. La coalición sumó 851.971 votos, el 5,42%, y tres escaños, un tope histórico. Uno de ellos fue para el PNV, con Bilbao de referente. ERC, en solitario, logró dos asientos en Estrasburgo. EH Bildu, de reciente creación, logró representación merced a una alianza con el BNG llamada Los Pueblos Deciden.

2009: PNV, CiU y CC sumaron con CEU 808.246 papeletas (5,10%) y obtuvieron dos escaños. La electa del PNV fue Bilbao, que acaba de dejar la presidencia del Parlamento Vasco. Dos de las formaciones de EH Bildu, entonces inexistente, Aralar y EA, se coaligaron con ERC y el BNG en Europa de los Pueblos. El candidato era Oriol Junqueras. Les apoyaron 394.938 personas, lo que valió un escaño. La izquierda abertzale, entonces ilegalizada, pidió el voto para Iniciativa Internacionalista, que llegó a ser tercera fuerza en Gipuzkoa, aunque no logró escaños.

2004: Fue el año de Galeusca, la coalición del PNV con CiU y BNG. ¿El resultado? Un 5,15% del voto (798.816) y dos escaños. CC concurrió con partidos andaluces o extremeños y se quedó fuera. EA fue en la plancha de ERC y Aralar en solitario. La Justicia ilegalizó la marca que pretendió presentar la izquierda abertzale, HZ.

1999: En las últimas elecciones del siglo XX, el PNV compareció a las europeas con EA y con ERC. PNV y EA operaban de la mano entonces en la política vasca. Coalición Nacionalista Europa de los Pueblos obtuvo 613.968 votos, un 2,90% y dos escaños. CiU, en solitario, logró tres asientos y CC dos con los andaluces. La izquierda abertzale (bajo la marca EH) sumó 306.923 votos, suficientes para un escaño.

1994: El PNV de Jon Gangoiti lideró una plancha con CC, Coalición Galega o Unió Mallorquina. Lograron 518.532 votos, el 2,79%. Se tradujo en dos escaños. CiU fue en solitario, con tres escaños y siendo cuarta fuerza de España. El lehendakari Carlos Garaikoetxea fracasó con una alianza llamada Por la Europa de los Pueblos con ERC y Tierra Comunera de Castilla. HB tampoco obtuvo escaño en solitario.

1989: En las primeras elecciones europeas como tales, el PNV lideró una coalición con otras formaciones minoritarias de Galicia, Canarias o Castilla y León. Jon Gangoiti logró un escaño y 295.047 votos. Quedó cerca una marca encabezada por Euskadiko Ezkerra, el partido que acabó fusionado con el PSE en 1993. Juan María Bandrés logró un acta. También sacó escaño Garaikoetxea. La joven EA fue de la mano de ERC y PNG, luego integrante del BNG. Fue superada por HB, que sacó en solitario un escaño con Txema Montero.

1987: Coincidiendo con municipales, autonómicas y forales, se eligieron a los primeros europarlamentarios españoles. Estos comicios los ganó en Euskadi la izquierda abertzale bajo la marca HB. El PNV iba en una marca llamada Unión Europeísta con el PGN, Partido Galeguista Nacionalista. No obtuvo escaño, como tampoco EE. Sí lo logró la recién nacida EA de la mano de ERC y con Garaikoetxea como referencia.