La Ertzaintza subirá el sueldo de sus mandos en 3.300 euros anuales
El Departamento de Seguridad dirigido por Estefanía Beltrán de Heredia, ahora en funciones, ha remitido ya al Parlamento el proyecto de decreto por el que modifica el convenio de la Ertzaintza de 2012 y que incluye como principal medida una subida de sueldo para los mandos policiales (superintendentes, intendentes, comisarios y subcomisarios) de 3.336 euros anuales. Se trata de un nuevo complemento “de jefatura” que viene a compensar las restricciones introducidas en el pago de dietas a raíz de la investigación penal abierta a instancias de las denuncias del sindicato Sipe, que derivó el asunto también ante el Tribunal de Cuentas. La central sostiene que estas retribuciones habían funcionado durante años como sobresueldos opacos a Hacienda.
El documento, el primero que llega a la Cámara en la nueva legislatura recién iniciada, alude a que la “experiencia” en la aplicación del sistema de “indemnizaciones” ha revelado “la necesidad de implementar ciertas modificaciones”. La propia oficina que dirige Beltrán de Heredia ya vino a reconocer que la fórmula anterior no era la óptima al regularizar con las tres Haciendas vascas la nada desdeñable cantidad de 1,57 millones en concepto de retenciones de IRPF no abonadas en los ejercicios fiscales 2011, 2012, 2013 y 2014 tras pagos de dietas de manutención y locomoción al personal de la Ertzaintza. Ese dinero se imputó luego individualmente a cada uno de los perceptores de dietas.
El nuevo complemento de jefatura será un concepto más en la nómina dentro del “complemento específico” de cada trabajador pero sólo podrán acceder a él “los puestos de trabajo de carácter directivo reservados a las categorías de superintendente [ahora mismo no los hay], intendente, comisario y subcomisario cuyo sistema de provisión sea la libre designación”. En un anexo al documento estipula inicialmente ese nuevo plus en un montante de 3.336 euros repartidos en doce mensualidades.
Este movimiento del Gobierno llega después de que la cúpula policial acogiera con mucho enfado la regularización con Hacienda. La cadena de mando, como mayores beneficiarios de las dietas, tuvo que llegar a devolver importantes cantidades al erario público, en algunos casos hasta 10.000 euros. La pasada primavera, entre otras movilizaciones, se llegaron a organizar reuniones multitudinarias con el ánimo de ejercer presión para alcanzar una solución satisfactoria a la bomba de relojería en que se ha convertido la gestión de las dietas en la Ertzaintza.
El sindicato Sipe, por su parte, valora con cautela este movimiento. “Supone un incremento anual del entorno del 3%, superior al 1% máximo que autoriza el Gobierno central”, avisa ante la posibilidad de que el Estado pueda frenar con un recurso estos cambios. No sería el primero, ya que la abogacía del Estado está controlando con lupa las sucesivas OPE de acceso al cuerpo.
Dos euros más en cada hora 'extra'
Los cambios laborales para regularizar la situación en la punta de la pirámide han enfadado a la base. Los sindicatos Erne y ELA, mayoritarios en el cuerpo, denunciaron antes de verano que se plantease una subida salarial para la cúpula mientras se mantenían recortes e “imposiciones” para los agentes rasos.
La propuesta de modificación del acuerdo regulador de 2012 incluye pequeñas mejoras también para el conjunto de la plantilla, siempre en la línea de incorporar a la nómina aquellos conceptos que han de tributar IRPF. Por ejemplo, se crea un nuevo “complemento de productividad” dotado con 42 euros y otro de 17 euros que relevan a antiguas dietas.
El gran cambio, no obstante, es que se propone elevar en dos euros la gratificación por cada una de las horas extraordinarias trabajadas (de 21 a 23 euros en el supuesto más bajo de un funcionario de escala básica y hasta 32 en un tramo nocturno de un festivo para un oficial). Sipe, sin embargo, incide en que las restricciones presupuestarias han hecho caer los llamamientos extraordinarios “en un 97%” desde 2014, por lo que la mejora salarial resultará insignificante.
Esperando a la Justicia y al Tribunal de Cuentas
En paralelo, sigue abierto en un juzgado de lo penal la causa por la supuesta defraudación a Hacienda de la parte de IRPF correspondiente a las dietas de la Ertzaintza. En el proceso está imputada la directora de Recursos Humanos de Beltrán de Heredia, Miren Karmele Arias, que ha sido llamada a declarar en dos ocasiones. La comisión de ética del Gobierno estipuló que los altos cargos sólo han de dimitir en caso de que se abra juicio contra ellos y autorizó la continuidad de los directivos imputados en fase de instrucción.
Fuentes judiciales indican que se ha autorizado una prórroga en la fase de investigación -la reforma procesal acota a seis meses la instrucción de todos los procedimientos penales salvo excepciones, como es el caso- y que ha sido solicitada ya una auditoría de las dietas de la Ertzaintza a la Agencia Tributaria. En el Tribunal de Cuentas tampoco ha finalizado el análisis de este asunto.