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Pradales presenta las prioridades de una “Euskadi nueva” con 15.728 millones de presupuesto de récord

El lehendakari, Imanol Pradales, este lunes en Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El lehendakari, Imanol Pradales, sigue empeñando en ofrecer un nuevo estilo de liderazgo. Incluso en los asuntos más áridos, como los presupuestos. 24 horas de la aprobación formal del proyecto, que superará los 15.700 millones, Pradales ha querido presentarlos -más bien esbozar sus líneas maestras, aunque las ha trufado con alguna cifra- con un formato distendido a una representación acotada de la sociedad en el patio de la sede de la Presidencia vasca. Lo ha llamado “Euskadi berria”, la 'Euskadi nueva', en castellano. Es un 'claim' que recuerda al que se lanzó hace casi un año cuando lanzó la carrera a Ajuria Enea como sustituto de Iñigo Urkullu, “Indar Berria”.

Literalmente, Pradales ha dado la vuelta a Lehendakaritza. Ha girado el escenario que solía emplear Urkullu en sus actos y lo ha enviado a la otra pared, la del ala este de la Presidencia. Allí se ha instalado una gran pantalla y ha eliminado la tradicional fila de los consejeros de Gobierno para mezclar a su equipo entre el público con representantes de la sociedad civil a los que ha ido conociendo en el último año, tanto como lehendakari como durante la campaña. “Estáis en vuestra casa”, les ha agasajado un lehendakari que ha comparecido sin corbata, sin chaqueta, con camisa blanca -y remangada- y sentado en un taburete o de pie, indistintamente.

Junto a las sillas había botellas de agua y vasos desechables logotipados con el lema “Euskadi berria”. Hasta había cojines con el 'claim'. O galletas 'cookies' de gran tamaño. Al menos cuatro colaboradores grababan con móviles vídeos verticales para las redes sociales. “Me ha gustado mucho”, confesaba una consejera al término del acto.

Apoyado en dos grandes 'prompters' y con un gran 2025 proyectado en la pantalla trasera, Pradales ha arrancado contando que aún no está acostumbrado a que se dirijan a él como lehendakari, aunque han pasado ya cuatro meses largos desde la investidura. Ha explicado cómo un chico venezolano de 16 años le abordó en una tienda en la que compraba una funda para el móvil para pedirle ayuda con su matrícula escolar. Ha señalado también que el euskera es una prioridad para él, que procede de una familia castellanoparlante.

En el sentido más político, ha indicado que los presupuestos tendrán un techo de gasto de 15.728 millones. Nada tiene que ver con los 9.316 millones con los que se estrenó (sin éxito) Urkullu. Son los más altos de la historia. Con todo, ha avisado que dinero para todo no hay pero que, como gestor, tiene que saber elegir las “cestas” en las que depositar los “huevos”. “Tomar decisiones, apostar y ser valientes”, ha enfatizado.

Esas prioridades son, por este orden, Salud, que tendrá más de 5.000 millones de euros -“para sentir que estamos en las mejores manos”-, Vivienda, Seguridad, transporte y protección social -ha mencionado 68 millones para complementos de pensiones de la RGI y 400 millones para personas en riesgo de exclusión-. Ha citado 1.500 millones en inversiones -Euskadi como “motor de la reindustrialización de Europa”-, la necesidad de la colaboración público-privada y el riesgo para el planeta y para Europa de los populismos de extrema derecha... o de extrema izquierda. Ha advertido también de que hay que mantener la “solidaridad” con las personas mayores pero también mirar a las nuevas generaciones y “cuidar la cantera”. “Estaremos fallando como sociedad si no le ofrecemos a los jóvenes buenos sueldos o ayudas a la conciliación”, ha razonado.

Ya al final de su intervención ha insistido en que Euskadi ha de dar un “salto cualitativo” con una reforma del Estatuto, aunque antes toca que el Estado “culmine” las transferencias pendientes antes de 2025. “Adecuar nuestro autogobierno para seguir avanzando en la construcción de una sociedad más equilibrada y justa, garantizando un reparto equitativo de la riqueza, la sostenibilidad de los servicios públicos, las oportunidades para la juventud o la atención a las personas más necesitadas. Recuperemos el espíritu que nos permitió alcanzar un pacto hace 45 años”, ha señalado.

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