Después de una ronda de contactos con los partidos de la oposición y a punto de cumplirse un mes de su llegada a Ajuria Enea, el lehendakari, Imanol Pradales, ha concretado ya que desea tener en “seis meses” desde septiembre, es decir, para marzo de 2025, una propuesta para reformar el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), al que aspira a devolver el “prestigio”. Confía en que de aquí a un año se noten ya cambios y mejoras. Ha explicado también que en septiembre propondrá lo que ha venido en llamar un “gran pacto vasco de ética política”, si bien ha señalado expresamente que no tiene nada que ver con las medidas de Pedro Sánchez para “controlar” la financiación de los medios de comunicación.
Pradales, que dice conocer las prioridades de la ciudadanía, ha dicho que “Euskadi merece un gran pacto de salud”. Quiere hacer un “diagnóstico” de los problemas que tiene Osakidetza así como plantear “principios, estrategia e iniciativas”. El Gobierno quiere trenzar esas mejoras con la oposición, con los sindicatos -“de clase y también corporativos”-, con colegios profesionales y hasta con los pacientes. “Nos hemos marcado un margen de seis meses para lograrlo”, ha prometido. La cuenta atrás de ese tiempo se activará “en la primera quincena de septiembre”. El consejero de Salud, Alberto Martínez, aunque este mismo miércoles se iniciarán reuniones con organizaciones como SME o Satse, convocará entonces una mesa con un “calendario” y “metodología”. De momento, ya ha nombrado a sus dos viceconsejeros, Lore Bilbao y Enrique Peiró.
“Los partidos políticos han mostrado su predisposición a participar en el proceso y estoy seguro que los demás participantes también lo harán”, ha dicho Pradales, que el lunes se entrevistó con el líder institucional de EH Bildu, Pello Otxandiano, quien dijo tras el encuentro que dará “oxígeno” a esta iniciativa después de muchos años de oposición frontal a la gestión del PNV en materia sanitaria. Pradales no ha concretado en su comparecencia las medidas concretas que tiene en mente -en algunas intervenciones anteriores ha aludido a garantizar 50 días de espera máxima para una operación o 48 horas para una consulta en el ambulatorio, así como contratar a 2.000 profesionales- pero sí ha dicho que tocará “reforzar” la atención primaria, “mejorar” las demoras y actuar en materia de personal. Como ejemplo, ha explicado que la intención es “solucionar problemas” como el abierto en el servicio de cirugía cardíaca de Basurto, en Bilbao, que se pretendía cerrar en la pasada legislatura. “Esto es arreglar problemas”, ha señalado.
Sobre el pacto ético, Pradales lo plantea entendiendo que “en Euskadi se mantiene otro ambiente” de “respeto” al diferente y “sin ataques ad hominem” en la vida pública pero desde la constatación de las reacciones “antidemocráticas” en el conjunto de Europa. “Hay que mantenerlo. Podemos ser un ejemplo para otros”, ha dicho sobre el resto de España. Tampoco ha concretado en este apartado sus propuestas, pero ha apelado como valores la “búsqueda del bien común” y sí lo ha diferenciado de otros modelos. “No estoy hablando de limitar o regular las cuestiones de la inversión publicitaria o cuestiones de este tipo”, ha señalado a preguntas de los periodistas.
El lehendakari se ha referido igualmente a otro “pacto de país” que persigue para la actualización del autogobierno. Ha explicado que él va a priorizar “el cumplimiento de la carpeta del Estatuto de Gernika”, es decir, en las transferencias pendientes de 1979 y acepta que sea su partido, el PNV, el que abra una ronda “discreta” de contactos para buscar consensos con los partidos de cara a una posible reforma. Ha mencionado, eso sí, que eso es algo previsto tanto en el pacto de Gobierno con el PSE-EE como prometido por Sánchez a cambio de los votos del PNV en la investidura. Precisamente, Pradales aspira a verse con el presidente del Gobierno. En los últimos días lleva una agenda frenética de reuniones y ha estado con el jefe del Estado, el rey Felipe VI, con diputados generales, con alcaldesas, con partidos y con otros agentes, pero concede que es difícil cuadrar un momento con La Moncloa.
Otro pacto, el de la vivienda
Apenas unos minutos después de terminada esta comparecencia Pradales ya estaba presidiendo otro acto en la sede de Presidencia en busca de un actualización del pacto por la vivienda, otra gran preocupación ciudadana por los precios disparados en zonas como Donostia. “Vacaciones ya veremos. Hay que poner en marcha el Gobierno y que esto coja velocidad de crucero”, ha bromeado el lehendakari. El acto sobre vivienda, en el que se ha reunido a casi un centenar de agentes que firmaron ese acuerdo en la pasada legislatura, ha tenido como maestro de ceremonias al consejero del ramo, Denis Itxaso, de la parte socialista del Ejecutivo de coalición y que ha querido anunciar un foro “de carácter permanente” para garantizar lo que desde 2015 es ley en Euskadi, que el acceso a un piso es un “derecho subjetivo”. El vicelehendakari segundo, Mikel Torres, ha llegado tarde a la comparecencia.
Itxaso, que insiste en que no se pueden esperar “milagros” de la política, sí ha desgranado algunos compromisos del programa para esta legislatura. Ha mencionado 7.000 nuevas viviendas protegidas, medidas para jóvenes -sostiene el consejero que cobran el 50-75% de lo que percibían sus padres a su edad- o la posibilidad de controlar precios mediante la aplicación de la normativa estatal de zonas tensionadas, que podría beneficiar a 43 de los 251 municipios. No es un punto exento de tensiones, ya que el PNV recurrió esa ley en la pasada legislatura aunque la competencia de Vivienda fuera del PSE-EE. Ha citado también el catálogo de prestaciones, como Gaztelagun o la prestación complementaria ahora ya gestionada al margen de la RGI. Ambas son de 300 euros mensuales. No ha citado el programa de emancipación Emantzipa lanzado también en la pasada legislatura por la parte del PNV y que sí ha sido puesto en valor por Pradales. En su intervención, el lehendakari ha dicho también: “El primer paso para solucionar un problema es reconocer que, efectivamente, lo tenemos [...]. Nadie puede avanzar en su proyecto de vida sin un hogar en que vivir”.
Mario Yoldi, director del Observatorio de Vivienda y que ha ofrecido una charla sobre la situación, ha apostillado que el 18% de la vivienda protegida de España se hace en Euskadi, así como el 20% de las rehabilitaciones. “Hemos hecho las cosas bien hasta ahora, pero lo que ocurre es que el mercado nos ha superado”, ha apuntado. El Ejecutivo también ha prometido la compra de viviendas para destinarlas a alquiler social -un paso más que los programas de captación ASAP y Bizigune ya existentes- e incluso reconvertir lonjas o dividir inmuebles antiguos ya que ahora las familias son más reducidas o incluso individuales.