“Los niveles de contaminación en el entorno del vertedero de Zaldibar se mantienen en parámetros normales”. Ese es el mensaje que la consejería de Medio Ambiente del Gobierno vasco lanzó el pasado domingo, 9 de febrero después de que una unidad móvil de control midiera durante 24 horas la calidad del aire en el entorno del vertedero de Zaldibar, que el jueves de esa misma semana había sufrido un derrumbe que sepultó a dos trabajadores que continúan en paradero desconocido.
En aquel momento, el departamento de Medio Ambiente, liderado por Iñaki Arriola, admitió que se habían detectado “picos no preocupantes” de contaminación provocados por los “compuestos orgánicos volátiles” desprendidos tras el incendio que se desencadenó horas después del derrumbamiento y que aún no han logrado extinguir. Ahora, una semana después de que el Gobierno vasco lanzara ese mensaje de tranquilidad y seguridad a la población, las advertencias han cambiado radicalmente transformando la serenidad en alarma: a partir de ahora no se recomienda a los vecinos de Eibar, Ermua, Elgeta y Zaldibar abrir las ventanas ni realizar deporte al aire libre hasta nuevo aviso.
“No ventilen las viviendas y mantengan la ventanas cerradas el mayor tiempo posible, especialmente por la noche”, debido a la inversión térmica que se da en horas nocturnas, y que, en la medida de lo posible, reduzcan las actividades deportivas intensivas al aire libre “hasta nuevo aviso”. Así de explícito se ha mostrado el director de Salud Pública del Gobierno vasco, Iñaki Berraondo, con los vecinos de la comarca.
¿A qué se debe este cambio? Los resultados de los informes obtenidos sobre la calidad del aire en la zona del vertedero –donde el derrumbe provocó un incendio– han mostrado la presencia de altos niveles de dioxinas, que se producen al quemarse plástico y elementos que contienen cloro. Lo normal es que esos niveles estén entre 10 y 50 fentogramas. Sin embargo, han declarado que en la zona cercana al vertedero “ahora mismo hay entre 40 y 50 veces más”. A pesar de ello, han asegurado que esta exposición a corto plazo “no sería peligrosa”, ya que para que los efectos fueran nocivos la exposición a estos compuestos químicos debería ser prolongada. Aun así, el Gobierno vasco ha decidido tomar “medidas garantistas y de precaución” para salvaguardar la salud y seguridad de los vecinos de la zona.
Ni abrir las ventanas ni hacer deporte
Además de estas medidas preventivas, en las que han aconsejado poner un mayor énfasis en mujeres embarazadas y niños, el Gobierno vasco ha recomendado a los caseríos de la zona no vender ni consumir sus productos hasta que tengan los resultados que confirmen que no están afectados. Para ello, un grupo de expertos ha tomado muestras del suelo de los caseríos de la comarca a 30 centímetros de profundidad, además de muestras de pasto para el ganado y de frutas y verduras. Los resultados no se harán públicos hasta la semana que viene, por lo que, hasta tenerlos, de manera preventiva se ha ordenado no comercializar los productos de caserío y que el autoconsumo de los mismos se haga con precaución.
A raíz de estas medidas tomadas por el Departamento vasco de Salud, la Diputación de Bizkaia ha decretado la suspensión de todas las actividades de deporte escolar que se practican al aire libre previstas para este fin de semana en los tres municipios más próximos al vertedero: Zaldibar, Ermua y Mallabia. Una medida que ha preocupado en especial a los vecinos de la localidad de Ermua, donde en el barrio de San Lorenzo, a menos de un kilómetro del vertedero, se encuentra un colegio público en el que los niños han estado jugando en el patio al aire libre durante toda la semana.
Otra de las consecuencias ha sido la cancelación del derbi entre la S.D. Eibar y la Real Sociedad se iba a disputar este domingo 16 en Eibar, localidad cercana al vertedero. Tras anunciar el Gobierno vasco a última hora del viernes una serie de medidas cautelares debido a la presencia de dioxinas en el aire en los municipios cercanos al suceso, LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol, atendiendo a las recomendaciones del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, han acatado la decisión de que no se dispute el encuentro.
El Gobierno vasco admite la “falta de previsión”
A pesar del mensaje de alarma, Berraondo ha querido tranquilizar a la población, asegurando que aparte de las molestias que puedan sentir los vecinos por los olores emanados por el incendio “no entrañan riesgo para la salud”. Se trata, según ha explicado, de compuestos que se van almacenando en el cuerpo durante toda la vida y que, al estar en niveles más altos de lo habitual, conviene limitar la exposición. “Si hubieran sido tres días no hubiéramos hecho nada más”, ha explicado, para añadir después que, las precauciones se están tomando, principalmente porque el fuego sigue activo.
Aun así, ha confesado que por parte de los técnicos ha habido una falta de previsión: “Si hubiéramos pensado que íbamos a encontrarnos con estos niveles de dioxinas, obviamente hubiéramos tomado medidas, pero la realidad es que los indicadores, las mediciones que se estaban haciendo tanto de compuestos orgánicos como hidrocarburos o las fibras de amianto, eran todas o bien negativas como en el caso de las fibras de amianto o bien en unos valores, elevados en algún caso, pero no nocivo para la salud”.
No ha concretado hasta cuándo deberán permanecer en modo preventivo. El próximo jueves, 20 de febrero, recibirán un segundo informe que determinará cuál está siendo la presencia de furanos y dioxinas durante estos días. Datos que tardan en analizarse debido a la complejidad técnica y a que dicho análisis se realiza en Madrid.
La esperanza de Berraondo es que el incendio se extinga en los próximos días, para que así la calidad del aire mejore y la población pueda volver a la normalidad. Sin embargo, a pesar de que los bomberos aseguran que “está controlado”, no será hasta después del domingo o el lunes cuando una brigada de bomberos especializados lleven vehículos y maquinaria para atajar la combustión y extinguir el fuego por la inestabilidad de la zona.
“No perdonaremos”
Por lo pronto, el lehendakari, Iñigo Urkullu –después de haber tardado seis días en acudir a la zona afectada y reunirse con las familias–, ofrecerá el próximo martes en la Diputación Permanente del Parlamento de Vitoria explicaciones sobre las gestiones que ha llevado a cabo el Gobierno vasco, criticadas tanto por la oposición como por los ciudadanos y familiares de los trabajadores desaparecidos.
La visita de Urkullu a las familias no ha calmado los ánimos de los allegados de los desaparecidos ni de los vecinos de los pueblos de la comarca afectada, que han convocado este sábado una manifestación que ha recorrido los pueblos próximos al vertedero -Eibar, Ermua y Elgueta- y se han unido en Eitzaga, el barrio de Zaldibar más cercano al vertedero.
Mascarillas y trajes de protección en modo de protesta
Miles de personas de los pueblos de Eibar, Ermua, Elgeta y Mallabia se han lanzado este sábado a las calles llevando mascarillas a modo de denuncia, e incluso algunos se han vestido con trajes de protección, para protestar ante la falta de seguridad y la mala gestión de la Administración con lo referente al vertedero y la búsqueda y rescate de los dos desaparecidos.
Vecinos y allegados han portado pancartas con el nombre de Joaquín y Alberto, los dos trabajadores desaparecidos y el lema “Ez dugu barkatuko” (“No perdonaremos”, en euskera). “Queremos saber si estamos seguros, no podemos hacer deporte, pero ¿qué hay de salir a pasear? Llevamos aquí como si nada toda la semana”, denuncia una vecina de Ermua.
La marea de personas se ha unido en el barrio de Eitzaga, el más próximo al vertedero, donde la plataforma ciudadana Zaldibar Argitu (Destapad Zaldibar), creada a partir de este suceso, ha leído un comunicado de apoyo y solidaridad a los familiares de las víctimas, en la que han criticado al Gobierno vasco por no haber otorgado una “explicación clara, precisa y sin rodeos sobre lo ocurrido y sus consecuencias”.
La plataforma ha denunciado que para el Gobierno vasco buscar y rescatar a los trabajadores sepultados “no está siendo una prioridad” y han acusado al PNV y al lehendakari, Iñigo Urkullu, “de querer realizar un lavado de cara” dadas las próximas elecciones.
El rescate de los desaparecidos, en un segundo plano
Además de su seguridad, a los vecinos de las localidades cercanas al vertedero les preocupa el hecho de que la búsqueda de los dos trabajadores sepultados hace casi 10 días “quede en un segundo plano”. Y es que las labores de rescate por diversas razones se han tenido que suspender en varias ocasiones: primero, por la presencia de amianto altamente tóxico que ponía en peligro a los rescatistas; después, por la inestabilidad de la ladera en la que se encuentra el vertedero y el riesgo a que pueda producirse otro derrumbe.
Sin embargo, el Gobierno vasco asegura que su prioridad sigue siendo encontrar los cuerpos de los dos trabajadores sepultados entre los escombros. Por el momento, los equipos de rescate creen tener localizada una zona concreta donde supuestamente se encontrarían sepultados los trabajadores, según han confirmado este viernes tras la reunión diaria del gabinete de crisis.
Este nuevo descubrimiento, de cumplirse, facilitaría la búsqueda, teniendo en cuenta que la acordonaría a una única zona, concretamente a la zona más baja de la 'lengua' de más de medio millón de metros cúbicos de residuos que componen el vertedero. Por ello, como han confirmado desde el gabinete de crisis, desde este sábado han comenzado a construir varios taludes para estabilizar la supuesta zona en la que se encuentran y que los rescatistas puedan actuar sin poner en peligro su vida.
Como ha avanzado el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, ya se ha delimitado dónde hay más posibilidades de hallar a los trabajadores. Según Zubiaga, se plantean dos opciones: que se encuentren cerca de la carretera de acceso al vertedero, donde estaba la báscula de pesaje y de la caseta de oficinas, la zona prioritaria en la que están trabajando; o que se encuentren en otro lugar más cercano a los caseríos, que es más inestable y de difícil acceso.