El proyecto de presupuestos generales del Estado esconde, como cada ejercicio, un calendario sobre la evolución de las obras de la denominada 'Y vasca' y sobre las conexiones de este corredor hacia Madrid (vía Burgos) y hacia Barcelona (vía Pamplona). En la documentación entregada a las Cortes Generales por el Gobierno este jueves, Adif retrasa un año más la finalización de las obras del AVE vasco y oficializa 2027 como nueva referencia frente a la ya desechada promesa de 2026, aunque ya era una fecha que se manejaba y que parece también una previsión optimista toda vez que no han empezado las obras de los accesos a Vitoria y a Bilbao. Más significativo es que se mantenga imputado exclusivamente a la provincia de Álava -y no a la de Gipuzkoa- el coste para la conexión con Pamplona, unos 280 millones, como el pasado año, aunque oficialmente no hay aún una decisión política firme y se mantiene como alternativa la de Gipuzkoa a través de la pequeña localidad de Ezkio/Itsaso.
Salvo por el retraso de la inauguración de 2026 a 2027, los acontecimientos políticos de los últimos meses no han supuesto cambio alguno en las cuentas y planes de Adif. La línea de alta velocidad 'Y vasca'-Pamplona-Zaragoza transcurriría por las provincias de Álava, Navarra y Zaragoza a la luz del desglose presupuestario. Sin embargo, ya el año pasado quedó en evidencia que estos documentos no parecen firmes ante la pugna entre las opciones de Vitoria y Ezkio/Itsaso. La decisión salomónica adoptada, según explicó en una entrevista la presidenta de Navarra, María Chivite, es que se inicien los trabajos desde Pamplona hasta Alsasua, el tramo común de ambos recorridos, mientras se analizan los pros y contras de las dos alternativas.
Y eso que ese balance ya se hizo en 2018. Siendo ministro de Fomento Íñigo de la Serna (PP), se presentó oficialmente el trazado entre Pamplona y Vitoria en la propia capital vasca. Se desechó la idea inicial de conectar la 'Y vasca' por Ezkio/Itsaso al suponer un coste mucho más elevado tunelar la sierra de Aralar. Era un cambio en la idea original de cuando se concibió el AVE hace tres décadas. De hecho, solamente la hipótesis de esta conexión explica que en un municipio minúsculo del interior de Gipuzkoa se planeara una estación de alta velocidad como en Bilbao, Vitoria y Donostia. Al margen del apartado técnico y orográfico, tiene mucho peso también la discusión de si es más importante hacer más directo el corredor Bilbao-Vitoria-Pamplona-Zaragoza-Barcelona -lo que implicaría viajar hasta Vitoria para ir de la capital de Navarra a Donostia- o facilitar el enganche entre Navarra y la frontera con Francia, que de momento no acaba de acercar el TGV a Hendaya.
Con estos elementos sobre la mesa, el asunto genera fuertes pugnas políticas y territoriales, con posturas contradictorias entre cargos del mismo partido en función de si la rueda de prensa se ofrece en Vitoria o en Pamplona. El PP alavés, por ejemplo, secunda la línea Vitoria-Pamplona de De la Serna pero la coalición de la que forma parte, Navarra Suma, con el alcalde Enrique Maya a la cabeza, es muy beligerante en su negativa a este trazado. Ocurre lo mismo en el PNV. Sus cargos en Álava, Gorka Urtaran y Ramiro González, hacen presión por esta alternativa pero Geroa Bai en Navarra ha utilizado palabras muy gruesas contra ella. La nacionalista guipuzcoana Arantxa Tapia, consejera de Urkullu y que dirigió entre 2016 y 2020 la cartera de Transportes, se decantaba por la conexión desde su territorio. Los socialistas, que dirigen ahora las políticas de Transportes en el Estado (Raquel Sánchez), en Euskadi (Iñaki Arriola) y en Navarra (Bernardo Ciriza), llevaban en su programa electoral en las elecciones forales de 2019 la opción de Ezkio/Itsaso, luego se decantaron por la de Vitoria y ahora han optado por una nueva prospección de la zona montañosa hacia Gipuzkoa antes de tomar la decisión definitiva.
Por otro lado, el Estado ha decidido mantener el cálculo tanto de los 'cupos' que abonan las comunidades autónomas vasca y navarra como aportación por los servicios que se presentan en esos territorios. En el caso de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa se deja en 1.680 millones de euros y en el de Navarra en 645, según informa Europa Press. Es una cifra provisional y que luego sufre ajustes en las liquidaciones definitivas. Este sistema permite financiar servicios comunes y una parte proporcional de los fondos de solidaridad interterritorial así como actividades de la Administración central como ferrocarriles, Sepe, aeropuertos, puertos marítimos, Policía Nacional o Guardia Civil, entre otras.
En cuanto a las inversiones, Navarra es la comunidad con mayor subida prevista, del 34,7%, lo que se traduce en una subida de 77 a 104 millones en el proyecto de 2023 con respecto a 2022, aunque solamente la parte navarra del corredor 'Y vasca'-Pamplona-Zaragoza requiere más de 1.600 millones. En el caso de Euskadi, la propuesta del Ejecutivo central eleva un 14,1% la dotación económica, que sube de 490 a 559 millones. Se pueden consultar aquí los datos por autonomías.