El PSE-EE se prepara para tener más fuerza en la coalición con el PNV tras subir dos escaños

El PSE-EE ha conseguido sacar la cabeza entre PNV y EH Bildu. Eneko Andueza, mitin tras mitin, repetía que los comicios no eran cosa de dos y que las encuestas siempre les infraestiman. Finalmente, los socialistas han logrado subir de diez a doce escaños. En números redondos, suben de 120.000 a 150.000 votos. Lógicamente, no son ni de lejos los casi 300.000 obtenidos por Pedro Sánchez en las generales hace escasamente nueve meses pero, al margen de los discursos, nadie creía realmente que el PSE-EE pudiera ganar las autonómicas. Este partido es el campeón del voto dual.

La coalición de Gobierno pasa de 41 a 39 escaños. No hay un gran cambio. Pero el peso del PSE-EE en relación al PNV crece. Bajan los nacionalistas y suben los socialistas. Dando por hecho que lo “natural” -en palabras de Imanol Pradales- es que se repita la coalición, es previsible que los de Andueza pidan más. ¿Más carteras? ¿Más presupuesto? ¿Nuevos cargos? Las conversaciones se iniciarán ahora.

A nivel local, el PSE-EE no ha ganado en ninguno de los 252 municipios vascos. Únicamente en Portugalete -donde residen Pradales y Andueza-, Ermua, Lasarte-Oria y Elciego han llegado a segunda fuerza. En Eibar o Irún, dos de sus grandes feudos, han sido terceros. También en Vitoria, con alcaldesa socialista, Maider Etxebarria. El resultado, en todo caso, es homogéneo: cuatro escaños en cada circunscripción, aunque el PP ha quedado muy cerca de superarles en Álava.

El PSE-EE lleva tres autonómicas creciendo desde su suelo de 2016, nueve parlamentarios. Eso sí, es una subida lenta. Doce es el tercer peor resultado desde la fusión de la federación vasca del PSOE con Euskadiko Ezkerra en 1994. El mejor resultado absoluto fueron los 25 asientos en la Cámara con Patxi López en 2009, que llegó a Ajuria Enea con el PP. Y el mejor relativo fue la victoria en escaños por delante del PNV en 1986, algo que nadie ha logrado nunca más, ni siquiera ahora EH Bildu.

Bálsamo para Sánchez

El resultado en Euskadi llega como un auténtico bálsamo para Pedro Sánchez tras el batacazo de las autonómicas gallegas y en plena cuenta atrás de la trascendental cita del 12 de mayo en Catalunya, donde los socialistas sí aspiran a una victoria solvente que les abra incluso las puertas de la Generalitat. Una partida en la que el propio Pedro Sánchez también se juega la viabilidad de la legislatura. Andueza, de hecho, ha agradecido expresamente la implicación del presidente en su campaña y le ha hecho copartícipe de sus datos.

En el PSOE celebran la mejora de los resultados de los socialistas vascos como un éxito político que les permitirá reeditar un Gobierno de coalición con el PNV e incluso aumentar su presencia en el Ejecutivo autonómico. “Son unos magníficos resultados tras una ejemplar campaña”, ha valorado la portavoz del partido, Esther Peña, durante una comparecencia sin preguntas en la sede de Ferraz. 

Peña ha ensalzado que, en un contexto polarizado por el PNV y EH Bildu, el candidato socialista haya conseguido “situar al PSE-EE en el espacio central de la política vasca para determinar las políticas progresistas de los últimos años”. E incluso ha abierto la puerta a que la mejora de los resultados implique tener más fuerza de la que tenían hasta ahora en el próximo Gobierno vasco. 

No pasó por alto la portavoz del PSOE en su lectura estatal de los comicios vascos los resultados del PP. “Ha vuelto a equivocarse”, dijo en referencia al líder de los 'populares'. “Anunció un cambio de ciclo el 23J y esta vez hablaron de llegar a diez diputados pero se quedan en siete. La demoscopia no es lo suyo, la ciudadanía vasca les ha vuelto a dar la espalda y ha demostrado que el motor de Feijóo está gripado”, valoró. 

Conforme avanzaba el escrutinio, la noche se convirtió en una de las citas electorales más plácidas de las vividas en los últimos años en la calle Ferraz. El recuento dio pronto por colmadas las expectativas con las que los socialistas afrontaban la cita con las urnas en Euskadi: la reedición de un gobierno de coalición con el PNV. La alianza con los nacionalistas vascos llegó a ser calificada por Pedro Sánchez como “estratégica” frente a cualquier hipótesis de colaboración en el País Vasco con EH Bildu, desechada desde hace meses y con especial énfasis en la recta final de la campaña. 

Pero las buenas noticias para el PSOE no se quedaron en la reedición de la fórmula de gobierno. La sustancial mejora de los resultados del PSE respecto a hace cuatro años se celebró en la cúpula del partido como todo un éxito político en mitad de una campaña marcada por la competición entre el el PNV y EH Bildu. “Eneko ha hecho una gran campaña, son los mejores resultados desde 2012”, valoraban ya en Ferraz al filo del cien por cien del escrutinio y con la confirmación de que Andueza alcanzaba los doce diputados, dos más que en 2020 y con un punto porcentual y casi 25.000 papeletas más. 

La cita la siguieron en la sede central del PSOE de la calle Ferraz dirigentes como la vicesecretaria general, María Jesús Montero, el secretario de organización Santos Cerdán, o ministros como Félix Bolaños. Y en su particular batalla política con el PP no pasaron por alto los siete diputados cosechados por los de Feijóo en la lectura estatal del resultado. “Es un fracaso. Aspiraban a mejorar hasta los 10 y siguen en un dígito”, apuntaron.