El Teatro Principal de Vitoria ofrece 'El cuaderno de Pitágoras', una obra que refleja la realidad que viven las personas presas tanto dentro como fuera de prisión. La función, que tuvo lugar en el Teatro Valle-Inclán de Madrid entre el 18 de enero y 20 de febrero, continúa siendo expuesta por diferentes teatros de España, llegando a Vitoria este viernes 18 y sábado 19 de marzo a las 19:30. Se trata de una producción del Centro Dramático Nacional dirigida por Carolina África, directora destacada por dar voz a colectivos vulnerables en sus obras, en este caso para comprender los problemas presentes y futuros que genera una experiencia en un centro penitenciario.
La idea de elaborar esta obra surge debido a la experiencia vivida por parte de la directora, que participó en el proyecto LOVA (La Ópera como Vehículo de Aprendizaje), proyecto en el que se basa la obra y que consiste en la creación de una función por los integrantes de las prisiones para exponerlo ante sus familias. “El teatro articulaba en todos ellos una magia más potente de la que hubiera experimentado en cualquier otro proceso creativo”, ha sugerido África. Esta experiencia tan “potente” también se componía por la elaboración de un cuaderno de bitácora conjunto que, cada semana, actualizaba un recluso diferente. Uno de ellos, equivocándose, lo llamó “cuaderno de Pitágoras” y así rebautizó el nombre de dicho cuaderno. Es por ello que Carolina ha querido hacer este guiño a sus alumnos, nombrando e interpretando la situación en la obra junto a muchas otras que demuestran la lucha por reconstruir una “vida digna”.
Los actores y actrices han conocido y colaborado con las personas reales que inspiraron la creación de los personajes. “Vi material dañado, personas vulnerables cumpliendo su castigo natural pero reinsertándose”, ha mencionado Manolo Caro, actor de la obra. “Conociendo la situación de cerca, te das cuenta de que todos podemos evolucionar”, ha sugerido. Esta interpretación “motiva de una manera especial”, comentaba Nuria Mencía, actriz de la obra. Usar el teatro como altavoz, mostrando con rigor cómo es la vida de estas personas tanto dentro como fuera de la prisión, para desprejuiciar la imagen de este colectivo y para comprender como en muchos casos los errores o vivencias momentáneas pueden arruinar una vida. “Hemos visto que el mensaje llega, emociona y entretiene”, ha comentado Caro.
El sexo también es discriminatorio en prisión
Dado que solo el 7,6% de las personas internas en las cárceles españolas son mujeres, disponen de menos servicios que los hombres. Para la directora de la obra es “importante enseñar y plasmar las diferencias de la experiencia en un sistema ideado para ellos”, un sistema en el que se genera una evidente discriminación en materia de oportunidades, formación y reinserción. Las características particulares como los embarazos en prisión o los módulos maternos que conforman este “universo específico” también tienen una gran presencia en la representación de esta obra.
elDiario.es/Euskadi
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