Itxaso Olabarrieta, oficiala de bomberos: “El estereotipo de que un bombero debe ser un hombre fuerte se está rompiendo”

En Euskadi hay únicamente 36 mujeres en los cuerpos de Bomberos de una plantilla total de 1.346, según datos oficiales del 2021. Por ello, la nueva Ley de Regulación de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento busca potenciar la presencia de mujeres y, además, dotarles de derechos como poder estar en segunda actividad hasta que pasen dos años después de dar a luz o una cuota reservada para ellas en las oposiciones que se realicen.

Itxaso Olabarrieta es una de esas 36 mujeres. En su caso, es oficiala de bomberos y se encarga de coordinar y gestionar el servicio en Bizkaia. En su plantilla, solo hay siete mujeres y según asegura Olabarrieta, están rompiendo los estereotipos que hasta ahora han existido en la sociedad. “El estereotipo de que un bombero debe ser un hombre fuerte se está rompiendo poco a poco y vamos superando esas barreras. Ahora mismo tenemos siete bomberas que están realizando el operativo diario de guardias las 24 horas. Las intervenciones nunca las realizan los bomberos o las bomberas solas, siempre se realizan en grupo. Cuando alguien hace el comentario de que si hay bomberas no van a ser capaces de rescatar o de levantarles del suelo si hace falta, tiene que saber que eso es una leyenda urbana”, argumenta.

¿Cómo supo que quería ser bombera?

Estudié ingeniería industrial y trabajé durante 12 años en la industria aeronáutica hasta que decidí que me apetecía un cambio. Mi pareja trabajaba en el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y me animé a probar y a opositar. Actualmente no intervengo directamente en los operativos, me dedico a temas de coordinación y gestión del servicio.

¿Cómo fue el proceso de la oposición?

La primera vez que me presenté fue en 2012, pero no lo preparé mucho porque estaba trabajando en una empresa aeronáutica. Además, en aquella época las pruebas físicas eran mucho más restrictivas para las mujeres, no son las que tenemos a día de hoy. Finalmente, conseguí aprobar en 2018, cuando las bases de la oposición habían cambiado y las pruebas físicas eran mucho más inclusivas.

El Gobierno de Iñigo Urkullu aprobó un proyecto de ley para regular los denominados Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) que incluye, unas primeras “medidas correctoras de la actual infrarrepresentación de las mujeres en las plantillas”. Son iniciativas en línea con las adoptadas en la Ertzaintza o en los cuerpos de Policía Local y se concretan en que las OPE deberán reservar una cuota mínima de entre el 25% y el 40% para mujeres. ¿Qué le parecen este tipo de medidas?

El tema de la cuota mínima ha dado mucho que hablar, pero realmente si se lee la ley detalladamente establece que la representación de la mujer en los servicios y empresas no debe ser inferior al 33%. En nuestro caso, la representación de las mujeres en el servicio es del 2,5%. Estamos muy lejos de ese porcentaje del 33%, por lo que se establece una cuota mínima del 25%. La Diputación Foral de Bizkaia está trabajando en un plan específico de igualdad en el que se van a determinar las medidas para ir mejorando. Cuando en los medios de comunicación se publica que se establece una cuota mínima del 25% llama mucho la atención, porque parece que va a ser un salto muy grande, pero va a ser algo progresivo y va a incluir otras medidas dentro del plan de igualdad.

He vivido micromachismos, comentarios que sé que un hombre a otro no le diría como 'te muevo esto' o 'conduzco yo la furgoneta'

¿De qué manera favorece la presencia de las mujeres en el servicio de bomberos?

El estereotipo de que un bombero debe ser un hombre fuerte se está rompiendo poco a poco y vamos superando esas barreras. Ahora mismo tenemos siete bomberas que están realizando el operativo diario de guardias las 24 horas. Las intervenciones nunca las realizan los bomberos o las bomberas solas, siempre se realizan en grupo. Cuando alguien hace el comentario de que si hay bomberas no van a ser capaces de rescatar o de levantarles del suelo si hace falta, tiene que saber que eso es una leyenda urbana. Poco a poco intentamos visibilizarlo y realizamos vídeos promocionales para mostrar que no es un trabajo exclusivo de hombres y que la presencia de las mujeres es muy importante.

Aprobó la oposición en 2018, entró en el cuerpo de bomberos en el 2020. ¿En el poco tiempo que lleva ha recibido algún comentario o gesto despectivo por el hecho de ser mujer en ese sector?

Con mis compañeros no he sentido discriminación porque tengo las mismas responsabilidades que ellos y la misma confianza por parte de la dirección. Sin embargo, sí que he vivido micromachismos. Comentarios que sé que un hombre a otro no le diría como 'te muevo esto' o 'conduzco yo la furgoneta'. Por ejemplo, en una formación externa, con todo hombres, sí que noté que me trataban de forma diferente. Tuvimos que trabajar un tema eléctrico en un parque de bomberos y noté cómo todos me explicaban cosas o me preguntaban si yo entendía de eso. Son pequeñas cosas que sufrimos las mujeres en nuestro día a día, pero que también se repiten en los parques de bomberos, porque al final somos un reflejo de la sociedad.

¿Cómo es el día a día de un bombero?

Las personas que trabajan en parques de bomberos hacen guardias de 24 horas. Están disponibles a todas horas para atender cualquier tipo de emergencia. No solo en la extinción de incendios, sino también en asistencia técnica o salvamento de personas. Esas son prácticamente todas las intervenciones que hacemos. Lo cierto es que las intervenciones para extinciones de incendios están bajando porque la prevención va calando poco a poco en la población. Además de las intervenciones, los bomberos deben realizar maniobras diarias, formación, prevención y mantener un autocuidado físico, por lo que en los parques de bomberos hay gimnasios disponibles. En mi caso, yo soy responsable de la gestión del servicio por lo que me encargo de la logística de los ocho parques de bomberos que tenemos en Bizkaia. Distribuyo el material, gestiono las reparaciones de los equipamientos que llevamos en los vehículos o de las instalaciones de los parques. Yo no hago guardias de 24 horas, pero sí que debo estar disponible en caso de emergencia. En incendios forestales de gran envergadura, por ejemplo, debo movilizarme para llevar la coordinación de los distintos servicios de la intervención y la comunicación con los distintos municipios afectados.

¿Cómo ha cambiado la labor de los bomberos forestales a raíz de que con el cambio climático se produzcan más o mayores incendios?

A nivel estatal, Euskadi tiene un periodo de riesgo alto en cuanto a incendios forestales y suele ser a partir de octubre. No es en verano como en otras comunidades autónomas del país. Nuestro periodo de riesgo alto suele ser en el último trimestre del año, que es cuando la vegetación está más seca y coincide con época de viento sur. Nuestros mayores incendios forestales ocurren en ese periodo. El cambio climático puede adelantarnos ese periodo de riesgo alto y hacer que los incendios forestales sean más agresivos, aunque todavía no lo hemos vivido.

Todos hemos tenido que hacer salvamentos de personas que han sufrido accidentes laborales en los que la víctima suele estar en una situación muy desagradable

¿Más allá de la preparación física cómo de importante es la preparación psicológica para un bombero?

Es fundamental. Al final, necesitas un equilibrio físico y psicológico. Desde mi punto de vista cualquier persona con un estado físico adecuado y un entrenamiento previo puede superar las pruebas físicas. La parte psicológica es mucho más importante para saber realizar un acompañamiento a las personas que atiendes en las intervenciones. Y no solo eso, también es importante la postintervención, porque hay situaciones en las que sufres y pueden llegar a ser duras mentalmente. De hecho, desde el Servicio de Prevención de Riesgos hemos creado un procedimiento específico para dar apoyo psicológico a todas las personas que participan en el servicio de bomberos.

¿Qué es lo más duro que ha tenido que vivir en su carrera como bombera?

Llevo poco tiempo en el servicio, pero todos hemos tenido que hacer salvamentos de personas que han sufrido accidentes laborales en los que la víctima suele estar en una situación muy desagradable. También ha incrementado mucho el tema de la tentativa de suicidio. Son personas que no quieren morir, lo que quieren es dejar de sufrir. Me parece muy duro y triste, porque muchas veces la persona que se intenta suicidar es muy joven. Son un reflejo de la sociedad, tienen problemas psicológicos que no los hemos sabido atender. Estas situaciones las vemos demasiado a menudo.

¿Qué consejo le daría a una chica que quiera ser bombera?

Le diría que es un trabajo muy bonito y motivador. Ayudar de esa manera a la sociedad en momentos de emergencia es muy agradable. Además, las personas son muy agradecidas. Eso sí, la competencia es muy grande a la hora de entrar en el servicio, pero si se prepara bien el examen, tanto la parte teórica como práctica, no es muy complicado entrar. También le diría que poco a poco está mejorando mucho el tema de la perspectiva de género. Estamos modificando la documentación para que desde la entrada del personal haya perspectiva de género y que los parques sean inclusivos y estén diseñados también para mujeres. Hace unos años ni siquiera había vestuarios femeninos en los parques de bomberos. A todo esto se le ha dado una vuelta. Es un bonito momento para ser bombera.