Rodrigo Gartzia se jubila como ‘número dos’ de Zupiria y abre la puerta a una reorganización en Seguridad
La jubilación de Rodrigo Gartzia (Ermua, 1957) como 'número dos' de Seguridad, confirmada este viernes con su cese como viceconsejero de Bingen Zupiria, ha abierto la puerta a toda una reorganización en una de las carteras más simbólicas del Gobierno vasco. Zupiria, que asegura estar inspirado por los conceptos anglosajones “security” y “safety”, ha creado dos nuevas viceconsejerías para ello, una policial y otra de para emergencias. Están ya ocupadas por Ricardo Ituarte, que ya era 'número tres' y que ahora tendrá también la máxima dirección política de la Ertzaintza, y por Joana Egiluz, hasta ahora asesora y que asume un área denominada como Protección Civil y que centraliza todos los recursos.
Tradicionalmente, en Seguridad había un responsable de todos los recursos operativos y otro de toda la parte administrativa. Ahora Ituarte dirigirá la parte policial, tanto en lo tocante a las actuaciones de la Ertzaintza como en la parte de gestión de recursos humanos, una patata caliente en pleno conflicto con sindicatos y con el colectivo 'Ertzainas en lucha'. Y Egiluz controlará el resto de áreas, Emergencias, Tráfico, Meteorología, Juegos y Espectáculos o Procesos Electorales.
Gartzia, que entró a Seguridad en 2012 con el primer Gobierno de Iñigo Urkullu dentro del equipo de Estefanía Beltrán de Heredia, fue director de Coordinación. Con Josu Erkoreka, brevemente, ejerció como director de la Ertzaintza, un cargo en el que se alternan políticos y ertzainas. Desde 2021, ha sido viceconsejero de Seguridad, probablemente el puesto de más responsabilidad entre todos los de segundo nivel de la Administración vasca. Relevó a Josu Zubiaga, que estuvo dos legislaturas y media en el puesto antes de saltar al Tribunal de Cuentas.
Ituarte, que es muy cercano al lehendakari, Imanol Pradales, fue alcalde de la localidad natal de ambos, Santurtzi. Nacido en 1975, ya en el Gobierno tuvo cargos de responsabilidad en Osakidetza -de los que se marchó en 2018 coincidiendo en el tiempo con las dimisiones por las denuncias de irregularidades en las oposiciones médicas, aunque él siempre negó que tuviera relación- y luego reapareció en una reestructruación en Seguridad en la que se le encargó encauzar como viceconsejero el conflicto laboral en la Ertzaintza. Antes había sido responsable de Emergencias. Ahora, con la reorganización, no pierde esas competencias y gana todo el control de la Policía vasca. Su nombre llegó a figurar en las quinielas para ser el consejero, pero Pradales optó finalmente por quien había sido consejero de Cultura y portavoz con Iñigo Urkullu, el veterano Zupiria.
En el caso de Egiluz ha sido juntera del PNV de Álava y asume ahora su primer gran cargo de responsabilidad institucional. Lleva unos meses en el equipo de Zupiria como asesora. De hecho, ya participó en sustitución de Gartzia en la reciente presentación de los presupuestos de Seguridad para 2025 en el Parlamento Vasco.
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