“Están cerca los Carnavales. Pido prudencia y responsabilidad individual. Actuemos con sentido y tiento. Eso ayudará a Osakidetza. Tenemos la oportunidad entre todos para que el actual descenso perdure en el tiempo [...]. Prudencia y responsabilidad individual. No echemos las campanas al vuelo. Prudencia”, ha repetido en euskera y en castellano la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ante las primeras fiestas masivas tras el final de la tercera emergencia sanitaria y el levantamiento del grueso de las restricciones. La titular de Salud, que ya recomendó que se “suspendieran” actos de este tipo en municipios con incidencia superior a 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días aunque la mayoría de ellos sigue adelante con las convocatorias, ha destacado que el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) va recuperando poco a poco la normalidad tras el gran tsunami de positivos y que sería muy duro que los hospitales se volvieran a llenar.
Sagardui ha querido recalcar que la situación no es buena -“seguimos en pandemia”- pero, a la vez, ha puesto en valor con mucho énfasis que el pico de la última ola está ya muy lejos en cuanto a su afección a la Sanidad pública. Este martes son 319 las personas ingresadas, 59 de ellas en UCI. Ambos datos son los mínimos en semanas y suponen un descenso de alrededor del 50% desde que empezó febrero. Los positivos diarios han caído un 89% en ese tiempo, según indicado. La incidencia acumulada es de 677 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, diez veces menos que el pico que se vivió justo después de Navidad. Euskadi ha vivido en estas semanas los momentos con más ingresos y más fallecidos desde el confinamiento.
Así las cosas, Osakidetza ha reducido su nivel de alerta a un escenario dos sobre cinco posibles, con lo que las camas de UCI habilitadas bajan a 274 en toda la red. La actividad quirúrgica ordinaria se ha recuperado ya al 100% por las mañanas y está al 80% por las tardes, aunque estos datos ya los facilitó la semana pasada. Se hacen 500 operaciones al día, ha dicho Sagardui, aunque no ha precisado cuántas se hacían en el pico de la ola para apreciar la diferencia. Sí ha precisado que nunca se han parado los procesos ongológicos o las cirugías urgentes. “Poco a poco estamos llamando a quienes tenían pendiente prótesis, cataratas, hernias o cirugías de estómago”, se ha felicitado Sagardui, que ha destacado también que en los ambulatorios entraban hace semanas hasta 70.000 llamadas al día y que ahora no pasan de 30.000, “lo que se acerca a épocas previas a la pandemia”. Además, el 93% se atiende a la primera, cuando bajó hasta el 60% en enero. En cuanto a las consultas, hay un “50% de atención presencial en Primaria”, cuando era del “65% antes de la pandemia”.
La titular de Salud, por otra parte, se ha escudado en la posición de los “expertos” que la asesoran antes de pronunciarse a favor de seguir reduciendo las cuarentenas o incluso de eliminar las mascarillas en interiores. De hecho, ha insistido en que es básico que la población continúa con medidas básicas como las mascarillas, el lavado de manos, la ventilación y las distancias interpersonales. “Sabemos cuáles son las medidas que nos pueden ayudar a prevenirnos de un contagio o de la gravedad de un contagio”, ha zanjado para recomendar también a los rezagados que pidan cita y se vacunen contra la COVID-19.
elDiario.es/Euskadi
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