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Osakidetza
La Sanidad vasca modificará documentación para no tratar los casos de transexualidad como una patología

El consejero Alberto Martínez, este jueves en el Parlamento Vasco con Nerea Melgosa y parlamentarios del PP

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
26 de septiembre de 2024 21:46 h

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El consejero de Salud, Alberto Martínez, admite en una comunicación remitida al Parlamento Vasco a instancias de EH Bildu que en “alguna documentación” quedan trazas del tratamiento de la transexualidad como una patología y que se va a proceder a “revisar” ese material para su modificación. Martínez, en todo caso, niega que los profesionales sigan empleando terminología como “trastorno de identidad de género” e indica que el anterior viceconsejero, José Luis Quintas, dejó firmadas unas directrices antes del cambio de Gobierno para la correcta aplicación de la nueva normativa autonómica de comienzos de año. Se está actualizando también la guía de atención sanitaria a la transexualidad, recalca Martínez.

El parlamentario de EH Bildu Ikoitz Arrese había presentado una batería de preguntas a la luz de “quejas” de personas en situación de transexualidad y de colectivos sobre el funcionamiento de la Unidad de Identidad de Género del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), ubicada en el hospital de Cruces en Barakaldo. “Las personas trans no deben sufrir ningún tipo de patologización, medicalización forzada, presión o discriminación”, remarcaba Arrese, citando no solamente la ley de 2024 sino también acuerdos anteriores.

Martínez insiste en que “a nivel clínico asistencial” no se patologiza a los usuarios. “No se realiza un diagnóstico de enfermedad por no estar considerada como tal”, garantiza. Sin embargo, “otra cuestión es que la codificación CIE-10 vigente contempla un código con ese literal [considerar a estas personas pacientes de un ”trastorno de identidad de género“] y puede aparecer en alguna documentación derivada de la asignación de este código”, reconoce. Por ello, toca “revisar la posibilidad de modificación y no utilización de esa codificación en procesos asistenciales”, se compromete el titular de Salud.

Indica Salud que “la atención es realizada por un equipo multidisciplinar que valora y da respuesta de forma integral a las necesidades de la persona, así como acompañamiento psicológico”. Martínez defiende que el centro de referencia en Cruces “garantiza la calidad y seguridad” de la atención a este colectivo. “Las personas profesionales que conforman esta unidad son todas ellas expertas de alto nivel en estos tratamientos, tanto a nivel infantil como adulto. Son consideradas como referentes en este ámbito”, explica el titular de Salud a la Cámara.

Martínez desea también “mejorar la demora quirúrgica de las intervenciones más complejas de reasignación genital”. Este periódico recogió en verano que las cirugías pueden demorarse más de dos años. De 2016 a 2024 se han realizado 326 intervenciones quirúrgicas de reafirmación de sexo en Cruces. Fueron 61 en 2021, el año con más actividad. El mínimo fueron 20 en 2017. En 2024, hasta junio, alcanzaron las 22. Osakidetza ofrece hasta 49 tipos de cirugía. Las más comunes son la resección en mama, la creación de genitales del sexo sentido o las mastectomías. Según información oficial de Salud, las creaciones de genitales son las intervenciones con más lista de espera. La demora media es de 740 días para mujeres y de 617 para hombres.

También hasta junio, 1.075 personas nuevas había pasado desde hace ocho ños por la unidad especializada de Cruces. Son 164 alaveses, 592 vizcaínos, 298 guipuzcoanos y 21 personas más de otros lugares no especificados. Un 53% recibió su primera atención antes de cumplir la mayoría de edad. Muchos de ellos acudieron incluso antes de llegar a los 16. 2021 fue el año con más atenciones totales, 256. En lo que va de 2024 han sido 68, siempre según estos datos.

En agosto, y de la mano del sindicato ESK, se denunció también que había personas trans obligadas a pasar por Psiquiatría. “Me sentí como un conejillo de indias en un experimento. La doctora me evaluó como si estuviera buscando un trastorno psicológico que justificara negarme el tratamiento”, explicó una de las afectadas. A este respecto, Martínez argumenta que estas consultas no se hacen por un “diagnóstico” sino como “acompañamiento”.

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