Todos los sindicatos sacan los colores a la Sanidad vasca: “Hay ambulancias medicalizadas sin médico”
Uno por uno hasta completar siete comparecencias, todos los sindicatos del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), han sacado los colores este lunes en el Parlamento Vasco a la Sanidad pública vasca. “Caótica”, “crítica” o “grave” han sido solamente algunos de los adjetivos que han empleado los portavoces de ELA, Satse, LAB, Sindicato Médico (SME), CCOO, UGT y ESK para referirse al área que consume más recursos del presupuesto autonómico. Y han puesto ejemplos concretos de los problemas que aprecian en la red, como las ambulancias medicalizadas del tipo UVI móvil que estos meses de julio y agosto han tenido que hacer salidas sin médicos a bordo.
Las comparecencias en una Cámara que formalmente no ha retomado aún la actividad ordinaria después del parón estival -lo hará el 22 de septiembre con la sesión de política general y la comparecencia del lehendakari, Iñigo Urkullu- habían sido solicitadas por EH Bildu. Su portavoz, Rebeka Ubera, ha mostrado su desazón porque estaban pendientes de sustanciarse “desde marzo”. Además, llegan después de que justamente antes de las vacaciones la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, apelara en una conferencia a la necesidad de un “cambio cultural” porque la falta de personal iba a motivar desplazamientos más largos para ir al médico, consultorios únicamente atendidos por enfermeros o más consultas telemáticas. La tormenta por estas palabras llevó a los sindicatos a la calle con una manifestación en la que se pidió la dimisión de Sagardui e incluso el PSE-EE, socio del PNV en el Ejecutivo, mostró su enfado como el conjunto de la oposición. Finalmente, la titular de Salud trató de zanjar el debate insistiendo en que no había dicho nada de lo que se le atribuía y negando que se avecinen recortes en el sistema. Además, buscó un acuerdo con el PP para señalar la responsabilidad del Gobierno de España en la falta de médicos.
ELA: “No hay condiciones dignas”
La portavoz de ELA, Esther Saavedra, ha considerado que “la situación de Osakidetza es grave” y “más allá de la pandemia”. “Por desgracia, la atención está perdiendo calidad. No es un fenómeno meteorológico, sino consecuencia de decisiones políticas”, ha manifestado. “La realidad descrita en junio [por Sagardui] ya está entre nosotros”, ha asegurado Saavedra mencionando las reducciones horarias en los centros de salud durante la temporada veraniega y que “ha habido atención sin médico” en varios puntos y servicios. “La excusa perfecta es la ausencia de médicos, al menos en atención primaria. Médicos haberlos haylos. Lo que no hay es condiciones dignas. Muchos se marchan. En la privada sube el número de médicos”, ha argumentado Saavedra, que ha dado el ejemplo de un paciente que lleva un año esperando una revisión de Cardiología en Zumarraga tras su infarto y al que nadie le da una fecha. “Ésta es la realidad que tenemos. Esto es un ejemplo real”, ha garantizado.
Satse: “Hay riesgo de error”
“La falta de personal sanitario tiene consecuencias directas en la atención que recibe la ciudadanía”, ha señalado como primera reflexión Amaia Mayor, del sindicato de enfermería Satse. La falta de recursos humanos es más evidente “en las épocas de verano, Navidad y Semana Santa” y se traduce en “precariedad, agotamiento y vulneración de derechos” para los que se quedan. Se deniegan permisos y vacaciones, se pide de manera “reiterada” que se reduzcan descansos, que se hagan “dobles turnos, horas extraordinarias y guardias”, hay traslados o peticiones de cubrir más de un servicio, ha explicado Satse, que entiende que todo ello incrementa el “riesgo de error” en la atención a la ciudadanía. “Va a ir a peor todo si no hacemos nada”, ha avisado Mayor, que ha dado como dato que Osakidetza tiene 4,8 enfermeros por cada 1.000 habitantes -por debajo de la media-, que hay 2.000 pacientes por profesional -hasta 3.000 en Donostia- y que faltan de saque un mínimo de 181 enfermeros para que haya uno por cada cupo médico.
LAB: Más externalizaciones y seguros privados
Jesús Oñate, de LAB, ha recordado que llegan al Parlamento los sindicatos después de muchas movilizaciones. El portavoz sindical ha querido hacer énfasis en la “privatización” que vive la Sanidad pública vasca. Empezó en “cocinas, limpieza, mantenimiento o informática” y ahora “se ha dado un salto cualitativo” porque han llegado ya “los recortes a la atención directa”, particularmente con la primaria “en segundo plano”. Ironiza LAB que Osakidetza dice tener falta de personal mientras externaliza unidades donde sí tiene profesionales adscritos y han destacado que si hasta 2019 había subido un 17% la contratación de seguros privados -alrededor de 400.000 vascos lo tendrían- ahora serán ya alrededor de 500.000. Esta central ha realizado algunas sentencias y ha judicializado algunas externalizaciones de servicios en Osakidetza.
SME: “Se van a Francia”
Lo de Osakidetza son “problemas crónicos” y “requieren un cambio en la forma de hacer las cosas en la Administración”, entiende el Sindicato Médico de Euskadi (SME), el único en comparecer telemáticamente ante la Cámara y con mascarillas. Sobre la falta de facultativos, Mabel Arciniega ha indicado que “obedece a condiciones laborales poco atractivas que favorecen la fuga de profesionales”. “Donde más gente se va es a Francia”, ha afirmado. La escasez de plantilla se ha traducido ya en “ambulancias medicalizadas, UVI móvil, solamente atendidas por enfermería”. “No se pueden hacer las cosas así. Esto puede tener consecuencias graves”, ha indicado. También ha criticado la interinidad de las plantillas: “Un compañero de Urgencias se va a jubilar siendo interino”.
CCOO: “Primaria en KO técnico”
“La situación de Osakidetza es crítica. No se han tomado las medidas estructurales que se tenían que haber ido tomando en los últimos años. Así lo percibe también la ciudadanía, que ve un empeoramiento del servicio que recibe. La atención primaria está prácticamente en KO técnico”, ha apuntado el portavoz de CCOO, Iñigo Garduño. Para esta central, lo peor es que “no hay nadie en Osakidetza que tenga una visión clara y una propuesta completa” para resolver los problemas y que cuente con una “dotación presupuestaria suficiente”. A este respecto, ha planteado dejar de calcular cuánto se gasta por habitante -donde Euskadi descuella en la estadística- y sí la proporción en relación al PIB, que es “una cifra mucho más adecuada”.
UGT: “Minimizar las concertaciones”
UGT entiende, según ha expuesto a sus señorías Ana Vázquez, que los problemas no se limitan a primaria, sino también a “hospitalaria y salud mental”. Este sindicato también plantea “minimizar al máximo” las concertaciones. Y no solamente de servicios auxiliares, ya que se dan en “derivaciones de pacientes, intervenciones, pruebas menores, ambulancias o taxis”. Hay que “frenar la política economicista y de privatizaciones” y poner medios para no tener que cerrar los PAC o los consultorios o servicios como la cirugía cardíaca del hospital de Basurto, en Bilbao.
ESK: “Nueve años sin elecciones sindicales”
Patxi Nicolau, de ESK, ha puesto el mismo ejemplo que el SME sobre la falta de facultativos en Emergencias. Ha indicado que se han dado casos en Álava y Bizkaia este verano y ha revelado igualmente que para hacer más atractivo el trabajo a los externos se ha obligado al personal habitual “a modificar sus carteleras” para que los nuevos tuvieran “guardias a la carta”. ESK ha pedido un modelo de gestión enteramente público y que no sea “hospitalocentrista”: “La primaria es un inmenso PAC que solamente atiende lo indemorable y lo peor es que la gente se está acostumbrando a esperar”. Como dato, ha afeado que no haya habido elecciones sindicales en Osakidetza en nueve años: “Sería inaudito que el lehendakari no convocara elecciones y esta comisión siguiera trabajando. Pues nosotros llevamos nueve años sin ser elegidos”.
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