Mientras se conocían las primeras noticias de que Sumar había fichado en Álava como cabeza de lista para el Senado al exalcalde de Zambrana desde 2007 hasta este mismo sábado, Aitor Abecia, cuya mayor significación política ha sido la denuncia de la corrupción del 'caso De Miguel', a esa misma hora se estaba celebrando en el juzgado de lo penal número 1 por una denuncia de violencia de género que pesaba sobre él desde 2020, según confirman a este periódico fuentes judiciales. La coalición de izquierdas ha acordado de urgencia iniciar los procedimientos para la renuncia de Abecia. Existe un código ético interno que impide concurrir en las elecciones a cualquier candidato con una causa penal pendiente, independientemente de la gravedad de los hechos. El aludido ha firmado la renuncia a última hora de este martes.
Dentro del reparto interno entre los partidos de la confluencia de izquierdas en la circunscripción alavesa, le tocaba a Podemos elegir al cabeza de lista al Congreso, que será Guillermo Presa, y a Sumar el del Senado. Habían escogido a un exregidor que se significó por denunciar las irregularidades de la trama de Alfredo de Miguel en la pequeña localidad del sur de Álava que ha dirigido durante cuatro legislaturas al frente de la plataforma independiente AIZ. Las fuentes consultadas indican que iba a mantener esa condición de independiente dentro de Sumar.
El 'caso De Miguel' estalló en la primera legislatura de Abecia, la 2007-2011. Lo que se inició como una investigación en torno a comisiones ilegales en el parque tecnológico de Miñano se amplió ante las sospechas de que la trama había operado también en Zambrana. Luego se demostró que se preparaba un pelotazo urbanístico valorado en 65 millones de euros de la mano de la promotora catalana Construcciones Riera. Aunque el plan fracasó, en el juicio se supo que De Miguel, entonces 'número dos' del PNV de Álava, pactó y cobró junto con su socio Josu Arruti más de 300.000 euros para 'engrasar' las trabas administrativas del plan. La predecesora de Abecia, María Justina Angulo (del PNV), ha sido una de las condenadas por la corrupción del 'caso De Miguel', aunque sin pena de prisión, por facilitar que la trama operara en el municipio.
En 2020, siendo todavía alcalde, este periódico recogió que Abecia había sido denunciado por su expareja por una agresión física. El asunto recayó en la instructora de VItoria Susana Junquera, que tipificó los hechos como un posible caso de violencia de género y los remitió a la juez especializada de la sala de violencia contra la mujer, Cristina Hidalgo. Después, concluida la investigación el expediente llegó a juicio y la vista se ha celebrado este martes.
El origen de la denuncia, según las fuentes consultadas, se halla en la custodia de un menor que la pareja tiene en común. El mismo día en que se produjo la presunta agresión, Abecia había presentado una denuncia por incumplimiento del acuerdo de entrega del menor a la otra parte. Finalmente, se reunieron horas después y es ahí cuando se produjeron los hechos. La denunciante aportó en su día un parte de lesiones pero, en aquel momento, fuentes del entorno del imputado señalaron que “no había evidencias físicas” de ninguna agresión y que hay testigos de que todo está sacado fuera de contexto.
Según fuentes judiciales, la Fiscalía se ha sumado también a la denuncia de la acusación particular. Se le imputa un delito leve de “maltrato no habitual”, penado con penas de entre seis meses y un año. Se trata de un tipo de castigo que habitualmente no requiere la entrada efectiva en prisión. Abecia ha defendido su inocencia hasta el final y el caso ha quedado visto para sentencia. Fuentes del entorno del excandidato recalcan que “no ha ocultado información a nadie” en ningún momento y que él daba por hecho que era una circunstancia sobradamente conocida en Sumar.