La tasa de los jóvenes de 17 y 18 años en Euskadi alcanza los 1.700 y el brote de Hernani arrastra a Urnieta y Astigarraga a alerta roja
La escalada de la pandemia en Euskadi tiene rostro eminentemente juvenil. La afección de la nueva oleada de contagios no tiene nada que ver en unas franjas de edad y en otras. En concreto, entre adolescentes de 17 y 18 años la tasa de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en 14 días alcanza los 1.681,69, el doble del máximo general allá por noviembre en el conjunto de la sociedad. La otra edad más golpeada es la de 19 a 29 años, si bien no hay datos desglosados. Sí es visible que es mucho más alta que la media la tasa de 19 a 39 años, que alcanza 356,33, más del doble que hace una semana. Los contagios, por efecto de la vacunación, siguen muy contenidos en los mayores de 65 años. De hecho, la tasa de 24,27 se considera como asumible desde el punto de vista epidemiológico. Pero los contagios entre jóvenes disparan la media hasta 168,52, alerta amarilla en el semáforo de riesgos vasco. De la semana pasada a la anterior, los positivos fueron un 92% más.
El origen de esta subida ha tenido como motivación algunos grandes brotes vinculados a viajes y ocio. Un ejemplo de ello es el caso de Hernani, que celebró con aglomeraciones las fiestas de San Juan. Su tasa de incidencia llega a 1.381,44, casi su máximo en toda la pandemia, y arrastra a niveles de alerta roja a las vecinas Urnieta y Astigarraga. En esa comarca sanitaria la tasa es seis veces más alta que la media vasca. Todavía esta mañana se seguían comunicando positivos nuevos. Otra localidad con elevada incidencia es Soraluze, también en Gipuzkoa. El brote importado por los estudiantes de viaje de estudios en la localidad tarraconense de Salou ha disparado la incidencia a 931. Hay 30 afectados que se suman a los 700 comunicados por Navarra por el mismo viaje. Y el siguiente escenario problemático podría ser Irún, que tuvo su San Marcial la pasada semana. En siete días los casos han crecido un 35% y ha habido un subida continuada desde el festivo: 2, 4, 11 y 19 casos diarios. Hay otras localidades vascas en franca tendencia negativa, como Llodio en Álava. En sentido contrario, la única localidad que pasa al escenario óptimo es Oñati, en Gipuzkoa.
Este fin de semana en Euskadi se han diagnosticado 1.216 positivos, y eso que son los días con menos pruebas realizadas de manera ordinaria. Fueron 495 el fin de semana anterior. La tendencia expansiva se mantendrá a la luz del avance del R0, que mide los casos que origina cada infectado. Está en los peores niveles en un año. Marca 1,51 de media en Euskadi, 1,43 en Bizkaia, 1,44 en Gipuzkoa y 1,62 en Gipuzkoa. El resumen es que el coronavirus se expande y que lo hace ya de manera homogénea, como también en Cantabria o en Navarra.
Por el momento, la afección de esta oleada de contagios no está alterando la presión hospitalaria, que lleva varios días en estabilidad. Son 86 las personas ingresadas, por 96 de este viernes. De ellas, 36 están en la UCI, que lleva oscilando entre 32 y 36 casos críticos desde el 23 de junio. En las últimas 24 horas han ingresado con COVID-19 nueve personas y han sido 26 desde el viernes. La media diaria semanal es de 16, lejos de los casi 100 que entraban cada 24 horas en Osakidetza en el pico de la fase anterior, entre finales de abril y principios de mayo. Sí que es llamativo que sigue creciendo el volumen de personas sintomáticas en el momento de la toma muestras. En apenas 10 días ha pasado del 33% al 46% del total de casos.
En nuestros especiales interactivos, se pueden consultar todos los datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi, sobre los positivos y fallecidos en todas y cada una de las residencias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el avance día a día de la campaña de vacunación. También tenemos mapas con los brotes más destacados.
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