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Trabajadores de mantenimiento acaban la huelga y reabren las piscinas de Bilbao sin mejoras para socorristas ni monitores

Piscina exterior del polideportivo de Txurdinaga, en Bilbao

Maialen Ferreira

Bilbao —

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A lo largo de la próxima semana las piscinas de Bilbao volverán a abrir sus puertas después de que los trabajadores de mantenimiento, que llevaban en huelga desde el pasado 20 de mayo, llegaran a un acuerdo con la empresa empresa gestora UTE Giroa Ansareo que mejora sus condiciones laborales. La empresa es subcontratada por Bilbao Kirolak, el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Bilbao. El acuerdo, que afecta a 22 personas, contempla una subida salarial del 5,7% para el 2023, un 3,6% para el 2024 y subidas de IPC más el 0,75% y un 0,25% más variable para los años 2025, 2026, 2027 y 2028. Además, durante la vigencia del convenio se dará una reducción de jornada, llegando a las 1.592 horas en 2027. Otra de las principales reivindicaciones de la plantilla era la mejora del plus festivo, que ahora pasará de 20 euros a ser de 80 euros por festivo trabajado. Hasta ahora, la plantilla cobraba como un día laborable ordinario los domingos trabajados. Ahora, con el nuevo acuerdo, cobrará 60 euros en 2024 y 2025, 70 euros 2026 y 2027, y 80 euros en 2027. Asimismo, también se han conseguido 16 horas para poder acudir al médico y un día de libre disposición.

“Estamos contentos, es un buen acuerdo que mejora las condiciones del convenio sectorial”, reconoce a este periódico Eneko Martín, monitor, socorrista desde hace 18 años en el polideportivo de Errekalde y representante de la sección sindical de ELA. Martin se refiere al convenio firmado el pasado 7 de junio por UGT, CCOO y LAB. El sindicato ELA se opuso al considerar que las mejoras no eran suficientes y que el nuevo acuerdo “no garantizaba el mantenimiento del poder adquisitivo”, por lo que continuó con la huelga para exigir un convenio para cada centro. 

72 días después, el acuerdo para los trabajadores de mantenimiento ha llegado con mejoras, sin embargo, los 230 monitores y socorristas gestionados por la empresa Emtesport siguen sin tener noticias de la empresa desde que comenzaron con los paros. A pesar de ello, han decidido paralizar la huelga en agosto para “no afectar más a los usuarios”. “En una asamblea hemos decidido volver a trabajar en agosto y dar una margen de confianza a la empresa. Queremos mostrar nuestra buena voluntad para que el peso de este conflicto no siga recayendo en los usuarios. Nos damos de plazo hasta otoño, si la empresa no pone de su parte y nos ofrece un acuerdo, volveremos a la huelga”, reconoce Martín.

Para Martín, el acuerdo de los trabajadores de mantenimiento es una “posible hoja de ruta” para que Emtesport proponga uno adaptado al resto de trabajadores. “Es un buen ejemplo que se puede ajustar y reproducir”, sostiene. De no ser así, alerta. “Tenemos clarísimo que volveremos a la huelga. Somos conscientes de que no es una situación fácil y a nadie le gusta llegar hasta aquí, pero entendemos que son nuestros derechos laborales”, asevera.

Al igual que los trabajadores de mantenimiento, los monitores y socorristas también solicitan subidas salariales por encima del IPC, ya que, según denuncian los trabajadores, la gran mayoría tienen jornadas a tiempo parcial, sin llegar a los 1.000 euros mensuales, jornadas de 1592 horas anuales en dos años, pluses por la preparación de las clases y por los festivos que se trabajen y horas de asuntos propios como para poder acudir al médico. “No estamos pidiendo una locura, son derechos laborales básicos”, sostiene Martín.

Preguntado por si el calor de la última semana ha precipitado el acuerdo al menos para los de mantenimiento, Martín indica que era algo que “es posible”. “No nos ha ayudado el verano que llevamos, si hubiera sido como el del año pasado, con días de más calor, es posible ese calor hubiera hecho más presión y que el conflicto se hubiera resuelto antes. Entendemos que el primer escollo que han querido resolver desde el Ayuntamiento de Bilbao y la empresa ha sido el de los trabajadores de mantenimiento, porque no queda bien con el calor tener las piscinas cerradas”, concluye.

Este jueves han comenzado con las labores de limpieza y llenado de las tres piscinas municipales exteriores, las de Artxanda, Txurdinaga y Errekalde. Tras los controles de calidad requeridos, las piscinas abrirán la próxima semana, pero no quieren adelantarse a concretar un día específico. El año pasado las piscinas abrieron a principios de junio, por lo que los usuarios de Bilbao Kirolak comenzaron una recolecta de firmas en la plataforma Change.org para que la empresa escuchase a los trabajadores. “Bilbao Kirolak tiene una gran responsabilidad hacia su comunidad, que incluye asegurarse de que todas las instalaciones públicas sean accesibles y disfrutables para todos. Desafortunadamente, en los últimos años, las condiciones laborales de los empleados de las piscinas exteriores de Bilbao Kirolak se han deteriorado. La precariedad laboral es inaceptable y está afectando la disponibilidad y utilidad de las piscinas durante el verano. Esto no solo perjudica a los empleados, sino a toda la comunidad que depende de estos servicios”, sostiene el escrito, que ha superado las 1.700 firmas.

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