Este lunes Euskadi ha notificado 972 positivos (520 vizcaínos, 368 guipuzcoanos, 64 alaveses y 20 de fuera), pero, salvo que los próximos días corrijan la tendencia, es el diente de sierra de cada semana, ya que los domingos se hacen menos pruebas. El balance del fin de semana continúa mostrando signos negativos. Con 3.627 infectados más detectados, ya hay 53 de los 73 municipios de más de 5.000 habitantes con una tasa superior a 500 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, el umbral que se considera crítico. Ese metafórico semáforo rojo se ha encendido en 34 de 36 municipios de Gipuzkoa, en 18 de 33 localidades de Bizkaia y en una de las cuatro candidatas de Álava -la más pequeña, eso sí-. De 134 áreas de salud en que se divide Euskadi, 87 están en alerta por alta transmisión. Y ello está haciendo que día a día los hospitales se estén llenando. En general, hay 573 personas ingresadas, cuando eran 504 el viernes y 371 hace un par de semanas. De ellas, 104 están en la UCI, un dato desconocido desde abril.
Solamente Álava y Vitoria presentan tasas algo por debajo de 500, pero el dato encierra un doble matiz. Este territorio ha sido el más golpeado durante toda la pandemia y sus perspectivas son las peores si se mira el R0, que predice los casos derivados de cada positivo y se usa para medir si la cadena de contagios se expande (por encima de 1) o se contrae. El dato general de Euskadi es de 1,09, en Gipuzkoa baja a 1,05, en Bizkaia marca 1,11 y en Álava sube a 1,13. No es descartable que en pocas jornadas Álava también vea cómo se enciende su semáforo rojo. El último dato arroja una tasa de 693 en Euskadi que se eleva hasta 946 en Gipuzkoa. Bizkaia (586) y Álava (452) quedan por debajo de la media. En las capitales, Donostia llega a 752, Bilbao a 574 y Vitoria a 453.
El portavoz de programa de vigilancia y control de la pandemia, Ignacio Garitano, ha actualizado el dato de casos activos y ha dicho que son 11.732. Se trata de una cifra muy similar a la última que se ofreció el pasado miércoles, 11.448. Los días de máximos en contagios -se llegó a 1.500 el sábado- no han elevado este indicador, aunque no se ha explicado si es porque se han multiplicado también las altas o ha habido un repunte de fallecimientos. Osakidetza sigue facilitar datos diarios de letalidad.
Garitano, por otro lado, ha sido franco al responder sobre los rumores de una posible vuelta al confinamiento en este escenario. “No sé contestarle cuánto de cerca estamos”, se ha sincerado, aunque ha confiado en que funciones las medidas ya en marcha para “evitar” ese cierre drástico. En el plano sanitario, por ejemplo, Garitano ha explicado que Euskadi sigue en alerta 2 de 5 de ocupación de sus UCI. La propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha manifestado que cree que los datos aún “distan mucho” de los de la primera ola a pesar del rápido deterioro de las últimas semanas.
El éxito de los cribados para prevenir contagios
Salud considera que “una herramienta que está funcionando” son los cribados masivos en las localidades o barrios con mayor incidencia. A principios de octubre se hizo un llamamiento a vecinos de Sansomendi, el barrio de Vitoria con más casos, y aparecieron 28 casos asintomáticos que, a su vez, motivaron 92 cuarentenas que evitaron que otras 21 personas siguieran con una vida normal. Garitano ha mostrado en una gráfica cómo Sansomendi ha bajado su tasa de contagios de manera notable desde entonces y que ya está por debajo de la tasa crítica de 500.
En este mismo contexto se enmarcan varios cribados realizados en Gipuzkoa en los últimos días con estos datos: en Zumaia han aparecido 23 casos entre 2.396 vecinos de 13 a 40 años que se han hecho la prueba, en Beasain han sido 24 de 3.316 y en Bergara 18 de 2.183. En la actualidad está en marcha el de Hernani. En Bizkaia, en Ermua y Mallabia han aparecido 19 casos de 2.125 personas rastreadas. Ahora se esperan los resultados del cribado de la zona de Cabieces, en Santurtzi. Además, la Diputación hará la PCR a 234 profesionales y a 202 familiares de usuarios de siete residencias de la zona de Amorebieta-Etxano. Uno de los efectos de estos cribados -con una positividad que nunca llega al 2%- es que bajan de manera notable la proporción general de positivos respecto al total de pruebas realizadas. El último dato es del 7,8%, todavía lejos de los umbrales del 3% o del 5% considerados como indicadores de que se reduce la transmisión comunitaria.
Por otro lado, la incidencia está creciendo en los centros educativos vascos. Según datos de Educación, son 118 los centros con algún positivo, lo que motiva que 168 aulas estén en cuarentena. Representan el 0,96% del total de aulas no universitarias. Hay 1.451 personas de 3 a 16 años infectadas y 2.083 más en cuarentena. No obstante, la incidencia es mucho mayor entre los 17 y los 18 años, con una tasa que duplica a la de los mayores de 65 años.