Urkullu construirá un nuevo edificio de recepciones en el complejo presidencial de Ajuria Enea que costará 3 millones

El lehendakari, Iñigo Urkullu, va a reformar el complejo presidencial de Ajuria Enea con la construcción en los jardines traseros de un nuevo edificio llamado a ser “representativo” y que ha sido bautizado como “Elkargunea” o “Centro de recepciones”. El plan ya está muy avanzado, hasta el punto de que el Gobierno ha logrado ya la licencia de obras solicitada al Ayuntamiento de Vitoria y que fue firmada el 12 de marzo por la concejal Ana Oregi, exconsejera de Urkullu entre 2012 y 2016. El presupuesto de los trabajos es de 2,7 millones de euros, las máquinas podrían empezar a trabajar en cualquier momento de aquí a septiembre de 2022 y se prevé que para el verano de 2024 esté todo listo, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. Con el resto de gastos (impuestos, tasas y la redacción del proyecto arquitectónico) el coste total se aproxima a los 3 millones de euros.

Fuentes de la Presidencia vasca confirman que existe desde hace tiempo un plan para “crear un espacio para hacer actividades organizadas por el Gobierno” en Ajuria Enea, aunque públicamente la información sobre ello había sido muy escasa o incluso totalmente desconocida para personas que siguen la actividad institucional. En el registro de contratos sí consta que en junio de 2019 se inició un expediente para la búsqueda de un estudio de arquitectura que elaborase el proyecto inicial. El 12 de febrero de 2020, el secretario general de Presidencia, Jesús Peña, firmó la adjudicación a Aurtenechea & Pérez-Iriondo Arquitectos Asociados por 85.534,10 euros.

Se da la circunstancia de que, 48 horas antes y en medio de la controversia por el derrumbe del vertedero de Zaldibar, Urkullu había anunciado el final anticipado de la legislatura y la convocatoria de elecciones para el 5 de abril, aunque la llegada del coronavirus y del confinamiento obligó a posponerlas hasta julio. Administrativamente, Peña decidió en el verano de 2021 que las obras serían controladas no desde Presidencia sino desde el Departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno, dirigida por la consejera Olatz Garamendi. Ahora bien, la licencia fue tramitada por la “Dirección de Servicios de Lehendakaritza” ante el Ayuntamiento, al que ha tenido que abonar 141.447,86 euros en concepto de ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras) y tasas urbanísticas.

En ese concurso iniciado en 2019 participaron una docena de profesionales y algunos de ellos han difundido públicamente sus propuestas para el nuevo edificio de Ajuria Enea. Son las imágenes que acompañan esta información y en una de ellas se aprecia incluso un edificio semisubterráneo y circular. En todo caso, existe un documento de 30 folios en el que el Gobierno de Urkullu describe sus intenciones. Lo que se plantea, en términos generales, es “una solución arquitectónica que resuelva la necesidad de acoger las recepciones del lehendakari y su equipo de Gobierno”. “Dicha función debe desarrollarse en la parcela donde se asienta el palacio de Ajuria Enea, residencia del lehendakari. La propuesta arquitectónica debe respetar las preexistencias del emplazamiento. Entre otras, se respetarán las edificaciones preexistentes, así como, en la medida de lo posible, las especies de interés del sistema de ajardinamiento de la propia parcela”, se indica.

Hay un apartado específico para justificar la “necesidad” de las obras: “Actualmente el palacio de Ajuria Enea, además de albergar la residencia oficial del lehendakari, acoge diversas reuniones, recepciones y eventos oficiales. De esta forma, las recepciones y reuniones con personalidades se producen en el interior del palacio o en el edificio de Lehendakaritza situado en las proximidades. Dicho edificio de Lehendakaritza fue construido en el año 1990 y proyectado por el arquitecto Javier Egaña para albergar los contenidos más administrativos del Gobierno y como complemento a la actividad desarrollada en el palacio de Ajuria Enea. La inexistencia de un espacio amplio que proporcione a Lehendakaritza la posibilidad de organizar eventos ha hecho que, hasta el momento, estos se desarrollen en el edificio administrativo. Así pues, el atrio central de dicha edificación se ha convertido en el soporte de tales eventos. En este espacio se han realizado varios eventos de distintas condiciones y envergadura. Alguno de los eventos realizados en esta edificación y que constituyen recepciones del lehendakari son multitudinarios, llegando a albergar a unas 400 personas de pie. En otras ocasiones, y dependiendo de la climatología o de la estación del año, se han realizado diversos eventos en el jardín de Ajuria Enea, colocando estructuras temporales a modo de carpas. Por todo ello -sigue el Gobierno-, se estima necesaria la ejecución de un espacio multiusos que albergue las recepciones en el palacio de Ajuria Enea. Además de ofrecer un recinto que acoja a personalidades de pie como sentadas, la actuación tiene por objeto promover un mejor funcionamiento de los edificios del recinto, especialmente el del palacio, ofrecer mayores garantías de seguridad de las personas asistentes a dichas recepciones y generar un espacio que permita desarrollar con solvencia las funciones requeridas por Lehendakaritza en el marco funcional acotado”. [La puntuación del original ha sido enteramente corregida]

Se añade que, “obviamente, la nueva solución arquitectónica debe buscar una relación con el resto de las edificaciones existentes en parámetros arquitectónicos y funcionales”. Y sigue: “Otro tanto ocurre con el sistema ajardinado de Ajuria Enea. La solución propuesta deberá ser respetuosa con ello, siendo deseable la interacción entre edificio y naturaleza. Por todo ello, se concluye que el edificio debe integrarse en el paisaje circundante, constituido este por el jardín y los edificios edificados en la parcela. A su vez, debe ser un edificio representativo, acorde con la función requerida”. 

En el plano más concreto, Urkullu desea que su nuevo espacio sea capaz de dar “soporte para eventos de distintos formatos” como “recepciones de pie para 400 personas”, las mismas que se explica que caben en el atrio ya existente en Lehendakaritza, “eventos para 200 personas sentadas” y “comidas para 100 personas”. Para todo ello, el edificio tendrá un “vestíbulo para el espacio multifuncional, correctamente dimensionado para el aforo previsto”, guardarropa, almacenes, espacios de “control y seguridad”, una zona para el catering, aseos, climatización y sala de control audiovisual. Se desea que la construcción siga criterios de “eficiencia energética” -calificación A- y se plantea “analizar la posibilidad de inclusión en el programa FEDER País Vasco”, esto es, que se costeen parte de las obras con fondos europeos.

Así son los gastos de mantenimiento de las sedes presidenciales

Ajuria Enea, emplazado en una zona residencia de Vitoria en la que hay museos como el Bellas Artes o el de Armería, antiguos palacios de esclavista de la Cuba colonial como Elvira-Zulueta y también la sede de la Delegación del Gobierno de España, fue construido en 1920 por un suizo, Alfredo Baeschlin. Su origen era ser residencia para un rico industrial alavés, Serafín de Ajuria. Con el tiempo, en 1966 pasó a ser colegio femenino y en 1978 un museo. Con la aprobación del Estatuto en 1979 y la designación de Vitoria como capital en 1980, la Diputación foral de Álava cedió el recinto agentes del cuerpo de Miñones a la nueva Administración autonómica. Carlos Garaikoetxea ya se instaló en 1980 pero, en los últimos años, tanto Patxi López como el propio Urkullu habían cuestionado su habitabilidad como vivienda. De hecho, trascendió que el actual lehendakari no pernocta siempre allí.

El complejo tiene un edificio principal con tres plantas y un sótano. En los cuartos de baño, de llamativos azulejos, la jabonera es de cristal y tiene detalles dorados, y un suntuoso cepillo reposa sobre una bandeja de plata. Hay también un busto de José Antonio de Aguirre, primer lehendakari en la Guerra Civil, y cuadros de Zuloaga. En la trasera hay un amplio jardín. Hay bonsáis, arces, un roble en honor a las víctimas del terrorismo y un haya centenaria a la que se abrazó el Dalai Lama cuando visitó Vitoria. Donde se operará es una explanada donde habitualmente se instalan carpas de alquiler. En tiempos de Garaikoetxea hubo un frontón y queda un edificio de servicios y también una zona de acceso a un túnel bajo tierra que conecta con Lehendakaritza, el edificio de 1990 más moderno y funcional al otro lado de la calle de Nieves Cano. Esta sede ha sufrido importantes reformas en los últimos años. Según los presupuestos de 2022, para Ajuria Enea y Lehendakaritza hay previsto un gasto de 287.000 euros en limpieza, 192.000 euros en mantenimiento, 103.000 euros en luz, 84.800 euros en gas y 8.000 euros en agua. Además, en 2021 se adjudicó por 72.600 el contrato de mantenimiento de los jardines.

Es menos conocida la segunda sede de la Presidencia vasca, el palacio de Artaza en Leioa. La mansión, de estilo inglés, es un palacete que el industrial Víctor Chávarri Andueza, marqués de Triano, mandó construir al arquitecto Manuel María de Smith en 1914. En 1918, con la visita del Rey Alfonso XIII, quedó inaugurado solemnemente y, durante la Guerra Civil, fue utilizado como cuartel por algunos batallones de gudaris. En 1997 pasó a manos del Gobierno vasco y durante años su principal uso no ha sido institucional, sino para la celebración de bodas. El Ejecutivo también abona un alquiler para las oficinas de los anteriores lehendakaris, cuyas diferentes partidas de mantenimiento suman 58.800 euros, según las cuentas de este ejercicio.