Urkullu recuerda que él mantiene una propuesta de referéndum como el de Quebec previa a la de Aragonès

En la semana en que el presidente catalán, Pere Aragonès, ha apelado a una ley de claridad al modo de la aplicada en Canadá con la región francófona de Quebec, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha parecido reclamar la autoría de la idea. Ha puntualizado que él ya propuso en su momento un modelo similar y para toda Europa -en forma de directiva comunitaria- y que no ha renunciado a ello. Aunque la agenda política vasca la copa la culminación del Estatuto de 1979, con duras críticas al Gobierno de Pedro Sánchez incluidas a pesar de que el PNV gobierna en coalición con los socialistas, Urkullu ha señalado en la primera sesión de control al Gobierno que celebra el Parlamento Vasco en 105 días que “completar el autogobierno reconocido es un paso indispensable pero no el último”.

Urkullu, que medió en 2017 en Catalunya para evitar tanto la declaración unilateral de independencia como la aplicación del 155, siempre ha apostado por un derecho a decidir sujeto a pacto con el Estado y, de hecho, llegó a viajar a Quebec para hacerlo visible en aquel otoño de hace un lustro. También avaló el modelo de consulta en Escocia. El lehendakari, en la Cámara, ha afirmado además que el propio marco constitucional español ofrece posibilidades para ahondar en una “nación foral” vasca que tenga “soberanía compartida” con el Estado, un traslación a la política del modelo bilateral del Concierto Económico, es decir, “un sistema recíproco de garantías”.

“No hemos renunciado a nuestra capacidad de decidir”, ha enfatizado Urkullu ante las dudas exhibidas por la jefa de la oposición y portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, que considera que el PNV ha olvidado sus promesas electorales o el pacto de bases para superar el Estatuto, que data de 2018, que fue acordado con la coalición abertzale y que tenía acento soberanista. Iriarte, recientemente designada como candidata de EH Bildu en Gipuzkoa en las elecciones forales de 2023, mantiene de momento su escaño en la Cámara y, en su 'cara a cara' con el lehendakari, ha criticado que parece que el único “horizonte” que Urkullu ofrece en materia de autogobierno es completar el marco de 1979. “¿Nuevos retos con la misma herramienta de hace 43 años?”, ha ironizado Iriarte, que ha considerado que sin soberanía propia no se puede determinar la subida salarial de los funcionarios, el número de profesores o los planes de contigencia energética ante la crisis global.

EH Bildu entiende que todas las promesas soberanistas del PNV “han quedado en agua de borrajas”. De hecho, Iriarte ha enfatizado que en los cinco “pactos de país” que Urkullu ha planteado a la oposición ninguno guarda relación con buscar un “nuevo estatus”. “Tenemos aprobadas unas bases”, le ha recordado por enésima vez la formación independentista al PNV, que en su momento reorientó aquel texto con sus socios de Gobierno, el PSE-EE.

Con todo, Urkullu ha dado a entender que cualquier proceso de reforma estatutaria no será impulsado por su Gobierno y que los “pasos” y “calendario” corresponden a los grupos parlamentarios. Eso sí, en las filas de PP+Cs ya han saltado las alarmas y han emplazado al lehendakari a que no suma a Euskadi en “laberintos”. “¿A qué tiene miedo en un nuevo estatus?”, le ha respondido con una pregunta Urkullu a Carlos Iturgaiz a este respecto.