Urkullu remodela la Presidencia vasca tras la jubilación de la mano derecha de los lehendakaris del PNV desde 1995

La jubilación del factótum de la Presidencia vasca tanto con Iñigo Urkullu como antes con Juan José Ibarretxe o José Antonio Ardanza, el discreto alto cargo Txus Peña, ha motivado un efecto dominó en el gabinete más cercano del lehendakari. Ya era conocido que el asesor presidencial Manu Castilla pasaría a asumir sus funciones, de gran relevancia en el engranaje de la Administración, y ahora se ha confirmado que los cambios implicarán una reestructuración más profunda en Lehendakaritza que implica también la llegada de una nueva directora de Comunicación, Arantxa Zugasti.

Peña, que nunca ha estado en primera línea y que ha tenido contadísimas apariciones públicas, llevaba como mano derecha de los sucesivos lehendakaris del PNV desde 1995, aunque ya desde 1989 se había incorporado a Presidencia. Solamente con Patxi López, del PSE-EE, tuvo que retirarse unos años a diferentes puestos intermedios en la Diputación de Bizkaia, de donde es originario. En 2020 asumió en primera persona la negociación de la coalición con los socialistas, donde encontró al otro lado a Ekain Rico. Meses antes fue el elegido por Urkullu para dar explicaciones de viva voz a los vecinos del entorno de Zaldibar tras el derrumbe del vertedero.

El cese de Peña ya pasó por el Consejo de Gobierno la pasada semana. Su sustituto también es conocido, Manu Castilla. Es otro de los más cercanos a Urkullu, cuyas intervenciones en el Parlamento sigue con enorme atención desde la tribuna de invitados. Procedente de EiTB, entre sus funciones hasta ahora estaba la dirección del denominado GPS o Gabinete de Prospecciones Sociológicas, desde se coordinan los estudios y encuestas, también los de tipo electoral.

Pero Castilla no será secretario general de Presidencia sino de Coordinación y Comunicación Social, como ha explicado el consejero-portavoz, Bingen Zupiria, que ha indicado que todos estos cambios se confirmarán en el plazo máximo de un mes con un nuevo “decreto de estructura” de todo el departamento de Presidencia. También se unifican otras dos direcciones en una única de Comunicación Social, a cuyo frente se situará Arantxa Zugasti, hasta ahora responsable de estas mismas tareas con Zupiria y que mantendrá sus funciones pero ahora como alto cargo de Presidencia. Releva a Iñaki Bernardo, portavoz de Urkullu ya incluso antes de ser lehendakari con un breve paréntesis por una causa judicial sobreseída hace dos legislaturas. Bernardo quedará como asesor de Urkullu y continuará como una de sus personas más cercanas.

Estos cambios complementan la reestructuración conocida en septiembre de 2022, cuando Urkullu asumió desde Presidencia las competencias de Juventud para impulsar las políticas de natalidad, emancipación o vivienda. Está al frente de ellas Jonan Fernández, fichado en 2012 y que comisionado por el lehendakari ha dirigido las políticas de víctimas y derechos humanos, las de migración, las restricciones de la COVID-19 y ahora las de Juventud dentro de una cartera más amplia relacionada con la Agenda 2030. Fernández, desde diciembre, ha comparecido tres veces en el Consejo de Gobierno, un espacio habitualmente reservado a consejeros.

Por otro lado, el Gobierno espera ya para febrero la confirmación de la salida de Beatriz Artolazabal como consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Será un cambio quirúrgico y no una crisis de más calado y se debe exclusivamente a que Artolazabal se centrará ya en su candidatura a la alcaldía de Vitoria. Urkullu no ha dado ninguna pista sobre quién la relevará aunque el PNV de Álava insiste en que debería mantenerse la cuota territorial y todo apunta a que volverá a ser una mujer para respetar la paridad.