Vitoria llama a la puerta de Europa para modernizar el 100% de su flota de autobuses urbanos con modelos eléctricos y de hidrógeno
Vitoria, que lleva años ondeando la bandera de ser una ‘green capital’, aspira a electrificar el 100% de las unidades de transporte público a “medio plazo”. Desde 2008 opera un tranvía que sigue ganando líneas y podría crecer hacia el oeste de la ciudad, se construye un anillo circular para poner en marcha un autobús llamado BEI (Bus Eléctrico Inteligente) y, como tercera pata, el Ayuntamiento ha presentado un proyecto para captar fondos europeos del programa de reconstrucción ‘Next Generation’ para ir avanzando hacia una flota de autocares que sea en un 10% propulsada por hidrógeno y en el 90% restante totalmente eléctrica.
Según ha explicado en una entrevista con elDiario.es/Euskadi el concejal de Movilidad y Espacio Público del Ayuntamiento de Vitoria, Raimundo Ruiz-Escudero, la capital vasca se ha sumado a otras ciudades como Bilbao, Valladolid, Ávila, Vigo, Zaragoza y Barcelona y a las empresas privadas Irizar, Iberdrola, CIC Energigune y Biker para diseñar el proyecto ‘Capital’. El plan se ha presentado a una convocatoria del Ministerio de Transportes dentro de las denominadas manifestaciones de interés (MDI) para elevar a la Unión Europea y obtener financiación. “Queremos la electrificación total de todas las líneas”, avanza Ruiz-Escudero.
El tranvía de Vitoria tiene tres ramales operativos y se trabaja ya en la siguiente ampliación hacia el Este, hacia Salburua. En el futuro, se estudia un proyecto hacia el oeste, mirando al barrio de Zabalgana y a la zona industrial de Jundiz, aunque ello parece condicionado por los trabajos de soterramiento del actual corredor ferroviario de Adif y la llegada del AVE, unas obras que se han convertido en el gran tótem para la ciudad y que no acaban de tener un plazo definido. Desde hace meses, parte de la ciudad está patas arriba para la instalación de las gateras del BEI, un autobús con carriles propios al modo del tranvía y que circulará en doble sentido en el anillo de la antigua línea periférica de autobús, que conecta Mendizorroza, Txagorritxu, Zaramaga o Santa Lucía. Costará más de 40 millones de euros y tendrá dos pantógrafos o punto de recarga rápida precisamente junto al estadio de Mendizorroza y en el centro comercial El Boulevard. Esta línea ha sido presentada también por el Gobierno vasco, que abona el 65% del coste, en su propuesta para captar fondos europeos.
Completa la oferta la compañía municipal de autobuses Tuvisa, que es donde incidiría de manera más clara el plan 'Capital'. Con una flota de algo menos de un centenar de vehículos, en 2018 incorporó unos primeros vehículos híbridos diésel-eléctricos. Pero el resto emplea solamente gasóleo. No obstante, en el pasado se probaron otras fórmulas alternativas. En 1994, con financiación europea, se estrenó una unidad propulsada por aceite colza de manera experimental, pero cuando completó su vida útil en 2014 ya era de gasóleo. En 1996, por otro lado, se adquirió otro vehículo de gas natural comprimido, el primero de Europa. Eran identificables por una banda de color amarillo que resaltaba en la decoración azul y blanca de aquella época, según recoge el blog 'Los autobuses urbanos de Vitoria-Gasteiz'.
Tuvisa ya tiene decidido trasladar sus cocheras actuales de Agirrelanda -donde están también la Policía, los Bomberos y la brigada de limpieza- a los antiguos viveros, un poco más al norte. Allí coincidirán con las cocheras del BEI, 16.000 metros cuadrados donde habrá un punto de recarga lenta de las unidades, 13 en un inicio. Se aspira a instalar también, en una fase posterior, unas cocheras electrificadas para el resto de la flota, incluyendo una zona específica para los vehículos de hidrógeno. Se calcula que tendrá 110 plazas. De hecho, Ruiz-Escudero pide utilizar el nombre “Centro de Movilidad Eléctrica” para esa instalación de más de 50.000 metros cuadrados y no la denominación tradicional. “En pocas semanas arrancaremos la obra de la primera fase”, explica el concejal. Esta primera obra supondrá unos 5,5 millones de euros y durará ocho meses.
Una de las condiciones del proyecto 'Capital' es el máximo aprovechamiento de la energía generada y la segunda vida de las baterías de los vehículos. De hecho, en las cocheras la techumbre será con placas fotovoltaicas. El Ayuntamiento destaca que las empresas colaboradoras como “socios tecnológicos” son vascas y dos de ellas, incluso, alavesas.
Vitoria, eso sí, no puede hablar de plazos. Dependerán, en buena medida, de los fondos europeos que se consigan atraer. La ciudad no renunciaría a la electrificación de la flota si no se obtiene presupuesto comunitario, pero la situación económica de Tuvisa es muy delicada y más tras la pandemia. La predecesora de Ruiz-Escudero, Amaia Barredo, declaró en 'El Correo' el pasado verano que la compañía está “en coma”. A ello se le añade que, en 2020, la caída de usuarios fue de hasta el 80% durante el confinamiento por la COVID-19 y de un 50% entre octubre de 2019 y octubre de 2020. De un presupuesto superior a 25 millones, los ingresos propios no superan el 33% en un ejercicio ordinario. La aportación municipal es de más de 15 millones, un 15% más que hace cinco años. Además, los tribunales anularon un ERTE y las relaciones con los sindicatos se han tensionado.
El plan de movilidad de Vitoria abarca medidas más amplias que el transporte público. La ciudad dispone de una red de más de 100 kilómetros de carril-bici, alrededor de la mitad de los desplazamientos se hacen a pie y el vehículo privado se utiliza en tres de cada diez viajes. Con estos elementos sobre la mesa, se están presentando nuevas 'supermanzanas'. Consisten en calmar el tráfico y amabilizar para el peatón el interior de los barrios. Hace pocos días se presentó la más reciente, la de Zabalgana. “Se devolverá a las personas 7.500 metros cuadrados de pavimento”, enfatizó el alcalde, Gorka Urtaran.
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