Vitoria vuelve a discutir sobre la antigüedad de sus autobuses urbanos en puertas de las elecciones

Vitoria, cíclicamente, repite el debate sobre la antigüedad de su flota de autobuses urbanos. Puede haber camiones de la contrata de limpieza con tres o cuatro décadas en servicio -este mismo verano, en fiestas, la nueva adjudicataria trajo un vehículo de 1986- o furgonetas de parques y jardines de similar edad, pero no suscitarán la misma controversia que las unidades de Tuvisa. Un incendio la pasada semana y otras averías recientes han empujado al comité de empresa a elevar al tono contra el Ayuntamiento en plena precampaña electoral: “Estamos poniendo en peligro la vida de los ciudadanos”. También grupos de la oposición como el PP han realizado denuncias similares.

La capital vasca decidió en 2006, con la llegada de la primera gran remesa en el mandato de Alfonso Alonso, repintar la flota hasta entonces multicolor -azul, verde y blanca- de gris. Solamente una década después, ya con Gorka Urtaran, se optó por otra imagen corporativa, la verde 'green capital', más similar al tranvía, operado por Euskotren. Pero se acordó no gastar más en la decoración de los anteriores que continuaban en servicio, algunos de los cuales ya llevaban una capa de pintura encima de la original. Todavía en 2022 Tuvisa incorporó las unidades especiales para el BEI, totalmente eléctricas y con su propia imagen corporativa, aunque también con toques verdes.

Son esas unidades grises las que ahora centran las miradas. Dice el comité que “una veintena de autobuses que supera el millón de kilómetros mientras otros 30 están por encima de los 800.000 kilómetros”. También mencionan que su imagen es descuidada, con golpes, apaños y hasta apariencia de suciedad. Aluden a problemas de conducción que pueden repercutir en la seguridad de trabajadores y pasajeros y a déficit de mantenimiento. Su conclusión es que las Administraciones han primado el tranvía -recientemente ampliado a Salburua y que seguirá creciendo hacia Zabalgana- y el BEI. En datos, es precisamente la línea circular periférica que hace el BEI la que mejores resultados da a Tuvisa en número de usuarios. También es la que más frecuencias ofrece.

La última base de datos de la flota, actualizada con la llegada del BEI, muestra un parque móvil de 90 unidades. Los más antiguos son los primeros grises de 2006. Tienen 17 años. Cuando llegaron ellos, relevaron unidades de 1987, algo más antiguas. Ya se retiraron el pasado año los últimos con matrículas de Vitoria (VI), aunque aparentemente se conservará alguno por motivos históricos, según fuentes internas. Ese listado revela también un dato que pone en un compromiso a la portavoz del PP, Ainhoa Domaica: en la etapa como alcalde de Javier Maroto, de 2011 a 2015, no se matriculó ni un solo autobús. Las fuentes consultadas indican que ese 'gap' sin adquisiciones ha lastrado la cadencia de renovación de la flota.

Desde el Ayuntamiento, se ha enviado un comunicado ante el debate abierto pidiendo a la ciudadanía “que tenga claro que utilizar el servicio de la compañía municipal de transportes es perfectamente seguro”. “Todos los vehículos que salen cada día a prestar el servicio cuentan con la ITV en vigor (la pasan cada seis meses), como no podía ser de otra manera. Deslizar que el servicio de transporte público en Vitoria-Gasteiz puede ser inseguro para los viajeros y las viajeras es de una irresponsabilidad inaceptable”, indican estas fuentes oficiales. Sobre el estado de los vehículos, se añade que “Tuvisa es plenamente consciente del envejecimiento de la flota”. “Y por eso en las últimas dos legislaturas se han adquirido 33 nuevos vehículos. También está actualmente en licitación un contrato para comprar 20 vehículos más. En total, 53 nuevos autobuses. Respecto a la flota actual, Tuvisa tiene 88 autobuses con una edad media de 11,47 años. Y el ratio mecánicos/autobuses es el normal en este tipo de empresa. Actualmente Tuvisa tiene diez mecánicos más dos de Irizar (para el BEI) más dos personas de prácticas”, explican desde el Ayuntamiento.