La inspiración pasa por la pluma, el antirracismo, la implicación y el abrazo al cambio
Bob Pop, Moha Gerehou, José Luis de Vicente y Elsa Punset han sido los protagonistas de las charlas MIC (Monólogos Inspiradores para el Cambio) del Festival con el que elDiario.es celebra esta semana su décimo aniversario. El Palacio de las Comunicaciones de València ha sido el escenario en el que los ponentes han diseccionado la parálisis existente en la extrema derecha, han relatado su experiencia infiltrándose en Vox, han puesto el foco en el cambio climático y han aportado una gran dosis de optimismo poniendo de relieve que el mundo en el que vivimos no deja de mejorar.
El primero en intervenir ha sido el creador de la serie Maricón Perdido , que ha arrancado dejando claro que “si hay algo que cambiar, es este sistema de mierda”. La rotundidad del inicio de su discurso ha sido constante y ha estado acompañado de la frase de Teresa de Jesús que Truman Capote usó como título de su último libro: “Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por aquellas que permanecen desatendidas”.
El también crítico televisivo ha recordado que cuando era pequeño, antes de irse a dormir “pedía despertarme a la mañana siguiente sin pluma. No quería que los demás se dieran cuenta de que era marica. Quería ser masculino, viril”. Más adelante ha reflexionado sobre la paradoja que es que la esclerosis múltiple que padece es la que ha terminado paralizando su pluma. Igualmente ha señalado “la relación directa que existe entre la peor masculinidad y la parálisis. Ser un hombre chungo significa no querer salir del privilegio y tener la necesidad de ocupar el sitio que crees que te pertenece”. “Mientras el feminismo feministas y LGTBI avanzan, tú como ser rancio quieres quedarte quieto”, ha apuntado.
Su enfermedad le ha provocado que su “parte derecha está parada y la izquierda sea la que se mueve. Como el mundo. Tendría que donar mi cuerpo a la ciencia para explicar la situación política internacional”, ha propuesto con ironía. El director ha dejado claro que “no existe el movimiento de ultraderecha, porque ellos representan lo estático. Su gran trampa es hacer creer que realmente es un movimiento que va a hacer que las cosas avancen hacia algún lugar”. Aun así, su conclusión ha sido un canto hacia la acción dejando claro que “siempre acabamos compensando los lados derechos con un exceso de trabajo en el izquierdo, pero compensa”.
Lecciones sobre racismo tras infiltrarse en Vox
El periodista, activista contra el racismo y experto en divulgación antirracista Moha Gerehou, que trabajó en elDiario.es cerca de seis años, ha tomado el testigo a Bob Pop en los MIC ofrecidos por la Generalitat Valenciana. El autor del libro Qué hace un negro como tú en un sitio como este ha compartido en su búsqueda de nuevas experiencias laborales encontró inspiración en Sayde Chailing-Chong García. “Un hombre negro que fue militante de Vox en Catalunya y tras varios años decidió dejarlo porque se dio cuenta de que el partido era racista”, ha descrito.
“Juro que esta historia es verídica”, ha asegurado Gerehou después de la reacción de sorpresa de los asistentes. Aquello le llevó a querer infiltrarse en la formación liderada por Santiago Abascal. Pensó que no llamaría mucho la atención, “porque en los partidos de derechas vemos a personas negras con más facilidad que en los de izquierdas”. Frustrado porque el recorrido de las historias racistas es mayor que el de las antirracistas, quiso comprobar desde dentro el por qué. Lo consiguió gracias a afirmar que su currículum lo copaba “una amplia experiencia trabajando por España”.
Pese a que todavía no había hecho nada, los medios se interesaron y concedió una entrevista a Susana Griso y Javier Negre. Ante ellos expuso las dos primeras medidas que tenía pensado proponer. Dos directrices que ya existen: deportar a todos los inmigrantes en situación irregular y dar prioridad a los trabajadores españoles. La oferta para ir a El Hormiguero fue lo que le llevó a detener su experimento. Su conclusión tras el ensayo fue que “la extrema derecha tiene su base en las desigualdades que ya existen en la sociedad”. “Nos cuesta entender la existencia del racismo y que lo hubiera antes de Vox”, ha indicado.
Igualmente, ha añadido una invitación a la reflexión por parte de los medios, sobre “cómo damos altavoz a las personas racializadas en este país. ¿Preguntamos a las personas negras por las consecuencias de la luz?”. “Nadie nace racista pero vivimos en una sociedad en la que el racismo es estructural”, ha concluido advirtiendo de que la única manera de evitarlo es “la educación antirracista”.
Búsqueda de nuevas formas de comunicar
Las consecuencias del cambio climático ha sido el punto de partida del MIC del investigador cultural, periodista y analista especializado en cultura y tecnología José Luis de Vicente. Aprovechando su experiencia como comisario en diferentes exposiciones y simposios ha mostrado imágenes de intervenciones de distintos artistas. Una de ellas, el Ice Watch de Olafur Eliasson y Minik Rosing, en la que transportaron fragmentos de iceberg a una plaza de Londres para permitir a la gente tocarlos. “Eran artefactos para hablar de lo que no queremos hablar”, ha explicado.
La siguiente obra que ha expuesto ha sido Extintion rebelion, que consistió en un barco rosa que también fue situado en el centro de la capital inglesa en 2019. En él se podía leer el mensaje: “Decid la verdad”. Una verdad que, según ha indicado, “todos sabemos cuál es, y más después de haber vivido el que será el verano más fresco de nuestras vidas”. De Vicente ha aportado datos relativos a esta cuestión como que “estamos respirando un aire que ningún ser humano ha respirado nunca” por la cantidad de CO2 que contiene.
El músico y ecologista del paisaje sonoro Bernie Krause ha dedicado su vida a grabar sonidos de la naturaleza para ver “cómo su huella sonora va cambiando”. Trabajo que ha permitido descubrir que los bosques se están quedando en silencio. Una preocupante señal de que se están quedando sin vida. El experto ha recopilado algunas de las posibles soluciones para revertir la situación, como “intervenir en los sistemas naturales”, algo en lo que se está trabajando desde la geoingeniería. “Empezar a pensar en Marte es siempre la teoría de la gente más rica del planeta”, ha advertido, “en realidad es una maniobra distractora porque no hay un planeta 'B'”.
“Desde la izquierda pensamos que lo que tenemos que hacer es menos. Construir menos, consumir menos y decrecer; pero no en investigación”, ha afirmado. Al mismo tiempo, ha invitado a ir más allá, argumentando que “a lo mejor hay otras maneras de vivir y de comunicar”. “Ensayar futuro es una forma de enfrentarte a él y no preguntarte solamente cómo será”, ha sido una de sus últimas aportaciones.
Los tiempos extraordinarios en los que nos ha tocado vivir
La divulgadora Elsa Punset ha sido la última en intervenir y ha puesto el broche a los Monólogos Inspiradores para el Cambio con un tono eminentemente optimista con el título de “los tiempos extraordinarios que nos está tocando vivir todos juntos”. Preguntados por cuestiones como la cantidad de gente que tiene acceso a la electricidad en el mundo, el número de niñas que terminan la escuela primaria y la tasa de alfabetización de los adultos del mundo, el público ha sido sorprendido por cómo los datos son más positivos de lo que pensaban.
“Sabemos que desde hace siglos, y de forma acelerada en las últimas décadas, el mundo está mejorando”, ha defendido la ponente. “Hay menos pobreza global, más democracia, más alfabetización que nunca, una mayor expectativa de vida, más justicia social, más tecnología y menos violencia”, ha recordado “pese a que la vida es difícil y sigue habiendo muchísimo por hacer”.
Con la mirada puesta en el futuro, ha señalado como retos “la falta de comunicación entre nosotros, la posibilidad de una catástrofe nuclear y el cambio climático”. “Estamos reaprendiendo, con mucho esfuerzo, a ser humanos. Y todo se nos exige muy deprisa”, ha reflexionado, “no estamos preparados para enfrentarnos a todos estos cambios que sabemos que tenemos que seguir haciendo a gran velocidad”.
Como consejo, Punset ha propuesto que nos atrevamos a mejorar en esta línea mediante “cambios pequeños y concretos”, dado que “el todo o nada no funciona para nuestro cerebro”. Al mismo tiempo, “cuidar nuestra salud emocional igual que lo hacemos con la física” y tener siempre presente que “somos interdependientes”. “La gran pregunta del siglo XXI es si lo que estoy haciendo, comiendo, pensando y creando es bueno para el resto del mundo”, ha sostenido como cierre a su intervención.
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