En el último pleno municipal de Montijo se impuso el sentido común que, por lo general, suele ser el más común de los sentidos. Con el voto a favor de IU y del PSOE, y con la abstención del PP, fue aprobada la moción que solicitaba la eliminación de cualquier gasto público en espectáculos taurinos en Montijo. Para llegar a esto fue necesaria y determinante no sólo que Podemos Montijo apoyara esa moción, sino que las asociaciones animalistas del pueblo, junto a otras muchas de carácter regional, nacional e incluso internacional, todas a una, apoyaran y difundieran la iniciativa. Sin su contribución y constante entusiasmo y entrega en la defensa de los derechos de los animales, la moción no habría salido adelante.
Todo ello fue posible, también, al decidido apoyo de Virginia Iniesta Orozco, miembro de Avatma, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal, quien se reunió con estas todas estas organizaciones unos días antes de que se presentara la moción. A aquella reunión, a la que asistieron unas diez personas, fueron invitados también las concejalas y concejales del PSOE de Montijo, dándoles incluso la posibilidad de que se reunieran por separado con Virginia, con el fin de evitar suspicacias. A pesar de que la reunión se hizo en domingo, ningún concejal del PSOE de Montijo acudió a la misma.
Por todo esto y aunque es de agradecer el apoyo del PSOE a la moción, no se entiende muy bien que su portavoz diga en el pleno que el Ayuntamiento de Montijo ya tenía pensado suprimir el gasto público en festejos taurinos, y que hace ya unos 15 días que el alcalde se reunió con empresarios taurinos y con la Guardia Civil para comunicarles esta decisión (habría que preguntar a la Guardia Civil si se produjo dicha reunión). Llama la atención el hecho de que el PSOE, acostumbrado a publicitar sus reuniones con otros organismos, no lo hiciera con ésta, no anunciara dicha decisión o, simplemente, no acudiera a la reunión. Si lo hubiera hecho así, no hubiera sido necesario presentar la moción a pleno.
Sea como fuere, lo cierto es que Montijo no gastará más dinero público en maltrato animal. Quienes presentamos y apoyamos la moción estaremos pendientes de que esto se cumpla, un logro que ejemplifica que la participación ciudadana suele dar excelentes resultados a la hora de cambiar malas prácticas y políticas.