El aprovechamiento de subproductos para producir compost o cogenerar electricidad, el uso de biomasa y la reutilización de agua son algunos de los proyectos que promueven las cooperativas extremeñas para impulsar una economía verde y circular.
Las cooperativas extremeñas se están apuntando al uso de la biomasa como combustible para sus calderas, y así calentar el agua necesaria para el normal funcionamiento de las instalaciones.
Las más frecuentes son las calderas de secaderos de tabaco o el hueso de aceituna. Supone el uso de un recurso abundante en la zona como combustible y el abandono del petróleo y el gas como fuente de energía.
Otras están aprovechando la fruta de destrío (la fruta 'fea') y la transforman. De modo que ahora obtienen una rentabilidad con la fruta que antes se tiraba porque su apariencia externa no era atractiva para el mercado, no porque el producto estuviera en mal estado.
Son prácticas cada vez más habituales en la región que han sido presentadas por Agroalimentarias de Extremadura con motivo de las jornadas “Cooperativas y Economía Circular. Extremadura 2030”. Se trata de ejemplos que suponen una nueva oportunidad de negocio y que hacen las industrias más sostenibles. Además aprovechan los recursos de sus entornos.
Compost y electricidad
Los desechos también pueden tener una segunda vida como demuestran las cooperativas que aprovechan los subproductos generados por otras empresas, dándoles un nuevo uso con la obtención de compost o la cogeneración de electricidad.
En otros casos apuestan por la biodiversidad de cultivos y por la ganadería ecológica, además de aprovechar otros subproductos como la lana, pudiendo “hoy presumir de tener la única cooperativa en toda España dedicada a ello y que exporta además a todo el mundo”.
El aprovechamiento de subproductos para producir compost o cogenerar electricidad, el uso de biomasa y la reutilización de agua son algunos de los proyectos que promueven las cooperativas extremeñas para impulsar una economía verde y circular.
Las cooperativas extremeñas se están apuntando al uso de la biomasa como combustible para sus calderas, y así calentar el agua necesaria para el normal funcionamiento de las instalaciones.